𝕴𝖓𝖙𝖗𝖔𝖉𝖚𝖈𝖈𝖎ó𝖓, 01: 𝕰𝖑 𝖎𝖓𝖎𝖈𝖎𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖙𝖗𝖆𝖌𝖊𝖉𝖎𝖆.

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Yo iba a morir, ese día todo mi mundo se vino abajo, toda esta historia empezó en primavera, me encontraba jugando con mi hermana

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Yo iba a morir, ese día todo mi mundo se vino abajo, toda esta historia empezó en primavera, me encontraba jugando con mi hermana.

—Astrid, mira mira, una rosa, ¿no es hermosa?. Dijo la pequeña niña con una  gran sonrisa, mirando unas rosas.

—Si, son hermosas, no tanto como tu, pequeña. Hablo la joven de 15 años, que se encontraba leyendo.

—Juega conmigo, ¿por que mamá ya no me cuenta cuentos? pregunto con inocencia

—Mamá esta enferma, pero muy pronto te volverá a contar los cuentos que tanto te gustan.

—¡Si! ¡espere con ansias!

                                                                 

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—¿Mamá?. Las lagrimas comenzaron a brotar de los azules ojos de la pequeña, viendo como su madre deja de respirar poco a poco.

—No llores, no dejes que las lagrimas nublen tu belleza, trata bien a las personas pequeña, todos pueden cambiar por favor, no dejes de sonreír incluso si yo ya no estoy contigo. Cuídate te amo. Dijo la mujer con las pocas fuerzas que le quedaban para sucesivamente dar su ultimo aliento.

La pequeña niña lloraba a mares, incluso podría llegar a pensar que ya creo un océano con sus lagrimas, siendo consolada por su hermana mayor, que también estaba triste pero su prioridad era su hermana. ese día el primer miembro de la familia se fue de este mundo.

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—¡Papá no te vayas por favor!, quiero ir contigo y con Astrid, ¡¿Por que no puedo ir yo también?! no me quiero quedar con la tía Catalina, me da miedo, ella no me quiere. Grito la niña con desesperación en su rostro, siendo ignorada por su padre, quien se subió al carruaje.

—Tranquila, ya volveremos y te traeré chocolate y muchos materiales de arte y también un libro, romeo y julieta te gusta mucho verdad. Hablo la joven con tranquilidad y una sonrisa en su rostro.

Ambos se fueron dejando a la pequeña sola con una mujer que la odiaba por el echo de parecerse a su madre, la persona que le arrebato todo, la niña vio a su tía quien tenia su mano alzada en el aire despidiéndose, con una sonrisa, desvió la mirada para ahora ver a la niña con una expresión de asco.

𝑆𝑢𝑠𝑢𝑟𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝐶𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛. --𝑇𝑒𝑟𝑟𝑦 𝐺𝑟𝑎𝑛𝑑𝑐ℎ𝑒𝑠𝑡𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora