Principe azul

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Siempre soñé en el príncipe azul perfecto que vendría a salvarme de los brazos del temible villano, pero creo que esa ilusión que me hicieron creer con severidad cada vez se distorsionada más... se acostumbro a estar con él villano, lo amó, lo cuidó hasta que se enamorara de ella y la imagen del supuesto príncipe cada vez se alejaba más de su realidad

Eso era para ella Armando Mendoza y Daniel Valencia, el héroe y el villano, sin imaginarse que realmente los papeles se invertirían dando paso a grandes consecuencias...

"Estimado Presidente,

Aquí están las instrucciones para que continúes tu rutina de horror con Betty..."

He aquí el comienzo de la fractura, el príncipe que me rescató de mi soledad, de mi misma y que me hizo de nuevo creer en el amor me destruyó completamente, las lágrimas no paraban de brotar de mis ojos, en mi cabeza no concebía la idea de que el hombre de mis sueños me destruyera a tal magnitud, no debería de sorprenderme ya había sucedido antes, al parecer nadie la amaría nunca, siempre el hazme reír, la fácil que se dejó seducir, siempre la fea, la computadora con gafas, siempre la daña retinas, la idiota que creía que esta vez sería diferente...

Doña Catalina me contuvo, me sacó del que creí mi castillo cuando en realidad solo era un sucio calabozo. Mi tan aclamado amado no se dió cuenta, claro que no lo haría, siempre estaba viéndose al espejo, no veía más lejos de su nariz, las empleadas, mismísimos demonios sacados del inframundo esperando a quien sea que se distrajese para ser la comidilla.

Les tienes aprecio- mascullo la voz de su cabeza- definitivamente no

Aprecio:
Valorar o estimar a alguien o algo.
Valora? Su trabajo, lo hacen por sus familias, estimar... simplemente no podía hacerlo, siempre se aprovecharon de ella, de su puesto, de su temple... eso era amistad?

¿Quién se daría cuenta de mi estado, de lo rota que estaba? ¿quién me ayudaría a confrontar todo sin sentir miedo y dudas al futuro? ¿qué más debía hacer? Eran preguntas que aquejaba mi mente, no he dormido ni siquiera una hora, lágrimas y más lágrimas, cara hinchada, más fea que de costumbre ya era hora de tomar el control del asunto, era hora de tomar el control de mi vida.

Mamita... se escuchó la voz de mi madre, tan dulce como siempre, no quería que me viera así, no de nuevo.
Me encerré en el baño, el agua caía sobre mi delgado cuerpo, en el espejo se veían algunas marcas que el verdugo disfrazado de príncipe habían hecho, mi mente viajaba al encuentro sexual era demasiado bueno para ser verdad se repetía una y otra vez.

Mamita la llaman- de nuevo mi madre
Aló- mi voz cansada era notable, mi madre sale al llamado de mi padre y me deja sola.

Con Beatriz Pinzón?- preguntaba la voz aguda al otro lado del teléfono.
Si, con quien hablo?-
-Ay disculpe no me presente mi nombre es Marian, soy secretaria del señor Daniel Valencia, me ha pedido que concrete una cita con usted para mañana ¿a las dos de la tarde, le parece bien?
- se puede saber para que es la junta y como consiguió el número de mi casa
- no le sabría decir señorita, solamente me pidió que lo hiciera, ya sabe usted como es- su voz era tan amable y alegre que no sabia como podía trabajar con ese hombre
-A las dos estoy ahí

Que diablos quería el hombre ahora...

Olarte le había dicho algo que no quería creer, no podía ser cierto que Armando fuera tan estúpido, darle la empresa a la fea de su asistente, embargada por la empresa de la Doctora Pinzón.
Ahora entendía porqué tanta complicidad, tantos secretos, me sentía tan mal, decepcionado, traicionado, mi mente se llenaba de dudas que no sabia como responder ¿Marcela lo sabría? Ella daría su vida por Armando ¿porqué no guardar sus sucios secretos?

Ecomoda no es ni será la empresa que más estime, incluso llegó a pensar en vender trozo por trozo justo como la empresa derrumbo su vida familiar, pensó que sería su venganza, el hijo del gran Julio Valencia destrozado simiemto a simiemto lo que construyó su padre, pero sus hermanas amaban esa maldita empresa, bueno Marcela la amaba, Beata la necesitaba para vivir, nunca en su miserable vida había trabajado y mientras esa empresa le siga enviando dinero nunca lo hará.

Ahora estaba tan claro todo, las colecciones fallidas, el pago impuntual del personal, los atrasos de los cheques ¿Cómo no se dió cuenta antes? Era un idiota, se dejó enceguecer,  dejó que el idiota de Armando y sus bufones lo manipularon de tal manera que no podría diferenciar la fantasía de la triste realidad que se escondía.

No tenía dudas, Beatriz le tenia que contar todo, necesitaba saber a que se enfrentaba antes de tirase al cuello a Armando, pero como hacer que esa mujer le dijera todo lo que necesitaba sabiendo que le es fiel a su jefe.

O al menos eso creía hasta ahora.

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YA SEEE, YA SE! Que nunca termino las historias, pero en mi defensa vienen más ideas una tras otra jajajaj, espero que les haya gustado y si voy a continuarla. Solo si así quieren.

Oneshots DanitrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora