Era una off la cocina para prepararme el almuerzo. Siento algo extraño, pero no le doy mucha importancia. Me subo al carro para ir al trabajo.
Suspiro. "Ojalá me pase algo emocionante", digo en forma triste.
Me detengo porque el semáforo se pone en rojo. Escucho a personas gritando que me baje del carro porque viene otro vehículo a toda velocidad por el camino. Rápidamente intento quitarme el cinturón de seguridad, pero se queda atascado. Empiezo a gritar.
"Pero qué mierda. Vamos, rápido. No quiero morir aún", exclamo.
El camión choca con mi carro y me saca del carril. Dos horas después llegan los enfermeros y logran sacarme del carro. Me suben a la camilla para llevarme al hospital.
Siento que mi cuerpo ya no siente dolor. Toda esta vida de porquería que tuve después de 36 años viviendo solo con depresión, porque nunca pude encontrar el amor de mi vida. Bueno, ya que estoy muerto...
"No estás muerto", escucho la voz de un señor mayor.
"Perdón, ¿hay alguien ahí?", digo confundido.
De repente, se asoma un viejo con traje blanco y una barba muy larga.
"Perdona, ¿y usted quién es?", pregunto confundido.
Dios: No estás muerto. Hola, perdón por no presentarme. Soy Dios. Te he estado observando por mucho tiempo. Vaya que vida tan jodida tenías, jaja.
JM: Dios, ¿eres real? Yo pensé que eran mentiras de que existe un Dios.
Dios: Bueno, hijo mío, solo quería decirte que no estás muerto. Solo estás en coma por el accidente automovilístico que tuviste. Te daré una segunda oportunidad en un mundo de fantasía, pero tendrás un propósito: encontrar el amor.
JM: Una segunda oportunidad... (digo tristemente) Bueno, ¿y qué va a pasar con mi cuerpo en el otro mundo?
Dios: Buena pregunta, hijo. Te llamaré para traerte de vuelta y llevarte a tu otro cuerpo, para que despiertes del coma.
JM: Bueno, ya que... Y otra pregunta, ¿en este mundo tendré casa, carro u otras cosas así?
Dios: Sí, tendrás tu casa igual que en el otro mundo. Bueno, hijo, es hora de que te vayas. ¡Adiós y buena suerte! (dice felizmente).
JM: Espera, ¡qué... AAAAAHHHH! (Estoy cayendo del cielo). Dios, ¿por qué no me dijiste que me ibas a tirar así?
Dios: Perdón, la próxima vez no lo hago.
Miro hacia abajo y veo mi casa junto con mi carro, pero no estoy en mi ciudad. Veo un letrero que dice "Bienvenidos a Japón". De repente, veo que estoy a punto de chocar contra el techo de mi casa.
JM: (empiezo a gritar) ¡AAAH! ¡NOOO! ¡NOOO! (despierto de forma brusca, siento que mi corazón me va a estallar). Estoy en mi cama, todo está igual que en mi casa en el otro mundo. (Bajo las escaleras y me dirijo a mi cocina y exploro toda la casa) Wow, lo hizo bien Dios. (Voy hacia la mesa y miro una carta de Dios que dice):
Dios: Hijo JM, aprovecha esta vida que te di en Japón. Perdón por no avisarte y no te preocupes por el dinero. Y recuerda nuestro acuerdo, que te la pases bien.
ATTE: Dios
JM: Bueno, siempre quise viajar a Japón. (Salgo de mi casa y empiezo a caminar por el parque de Japón, ya que no puedo usar el carro debido al accidente automovilístico que tuve en el otro mundo. Camino por todas partes y me siento en una banca cerca de una fuente cuando me resbalo por unas canicas que unos niños tiraron por accidente y caigo hacia atrás, golpeando a una persona) Malditos niños y sus canicas.
(Vuelvo rápidamente para ver a la persona que empujé y pedirle perdón)
JM: Perdón, mil disculpas, es que esos niños aventaron unas... (me quedo con la mirada fija en esa cara tan bonita, esos ojos azules que combinan perfectamente con los audífonos. Es una mujer tan guapa).
JM: Perdón, señorita, ¿se encuentra bien?
Jovencita: Sí, estoy bien, gracias.
JM: Perdona si quiero recompensarlo con algo, si quiere, puedo invitarla a comer por el golpe que le di.
Jovencita: No, no hay problema, solo fue un golpe, pero se me va a quitar, jaja.
JM: No, señorita, yo insisto, yo la invito a lo que usted quiera.
Jovencita: Bueno, ya que insistes. (Me lanza una sonrisa)
JM: Perdona, ¿cuál es su nombre?
Jovencita: Me llamo Miku Nakano, y usted?
JM: Yo me llamo JM. Y ¿a dónde quieres ir?
Miku Nakano: Hay una cafetería aquí cerca, está a dos cuadras. Y cuéntame, JM, ¿de dónde eres?
JM: (No puedo decirle que soy de otro mundo, mejor le diré una mentira) Soy de aquí, de Japón, jejeje.
Miku Nakano: Bueno, ya llegamos a la cafetería.
Entramos a la cafetería y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, y viene la mesera.
Mesera: Hola, buenas tardes, ¿qué van a pedir?
JM: Yo quiero un flan de chocolate, por favor.
Miku Nakano: Yo también quiero un flan de chocolate, gracias.
Mesera: Bueno, enseguida se lo traemos.
Nos traen los flanes y empezamos a comer junto con un té de limón.
JM: Y usted, Miku, ¿qué hay de ti?
Miku Nakano: Yo vivo con mis hermanas en un departamento que está aquí cerca.
Miku me empieza a contar lo que pasó: que una de sus hermanas se casó con una persona llamada Futaro y que ahora ella ya no vive con ellas, pero cada fin de semana va a su casa para visitarlas.
JM: Wow, Miku. No puedo creer que ella se haya enamorado de esa persona y al final la haya escogido a ella. Eso es triste porque te enamoraste de una persona para que se fuera con otra.
Miku Nakano: Pero eso ya pasó y ahora estoy bien. Así vivo sola en mi apartamento que me compró mi papá.
Está empezando a anochecer, salimos de la cafetería y empezamos a caminar. Cuando llegamos al apartamento de Miku...
JM: Bueno, Miku, aquí estamos en tu casa. Adiós, que tengas buenas noches. (Antes de que Miku cierre la puerta, le digo de forma nerviosa) Miku, espera.
Miku Nakano: Sí, dime JM, ¿qué pasó?
JM: ¿Me puedes pasar tu número? Por si quieres salir a algún lado, caminar o comer juntos. (Ay no, ya me va a decir que no o me va a rechazar, qué miedo).
Miku Nakano: Bueno, aquí lo tienes. Espero tu mensaje.
JM: (Agarro el papel todo nervioso) Bueno, Miku, adiós, que tengas buenas noches.
Miku Nakano: Tú también, que tengas buenas noches, JM. (Cierra la puerta con una sonrisa).
Me dirijo a mi casa, que queda a 4 cuadras de su casa. No puede ser que tengo el número de una chica tan guapa. Estoy tan feliz que no sé qué hacer, jaja. Entro en mi casa y me meto a bañar.
15 minutos después...
Salgo y me pongo la pijama para dormir. Antes, le mando un mensaje a Miku para que tenga mi número.
Bueno, a dormir.
Continuar...
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Un Amor Infinito (Edición Especial)
RomansJM un muchacho de 35 años tiene una vida de porquería cuando de repente tuvo un accidente automovilístico que lo degan en coma dónde despierta en otro mundo y conose a una mujer que lo enamoraría