40 // schumacher's way

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▶『 Estocolmo, Suecia 』

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▶『 Estocolmo, Suecia

Agosto, 2023   



―Papá, ella es Capri. Capri, él es mi padre―nos presentó Mick sosteniendo mi bolso y Michael se acercó a mi. Esperaba tenderle la mano, pero el mayor de los Schumacher se acercó para darme un corto abrazo. Olía a colonia de hombre tal como podía imaginarme, esa típica colonia masculina y clásica.

―Me alegra muchísimo tener el placer de conocerte, Capri―comentó separándose de mí tomándome por los hombros para verme mejor. Yo temblaba por dentro porque era la única manera en la que había aprendido a hacerlo en cuanto me ponía nerviosa ante alguna carrera.

―¿Como...?―balbuceé soltando el aire que había contenido con confusión.

―Papá siempre quiso conocerte―me contestó Mick sonriendo pero no podía asimilar como esto estaba sucediendo.

―Jean dijo que querías comenzar de cero―explicó Michael. ―Vi lo que pasó en Abu Dhabi, de hecho llevo viendo tu carrera desde que competías con Mick, sobre todo cuando lo adelantabas con tanta confianza. Nunca te encogiste ni siquiera por el apellido o toda la experiencia que tengan―halago con cierto orgullo.

―Lo hubiera adelantado incluso si hubiera sido usted―respondí nerviosa y el alemán río con gracia de tan solo imaginarlo. En eso tenía razón, yo no me doblegaba sin importar quienes fueran el resto de los pilotos.

―No me sorprendería. Eres exelente, Capri. En verdad. Y lo que pasó en Abu Dhabi... fue solo una carrera de muchas―apretó sus labios con comprensión. ―Un campeonato jamás define al piloto, sino lo que haga luego. 

―Permítame contradecirlo, señor―me encogí de hombros. ―Pero ese campeonato sí me definió.

―No, no lo hizo―contradijo. ―Ese campeonato te puso un contrincante que estaba a la altura de tus luchas. Encontraste a un rival capaz de mirarte a los ojos y desafiarte, retarte, hacerte frente sin siquiera pensarlo. Encontraste al piloto de tu talla, a alguien que signifique un reto que debas superar y eso implica esta lucha. Fórmula dos y tres fueron pan comido, los niños te tenian miedo. Mick te tenia miedo―explicó y mi mejor amigo bajo la mirada. ―Aquí nadie te tenía miedo, Capri. Hasta Abu Dhabi. Nadie jamás te respeto, hasta esa noche, hasta esa última curva, hasta esa última imagen que quedó impregnada en la mente de todos sobre cómo te bajabas del monoplazas en llamas y miraba la meta. 

Escucharlo hablar frente a mí mirándome fijamente a los ojos podría ser considerada una de las grandes maravillas de la vida. El milagro que necesitaba. La gracia de estar viva después de todo.

―A partir de hoy tu vas a comenzar un entrenamiento exigente que yo mismo planeé durante una semana. Pero a partir de hoy, Abu Dhabi va a cambiar para ti ¿Me oíste bien?―preguntó y asentí. ―Quiero que entiendas una cosa y la tengas en mente de aquí en adelante: No perdiste nada en Abu Dhabi, Capri. Ganaste. ―sentenció muy seguro de cada palabra que salía de su boca. ―Ganaste el respeto de todo el mundo, porque a nadie le interesa cuan victorioso haya salido Verstappen con su copa levantandola en el primer puesto... El mundo comenzó a respetar a un piloto que se armó de valor y volvió la siguiente temporada apagándose las llamas de los hombros con la mirada fija, que se rearmo y se presentó para dar batalla con las metas más que claras. Nadie va a respetar a un campeón, si detrás de él viene un perdedor con sed de venganza, con ganas de terminar esa última vuelta ¿Y sabes que es un verdadero campeón? Un perdedor que vuelve a intentarlo―contestó con seguridad y pude sentir como mi corazón latía más lento, calmado, en paz, o con algo más de esperanzas.

Capri Persson ⸻ F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora