Resurgent (Pausada)

Capitulo 7

Dejo de correr cuando llego al final del camino, hace tiempo que deje todos los edificios y la civilización atrás y ahora frente a mi se abre un bosque con altos y frondosos árboles.
No tengo nada que perder así que me adentro en el bosque. Camino durante prácticamente toda la mañana y posiblemente parte de la tarde, he perdido la noción del tiempo. Decido descansar junto a un árbol, a la sombra. Escucho agua corriendo detrás de mi y me levanto para investigar, como imaginaba, hay un río muy limpio y cristalino al fondo de un barranco. Decido bajar y comienzo a pisar con cuidado en las rocas que sobresalen de la pendiente. Bajo el pie para colocarlo en la siguiente roca que está mas abajo que el resto, en cierto modo este barranco tan pendiente, casi vertical, me recuerda al abismo de osadía, dónde besé por primera vez a Tris. Mis manos se resbalan y caigo de espaldas al río que es muy poco profundo. El mundo que conozco comienza a oscurecer y desaparecer de mi visión. Lucho por salir del río pero estoy demasiado mareado, la cabeza me da vueltas y duele mucho. Alcanzo con mi mano la nuca, mis dedos encuentran un liquido un tanto pegajoso descendiendo por mi cuello hasta la espalda. Sangre, bastante oscura. Dejo de luchar y todo se vuelve negro a mi alrededor.
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Mi cabeza sigue doliendo pero no tanto, abro los ojos y observo que ya no hay sol, sólo una enorme luna alumbrando el riachuelo y dándole al paisaje un toque encantado. Estoy sentado junto a la orilla, apoyado en una roca. No recuerdo haber conseguido moverme... Siento que me observan y un escalofrío asciende por mi columna. Intento reincorporarme pero sigo muy mareado. Escucho algo moverse entre los arbustos al otro lado del río. No tengo nada para luchar o defenderme y estoy muy débil, si me atacan moriré.

-¿¡QUIEN ANDA AHI!?

Una persona, parece una chica, con el pelo muy largo y ropa rasgada se levanta y echa a correr en dirección contraria a mi, escondiéndose en el bosque.

Soy imbécil, a lo mejor es ella la que me ha ayudado a sobrevivir, si no habría muerto ahogado. Pero por qué y cómo me habrá encontrado...

Me levanto a duras penas y me acerco al río, me lavo la cara para espabilarme y el contacto con el agua fría sirve para estar más alerta, ha sido buena idea refrescarme.Me mojo un poco más y vuelvo junto a la roca, hay bastante pasto, si sobrevivo a esta noche mañana volveré a la ciudad, en cuanto amanezca, pero para poder volver necesito descansar, reponer fuerzas.

Me tumbo y miro a las estrellas, como todas las noches. Comienzan a pesarme los párpados y cierro los ojos.

Algo cae sobre mi,mas bien alguien que me inmoviliza agarrandome las muñecas, aprovechando mi debilidad.

-SUÉLTAME- grito con todas mis fuerzas.

-Shh- dice mi agresor colocándome un delicado dedo sobre los labios.

Me fijo mejor y es la misma chica de antes pero lleva la cara tapada por la impresionante cantidad de pelo que tiene.

-Tobias...- suelta mis manos y de apoya en mi pecho.

Yo me reincorporo y acabo sentado con la espalda apoyada en una roca.
Acerco mi mano lentamente a su rostro y le aparto el pelo de la cara.

-Tris- mis ojos se abren como platos, observo cada detalle con lupa, no puede ser ella, es imposible, yo mismo tiré sus cenizas sobre Chicago, en la tirolina.

La chica, Tris suspira y me sonríe. Es la sonrisa de Tris pero no puede ser. He muerto, seguramente sea eso, estoy muerto y estoy con Tris. Nunca imaginé que morir seria tan perfecto.

Lentamente acerca su rostro al mio y nuestros labios se rozan. Son los labios de Tris. Mi Tris... Paso mis brazos por su espalada y la atraigo más hacia a mi. Ella me obliga a abrir la boca para que su lengua y la mía se unan, como antes. Definitivamente es Tris Prior, sabe a mi novia, es ella.
Acaricio cada centímetro de su piel.
Oh dios como la he echado de menos.
La poca ropa que lleva, rota y vieja nos estorba a ambos, y un instinto salvaje dentro de mi me obliga a arrancársela toda. Ella sin embargo quita delicadamente mi camiseta, lentamente, sin prisa alguna.