Más Allá Del Tiempo

Unión Mística

El tapiz mágico se extendía, pero Athenea, con gracia y aguante, cortó las imágenes abruptamente. Su sonrisa humana resonó en el silencio mágico mientras titubeaba, sus pies humanos vacilaban. Drakar, el anillo sabio, percibió el desgaste en la esencia de la sfinge y susurró mentalmente a Lyssander."Ve a por ella, Lyssander. Athenea se desvanece, agotada por la conexión mística. Su sincronización con la energía de las runas permitió la transmisión de imágenes, emociones y conceptos, pero tal conexión requiere un tributo de mana significativo. Al igual que yo, su fuente de energía se ha agotado. Ve con cuidado, superar los límites puede ser fatal." con el corazón latiendo con urgencia, corrí hacia Athenea, que yacía en el suelo como una figura humana agotada. "¿Qué ha sucedido?" pregunté, angustiado por la fragilidad de mi compañera mística.Drakar respondió en mi mente 

Lyssander, "Athenea, al sincronizarse con la energía de las runas, pudo transmitir imágenes y conceptos asociados con el mensaje cifrado. Pero el precio fue alto, y su energía se ha desvanecido. Ahora, más que nunca, debemos ser cautelosos. La magia, aunque poderosa, puede consumir incluso a los seres más místicos si no se maneja con prudencia."

Bajo el vasto cielo de las praderas ondulares, mientras sostenía a Athenea en mis brazos, levanté la cabeza y divisé a un individuo de baja estatura junto a un árbol. Su apariencia era notablemente peculiar para un humano: rasgos finos y delicados, con ojos luminosos que reflejaban una conexión única con la naturaleza circundante. Su vestimenta estaba adornada con colores terrosos y detalles florales, como si estuviera en armonía con el entorno. Aunque su presencia era intrigante, no podía dejar de sentir un aire de misterio, como si hubiera algo más en él de lo que mi comprensión alcanzaba.

Al llegar exhausto a la tienda de Barret, el anciano, observando la figura inconsciente de Athenea en mis brazos, inquirió con preocupación: "¿Qué ha sucedido esta vez?" Detalladamente le relaté el encuentro con la misteriosa piedra, las revelaciones de Drakar acerca de las runas antiguas, y cómo Athenea, con sus manos delicadas, se sumió en la sincronización con la energía ancestral impresa en la piedra. A través de esa conexión, me transmitió imágenes, emociones y conceptos, compartiendo simultáneamente la información con Drakar.

También le conté a Barret que Athenea me envió imágenes a mí y a Drakar sobre conspiraciones políticas, descifradas de las runas grabadas en la piedra.

Las visiones era. 

Un rey elfo traicionero, cuya corona oculta oscuros designios contra su propio reino.Una alianza sombría entre un consejero enano y un hechicero humano para manipular tensiones raciales.La extorsión a un venerable dragón para forzarlo a actuar en contra de su naturaleza.Un líder carismático entre orcos y ogros formando un ejército amenazante.Intrigas políticas humanas, donde un rey ambicioso conspiraba para expandir su imperio.La influencia de los Umbragrim, seres oscuros, en la trama cósmica. Y La misteriosa participación de los Drifters, una raza nómada con habilidades místicas.

La expresión de Barret se tornó en pura incredulidad mientras le narraba la extraordinaria secuencia de eventos. De repente, su boca se abrió en asombro, dejando caer la pipa al suelo. Mientras recogía su inseparable pipa, proseguí con el relato. La escena se volvió aún más enigmática cuando Athenea, la sfinge, se desplomó ante nosotros. Al inclinarme para recogerla, un giro más surrealista se presentó ante mis ojos: un enano, de estatura tan diminuta que las mismas plantas de las praderas ondulares parecían erguirse majestuosamente sobre él, nos observaba. Al notar mi mirada, el pequeño ser se esfumó en una carrera veloz, 

Barret, con un asombro creciente, inquirió con curiosidad: "¿Un enano? ¿Estás seguro? ¿Cómo era?"

Le respondí que, tal como le contaba, era diminuto,  y sin rastro de barba ni corpulencia.