Las estrellas iluminan el cielo oscuro
El viento juega con las ramas,
La noche arropa a todos y al camino
Camino de polvo de oro muy fino
Se buscan los dos guiados por la fe
Luchando con miedo por ser descubiertos
El rey y los soldados los buscan en la noche
Los flores los tapan, les proteja de ellos.
Un soldado con cara de padre amargado,
Pasó con su antorcha de fuego,
Iluminó sus caras tan blancas de miedo
Detuvo su caballo, sacó su espada
Su bello y grande caballo espumado
Roncaba con fuerza y perdía su baba
Ruido de armadura de hierro propinando
Golpes con sus patas el suelo marcaba
El soldado con cara de padre amargado
Podía matar de un golpe a los dos
Gritando podían venir otros soldados
Tenía en su espada el destino de Remos
Se quedó segundos enteros de miedo
Los niños se abrazaron y cerraron los ojos
Esperaban la muerte segura de su mano
Remos y Aneta se abrazaron arrodillados
Un golpe de pena le dio al soldado
Paró su caballo y bajó su espada,
Estaba hipnotizado, se apeó de un salto
Cogió a los dos con sus brazos de plata
Coged mi caballo y idos de aquí
Le dijo el soldado con ojos como lagos
Los dos levantaron sus caras de niños
Mirándolo a él, mirando el milagro
Subieron con ganas y dulce calor
Miraron atrás al viejo soldado
Ahora su vida está en peligro
¡Por salvar a los dos él no pestañeó!
