El Salvador De Su Alma | Kakavege [Fanfic]

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El lunes, más de una semana después del funeral, Goku se desvió de la reconfortante rutina a la que Vegeta se había acostumbrado.

Había llegado el momento de aventurarse en el mundo real.

"Vegeta", lo llamó Goku esa mañana. "Vístete que vamos a salir".

Esto despejó la neblina restante que cubría la mente de Vegeta. "¿Vamos a qué?"

Goku se quedó allí, con las manos en las caderas, mirando al mundo como una mamá gallina. O una esposa molesta.

Vegeta sacó ese pensamiento de su cabeza. Todavía era demasiado doloroso.

"Dije que íbamos a salir. Has estado encerrado en esta casa demasiado tiempo".

El rostro de Vegeta se contrajo. "Pero entrenamos..." Entonces se dió cuenta de que estaba lloriqueando, su voz lo hizo evidente, y se calló de inmediato.

Goku no se perdió ésto, y sabiamente decidió permanecer en silencio.

Vegeta suspiró profundamente y se levantó de su cama. "No vas a renunciar a esto, ¿verdad?"

Él otro se mantuvo firme.

Frunciendo el ceño, preguntó lo primero que le vino a la mente.

"¿Adónde vamos, de todos modos?"

Goku sonrió y se giró para salir de la habitación. "Es una sorpresa."

Vegeta se quejó. No debería haber preguntado.

El saiyajin más joven insistió en vendarle los ojos. Extremadamente curioso por lo que estaba pasando, obedeció. Sintió los fuertes brazos de Goku rodeando su cintura para luego elevarlo en el aire, el otro lo llevaba como si no pesara más que un muñeco. No le había sorprendido, se preparó para un largo viaje, sintiéndose extrañamente seguro y protegido. Curiosamente, se sintió decepcionado cuando el viaje llegó a su fin. Goku lo guió un poco lejos de su lugar de aterrizaje y se detuvo, como si mirara a su alrededor. Vegeta sintió que le quitaban la venda y abrió los ojos ante una vista maravillosa.

El ex príncipe de los Saiyajins podía llamar a pocas cosas "magníficas" o "hermosas", pero esto superó fácilmente ambas palabras. Meras palabras ni siquiera podían acercarse para describir la belleza que vio ese día y se preguntó qué traía Kakarotto para mostrarle esto. De alguna manera, eso lo hacía sentir sucio y condenado.

Podría definirse fácilmente como un "mundo alienígena". En realidad, era difícil creer que existiera un lugar así en la Tierra. El área era vasta y la hierba que la cubría era de un verde exuberante, había zonas de flores silvestres, de colores brillantes en todas partes. A un lado había una cascada que se terminaba con un pequeño lago en el fondo, donde los nenúfares flotaban suavemente en la corriente. Miró a Kakarotto, su sorpresa estaba claramente expresada en su rostro. No podía hablar, porque las palabras se las robaba la suave brisa que agitaba el fragante aroma de las flores. Goku sacudió la cabeza con una sonrisa y señaló un lugar más adelante.

"A Vegeta le queda muchas cosas por vivir", dijo. "Ésto es sólo una parte de ello".

Sólo podía preguntarse cuándo fue que Goku se volvió tan sabio.

Tomando al otro de la mano, Goku lo llevó a un lugar un poco alejado de la espectacular vista. Vegeta, todavía aturdido, lo siguió sin decir una palabra.

Separando una cortina de enredaderas colgantes, Goku soltó la mano del otro y caminó hacia el árbol más grande que Vegeta había podido ver en toda su vida. También era fácilmente el más antiguo. Todo el tronco estaba cubierto de musgo verde y había una variedad de pájaros y ardillas de colores brillantes sobre sus ramas. Goku se acercó y le dio unas palmaditas a la enorme cosa.

Se volvió hacia Vegeta seriamente. "Éste árbol ha existido por mucho tiempo, Vegeta. Ha sobrevivido a muchas cosas como inundaciones, rayos y hachas, pero aún así continúa en pie". Hizo una pausa y Vegeta permaneció en silencio sintiendo que iba a alguna parte con esto.

Goku sonrió. "Probablemente te estarás preguntando por qué te digo esto, por qué te he traído aquí".

"La idea pasó por mi mente más de una vez", dijo Vegeta secamente.

"Es simple. Sólo quiero demostrarte que eres lo suficientemente fuerte para seguir adelante. El árbol ha pasado por muchas cosas malas pero todavía está aquí. Tiene la voluntad de sobrevivir, Vegeta. Y tú también."

Vegeta asintió distraídamente con la cabeza. "Ya veo Kakarotto. Todos estos años el otro comportamiento fue una mentira, ¿no?"

Él le guiñó un ojo. "¿Qué opinas?"

"Que eres un buen actor Kakarotto. Realmente bueno."

"Pues gracias. ¿Entiendes lo que estoy tratando de decir?"

"Lo entiendo. Pero no cambiará mi opinión en absoluto. Ahora es mi turno de hablar. Toda mi vida fui un arma de destrucción. Nací y me criaron para asesinar e incluso me ha gustado. Eso es todo lo que he conocido. Mi padre me crió con la esperanza en mente de que yo sería el más guerrero más poderoso del universo, el legendario Super Saiyan". Él se rió con dureza. "Eso fue una estupidez. Mi padre quería que algún día matara a Freezer, y el monstruo mismo tenía miedo de que algún día un saiyan fuera su asesino. Y tenía razón, pero no fui yo en absoluto".

Miró a Goku, el dolor claramente demostrado en su cara. "No tengo ninguna razón para vivir Kakarotto. No soy el Super Saiyan legendario, no soy el más fuerte del universo, no tengo pareja y mis hijos tienen edad suficiente para valerse por sí mismos". Cayó al suelo de rodillas, sumido en la miseria. "¡Nadie me necesita en absoluto!"

Entonces escuchó una suave declaración que lo sacudió hasta el alma. "Yo te necesito Vegeta."

Entonces se volvió hacia él, enojado consigo mismo por comportarse de esa manera. "Estoy seguro de que sí. Eres más fuerte que yo, más sabio que yo y, en general, eres una mejor persona. No te sirve alguien rodeado de oscuridad".

Goku se arrodilló a su lado y puso sus manos sobre sus hombros. "¡Nunca vuelvas a hablar así de ti mismo!" Suavizó su tono ante la mirada sorprendida de Vegeta. "Vegeta, nada de eso me importa en absoluto. Podrías ser un demonio enviado del mismo infierno, y yo todavía sentiría lo mismo por ti. No tuviste ninguna decisión sobre cómo fuiste criado. En todo caso, culpo a Freezer. Y posiblemente a tu padre."

Vegeta apartó su mirada de la de Goku y habló en voz baja. "Mi padre es inocente. Sólo estaba obedeciendo a Freezer para proteger nuestro planeta. Parece que al final, no hizo la más mínima diferencia. Podría haberme liberado del control de Freezer", continuó, "Pero no, no lo hice y me gustó hacer todo en su momento. Aún así, todavía quieres estar cerca de mí, estás loco".

Goku lo soltó y lo miró profundamente a los ojos. "Puede que lo sea, pero sigo lo que me dice mi corazón".

Vegeta se puso de pie repentinamente, cansado, y se giró para regresar. "Creo que no importa lo que te diga, no hará ninguna diferencia".

"Tienes razón. Seguiré creyendo en ti pase lo que pase".

"Y por eso te compadezco."

"Pero tengo fe en ti".