"El Camino que Escogí"

Capitulo 2

Capítulo 2: Lucha contra titanes

Había pasado aproximadamente una semana desde que Oliver despertó sus poderes luego de salvar a una madre y a su hija de ser lastimadas por un violador, aunado a eso, el chico pudo descubrir algo de sus padres gracias a una carta que estos le habían dejado para cuando cumpliera los 18. Desde estos eventos algo en la psique del chico había cambiado, estaba cien por ciento enfocado en dominar sus nuevas habilidades y convertirse en héroe para hacer un buen uso de dichos dones tal como sus padres hubieran querido, gracias a la ayuda del padre del orfanato pudo llevarse consigo cosas que le servirían, por ejemplo, ropa, algunos productos de higiene, comida enlatada y un poco de dinero. Esto porque el chico al día siguiente de leer la carta abandono el orfanato y se encamino hacia un bosque a las afueras de la ciudad donde podría entrenar sus habilidades sin llamar la atención de nadie.

-Maldición haa...haa...haa... Esto es cansado- Exclamó mientras se sentaba en el suelo.

Justo había terminado su entrenamiento físico, uno el cual era muy intenso, orientado a fortalecer su cuerpo lo más que pueda, sí, tenía poderes, pero no quería depender de ellos al cien por ciento, por ello entrenaba su cuerpo para poder estar listo ante cualquier contingencia, entrenaba sus brazos, piernas, su abdomen, pecho y espalda, eventualmente trataría de aprender algun estilo de pelea. Todos los días la misma rutina, no importaba que su cuerpo le pidiera a gritos descansó, que su cuerpo temblará apunto de colapsar, el terminaba la rutina sea como sea, solo para después tomar un descanso de treinta minutos y pasar a entrenar sus recién despiertos poderes.

-Bien... Empezaré con mis ojos- Hablo el chico para nadie en particular, para seguido de esto sus ojos marrones cambiarán a unos de color rojo.

El chico se había dado cuenta de que no tenía una si no que tenía múltiples habilidades, una de ellas era su habilidad ocular, la cual aún no tenía un nombre, pero se encontraba pensando en ello, después de ponerla en práctica un par de veces el chico se pudo dar cuenta de varias cosas.

N°1: Al hacer uso de su habilidad ocular por mucho tiempo, está le pasaba factura, algunas de estas consecuencias eran que sus ojos sangraban lastimándolo y no dejándole abrir sus ojos por un tiempo, otra consecuencia era que podia quedarse sin energía y desmayarse, cosa que no le serviría si se encontraba peleando con algun tipo de villano ultra poderoso.

N°2: Sus ojos eran capaces de ver a una velocidad muy avanzada, recordando como el hombre en el callejón intento apuñarlarlo varias veces y Oliver gracias a su habilidad veía todos los ataques en cámara lenta, cosa que le permitía esquivarlo con relativa facilidad.

N°3: Gracias a qué estuvo entrenando está habilidad, se dió cuenta de que también podía ver detalladamente pequeñas cosas, esto gracias a que una tarde entrenando en el bosque, un pequeño mapache quiso robarle parte de su comida, Oliver se encontraba aproximadamente a treinta metros de distancia, pero gracias al hecho de que estaba entrenando con sus ojos logro percatarse de esto y evitar quedarse sin cena.

Hasta el momento era lo que tenía, sabía que no era mucho, pero estaba seguro de que si seguía entrenando su habilidad ocular con el tiempo lograría encontrar muchas más funciones que le servirían a futuro. Su manera de entrenar está habilidad era curiosa ya que con ayuda de algunas trampas improvisadas que puso en el bosque, se disponía a esquivar dichas trampas con ayuda de sus ojos, vale aclarar que más de una vez recibió algunas de lleno por no poder darse cuenta a tiempo y lastimarse por ello.

-Ok... Ojos rojos descansen- Murmuró mientras desactivaba su habilidad luego de entrenarla-... Debo buscar un mejor nombre para mis ojos- Menciono un poco insatisfecho por el nombre elegido.