Your skin and mine| Eleven

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Me fui a dar un baño ya que me está recuperando bastante rápido y la herida no me dolía para nada, obviamente sin pasármela a llevar.

Salí de bañarme poniéndome una toalla en mis caderas.

Me dirijo hacia mi habitación para llamar a Williams mi gran amigo de la infancia, yo se que el cuidará muy bien de Maddison.
Si se que debería dejar a Maddison en la calle y listo pero... es la primera vez que siento miedo, siento miedo de que a Maddison le pase algo malo allá afuera..

—Hola, ¡Williams!

—Oh por dios, ¿Mi querido amigo Kaulitz? Dios que te había pasado que no me llamabas jaja.

—Ocupado, Ya sabes jaja.

—Bueno, ve al grano se que para algo me llamas..

—Bueno te tengo a una chica, Maddison Monroe.

—¿Maddison Monroe? Oh por dios no me digas que tienes a esa hermosa chica..

—Mmm, asi es.
—Te quería decir si te la vendo

—Daria todo por aquella chica, ¿cuanto quieres?

—Ahh todo... 6 palos.

—¿Tanto? No me digas es virgen..?

—Al parecer si.

—Bueno mañana tráela y te los doy ahí mismo.

—Ok.

—Adiooos!

Ni siquiera le dije adiós a Williams, lo se es mi amigo pero se me hace que no la va a tratar como se debe tratar a una princesa, bueno yo no la trato como una princesa en las nubes pero si la puedo hacer sentir en las nubes...

Definitivamente lo tengo pensando pero me da una mala espina los comentarios que hizo Williams pero ya que.

[...]

Hola Maddy.–Conteste serio.

Aquella pelinegra estaba con la cabeza agachada hacia abajo y aunque le halla hablado todavía la tenía abajo.

—Perdón por dispararle a tu amiga..
—Se me fue todo de las manos Maddisom..

Hable.

—¿Me perdonas?

Pregunte pero aún Monroe no me miraba directo a los ojos.

—Madissom.

....

—Madissom...

Le hablaba y hablaba y aún no me miraba, ¿acaso me estaba ignorando?

—Maddisom, yo cuando hablo me gusta que me miren ala casa, ¿me escuchaste?

Al decir esto Maddisom levantó la cabeza lentamente mirándome furiosa.

—Eres un gilipollas, QUIERES QUE ACTÚE NORMAL DESPUÉS QUE MANDASTE A MATAR A MI AMIGA Y ALA OTRA LE DISPARASTE!!–Contesto.

Esta niña me está colmando la poca puta paciencia que tengo o que me queda.

—Cállate, a mi no me vienes a gritar así niñata.–Respondí cerca de su rostro.

Esta niña me estaba provocando.

Haber cállame, si eres capas gilipollas!!

—Monroe, tu no sabes de lo que soy capas..–Advertí cerca de sus labios.

Cada vez estábamos mas cerca, cosa que me excitaba cada vez más.. y más.

—Dale pégame, ¿No tan macho idiota?–Desafio.

Me encontró.

—¿Lo as hecho alguna vez en el piso?

—¿que? No Tom, noo..

Ignore lo que me decía obviamente tenía ganas.

La desate de la silla en la que estaba amarrada y la tiré en el piso.
La dejé boca arriba abriendo sus piernas mientras yo estaba en medio de ellas dándole un beso en su cuello, cada beso en el cuello al parecer a ella le excitaba de una manera fantástica.

Mientras le besaba los labios empecé a bajar mi brazo mientras mis dedos jugaban con su calzón a correrlo de un lado para luego jugar con mis dedos en su vagina.

Movía mis dedos en formas de círculo cosas que ella soltaba leves gemidos, decidí entrar mis dedos adentro de ella moviéndolos fuertemente.

[...]

—¿fue tu primera vez en el piso cierto?.–Pregunté.

Ya habíamos terminado y estábamos haciendo cucharita en el piso, que parecíamos..

—Así es jaja.

Madissom, tengo que decirte algo...

—¿que pasa Tom?

—Te venderé a un amigo mío y yo me iré a vivir a otro país.. a lo cual te quedarás en este país con el..

The dolls | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora