Paracetamol - Kivi (Chiara y Violeta)

Capítulo 15

Violeta había puesto su mano en la mejilla de Chiara para limpiarle un poco de pintalabios que tenía corrido.
El contacto suave y repentino tomó a Chiara por sorpresa, y pudo sentir el ligero roce de los dedos de Violeta en su piel, cerca de sus labios, lo que la hizo estremecerse ligeramente.

- Tenías un poco de pintalabios corrido aquí - aclaró cuando terminó de limpiarlo y rió nerviosa por la mirada que había notado de Chiara en sus labios mientras lo limpiaba.

- Gracias - agradeció la ojiverde sonriendo nerviosamente y sintiéndose ligeramente avergonzada por la situación.

Mientras las dos chicas intercambiaban palabras, Chiara no podía evitar notar la intensidad de la mirada de la pelirroja. Sus ojos oscuros brillaban con curiosidad y una chispa de algo más, lo que hacía que Chiara se sintiera vulnerable y expuesta ante ella.

Antes de que la situación se volviera más incómoda, Chiara decidió cambiar de tema, buscando algo diferente para distraerlas a ambas del momento tenso.

- ¿Estás bien, Vio? Pareces que casi ni te tienes de pie, ¿quieres que te lleve a casa? - ofreció Chiara, preocupada por el bienestar de su nueva amiga.

- Estaría guay. Creo que esto me está empezando a afectar más de lo que pensaba - explicó Violeta mientras se apoyaba en la pared.

Con el consentimiento de Violeta, la pelinegra se dispuso a buscar a su novio Martín entre la multitud para avisarle de que se iría a acompañar a Violeta. Mientras buscaba entre la maraña de personas se sintió abrumada por la fuerte música y las luces parpadeantes que llenaban la sala y le dificultaban encontrar al chico.

Finalmente, encontró a Martín y a Juanjo cantando una canción juntos en un rincón, concretamente la canción Superman sin capa, distraídos en su propia burbuja de diversión.

Chiara se abrió paso a través de la multitud y se acercó a ellos, tratando de llamar su atención sobre el ruido ensordecedor de la música.

- Está nooochee tú no te me escapaaas - vio la pelinegra como su novio le cantaba muy cerca a Juanjo.

- Oye. Martín - alzó la voz Chiara para hacerse oír sobre el ruido de la fiesta.

Martín y Juanjo dejaron de cantar y se volvieron hacia Chiara, sorprendidos por su presencia.

- ¿Qué pasa, Kiki? - preguntó Martín metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, sin dejar de mirar a la chica.

Esta respiro profundamente, intentando reunir el suficiente coraje para decirle que se iba con Violeta, tratando de dar la mínima importancia a lo que acababa de presenciar.

- ¿Estás bien? - volvió a hablar el chico ahora más nervioso.

- Si, quería decirte que me voy a casa de Violeta, ¿no te importa?¿No?

- No, está bien - negó el chico como si se hubiera quitado un peso de encima, notándose su mayor interés por seguir disfrutando con Juanjo - Chao.

Martín se giró tan rápido para seguir la fiesta que ni tiempo le dio a Chiara a decirle nada más.
Se sintió bastante ignorada y frustrada, con un nudo en el estómago por la falta de interés de Martín. Sin embargo, decidió no dejar que eso arruinara su noche y se dirigió de vuelta hacia donde estaba Violeta, lista para llevarla a casa y asegurarse de que llegara viva, que no era poco.

Chiara acompañó a Violeta envolviéndola en su brazo para mantenerla estable mientras caminaban envueltas por el aire fresco de la noche. Las luces de la ciudad destellaban a lo lejos, iluminando el camino de las dos chicas mientras se adentraban en la tranquilidad de las calles menos concurridas.