Tus pulseras brillan en la noche,
Como si fueran dos arros de fuego
Duelen los ojos a todos que miran escondidos en el bosque.
Pero más me duelen a mi que tus manos sujeto
Para una vez y mirame sentada
Deja que tu mente absorbe mi lento amor,
Abraza mi cuerpo helado que grita
Reconoce que juntos quedamos en un bello rincón.
Son absurdas tus quejas que yo no soy quien tu deseas
Pasaron años y ahora quieres romper nuestros deseos
Que queda contigo sólo una palabra
Es triste - así simulando la muerte, que es mucho peor .