Capítulo 29

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Capítulo 29: Un ejercito incansable.


























La luz que se lograba filtrar por la ventana golpeo su cara como un toque irritante. Emitió un gemido de molestia al ser despertada de una manera tan amarga, también se regañó a sí misma por haberse olvidado de cerrar correctamente la cortina que la protegía de enfrentarse a situaciones como estás. Era sábado, uno de los pocos días en la semana que podía permitirse dormir un poco más de lo usual, pero con esté pequeñísimo detalle aquello se había arruinado.

Se resigno a no poder seguir durmiendo, por lo que sin más remedio se incorporo en su cama mientras realizaba unos cuantos estiramientos y respiraba profundamente. El ambiente gélido característico del invierno invadió sus fosas nasales y le hizo tener un escalofrío, gracias a esto, se dio cuenta de que algo le faltaba, algo cercano a ella había desaparecido, algo que le brindaba una sensación cálida durante la pasada noche ya no estaba más.

-Te ves tierna haciendo tus rituales matutinos...

Sus hermosas orbes de color zafiro mostraron sorpresa al sus oídos escuchar una voz masculina muy cerca de ella. Rápidamente su mirada vago por la habitación y solo se detuvo hasta que logro ubicar al responsable de haber emitido dicha voz. Se encontraba apoyado sobre el marco de la puerta del baño y la observaba divertido. 

-Tú crees?- Preguntó remarcando el tono sensual en su voz al cruzar miradas con el pelinegro que tenía por alumno... O amante? No importaba en ese momento.

-Sí... Definitivamente, Emma- Dijo con una leve sonrisa el Davies.

-Ven aquí...- Ordenó la rubia mientras abría sus brazos.

Soltando una risita Oliver obedeció y camino hacia la mutante que aún se encontraba sentada en su cama. Una vez estuvo cerca se agacho levemente permitiendo que la mujer lo engullera entre sus brazos, aprovechando la posición en la que estaban solo basto que el pelinegro empujara con suavidad a la rubia para que ambos quedaran recostados sobre la cama. Separo su cabeza un poco para luego capturar los labios de Emma en dulce beso.

-... Ya se porque había sentido frío al despertarme...- Susurró la reina blanca una vez dejaron de besarse- Tu presencia transmite calidez...

-Me alegro de que así sea...- Contestó Oliver mientras se levantaba y dejaba que su maestra hiciera lo mismo.

-Desde cuando estás despierto?- La rubia quiso saber mientras ingresaba al baño.

-Umm... Creo que desde la seis de la mañana, hace dos horas más o menos- Respondió el pelinegro mientras tomaba asiento en el sillón que había en la habitación.

-Eso ya es hace bastante rato... No me digas que te has quedado observándome todo el tiempo- Con burla la rubia inquirió.

-Por supuesto que no- Dijo ofendiéndose falsamente, al mismo tiempo que la ducha del baño había comenzado a sonar- Fui a ver como se encontraban Samuel y Douglas, ambos tenían consulta con el profesor Bestia...- Explicó.

-Y qué tal se encuentran?- Cuestionó la rubia un poco más alto con tal de que su voz no fuera opacada por el sonido de la regadera.

-Sus heridas evolucionan bien, parece que no fueron gran cosa lo que les sucedió ayer- Respondió escuchando como la regadera era cerrada.

No recibió respuesta por un corto período de tiempo, aunque lo entendió mejor cuando observo como Emma salía del baño con una bata de baño.

-Decías querido?- Preguntó Emma mientras se dirigía al tocador.

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⏰ Última actualización: 4 hours ago ⏰

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