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Capítulo cinco: Varitas y Hogwarts

-No tienes porque disculparte Ame, aún estas aprendiendo, pero evita decirlo- Dijo Hagrid -Casi lo olvido, debemos ir a por sus varitas.-

Harry y yo nos miramos, este era el momento que ambos habíamos esperado.

Caminamos unas cuadras más para encontrar la tienda, esta decía Ollivander: fabricantes de excelentes varitas desde el 382 a.c.

Eso si que era mucho tiempo...

Hagrid abrió la puerta dejándonos pasar a mi y a Harry primeros.

-Buenas tardes- Dijo un hombre con ojos altones, cabello blanco desparramado para todos lados y arrugas en la piel que hacían notar su edad.

-Hola...- Dijimos yo y Harry al unísono un tanto exaltados por el susto que nos habíamos dado.

-Sabía que iba a verlos pronto mellizos Potter-.

¿Pronto?¿Tanto sabía sobre nosotros? No importa, por lo menos es el primero que recordó al instante que yo y Harry somos mellizos.

-Tu, chico, eres igualito a tu padre pero...Los ojos son los de tu madre...-

Ok, era evidente que este hombre conocía a nuestros padres.

-Y tu jovencita- Habló refiriéndose a mí -Eres igualita a tu madre pero con los ojos de tu padre...-

Sonaba como loco, pero podía contarnos cosas físicas de mamá y papá, Petunia casi nunca lo hacía y había visto pocas fotos de mamá y papá como para aunque fuese saber eso... Como eran...

-Parece que hubiese sido ayer cuando su madre y su padre vinieron a elegir su primera varita- Hizo una pausa...

-¿He dicho que ellos la eligieron? En realidad la varita escoge al mago-

¡Genial! Este tétrico hombre no solo conoció a mamá y papá, les vendió su primera varita cuando eran tan pequeños como Harry y yo.

-¿Cual irá primero?- La manera en la que hablaba no reflejaba absolutamente nada...

Por supuesto que esta vez el primero serás tú, Harrysito.

-Harry irá primero señor- Hablé con una sonrisa de oreja a oreja que mi hermano fulminó con la mirada.

Luego de muchos intentos, una varita que parecía una rama limada y lijada tres cuartos hacia abajo, hizo que los pelos de Harrysito volarán y lo iluminó como si de Dios se tratase.

Era la mejor explicando, como todo lo que hacía, o sea.

Silencio querida, ahora es tu turnito

Igual que Harry, probé dos o tres varitas hasta que una iluminó mis ojos, era de ensueño. Una varita de veintitrés centímetros con una amatista en la punta que era enrollada por la propia madera, esperaba esa fuese mía.

La agité y ahora si, mis pelos se elevaron, mi vello se erizó y me ilumine como si fuese Dios, esa era mi varita.

Volvimos y paramos a comer una hamburguesa, Harry estaba callado de emoción a diferencia mía, que no deje de parlotear todo el viaje.

-Harry, estas muy callado- Le dijo Hagrid.

-Es por la emoción, cuando está muy feliz se mantiene callado- Dije yo.

Ustedes saben, somos mellizos, nos entendemos.

-Además de eso...No sé como decirlo-

-Deja de darle vueltas a la vida, Harrysito-

All of the girls you loved before // Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora