II+. I've Been Waiting For You (SuA + SiYeon)

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La noche había caído muy rápido. La herida ya había parado de sangrar y Minji ya se había ido a su habitación. Eran cerca de las once de la noche y SuA aún no había vuelto, Siyeon comenzaba a asustarse, hasta que la chica entró y le dedicó una sonrisa algo débil.

–Hola, Siyeon.

–Hola, ¿cómo estás? ¿ocurrió algo?

–No, sólo me hice una herida en el brazo. Pero suelo sangrar mucho.

Al escuchar eso, SiYeon se arrepintió de haberse hecho la herida a propósito. El cuerpo de Siyeon era realmente rápido curando heridas, jamás tuvo problemas con ellas. Con esa herida, sólo le había dolido al inicio, y apenas sangró unos segundos. SuA, por otro lado, se veía incluso pálida, la venda que aún tenía SuA en su brazo estaba realmente llena para la delgada herida que era. SiYeon inmediatamente fue al baño y sacó algunos paños y agua. Al volver, SuA estaba acomodada en la cama, sobre su brazo derecho.

–¿Duele? –preguntó SiYeon, sentándose al lado de SuA.

–Algo. –contestó ella, sentándose a su lado– ¿Qué es eso?

–Tu venda está algo sucia. Te voy a limpiar la herida.

SuA se acomodó su largo y negro cabello hacia atrás y dejó que SiYeon se encargara. La chica se acomodó delante de SuA, entre sus piernas y comenzó a deshacer el nudo mal hecho de la venda. Con cuidado, comenzó a limpiar con los paños alrededor de la larga herida, cada ligero golpe que daba hacía que ella misma sintiera punzadas en el lugar exacto donde lo hacía, confirmando las pocas sospechas que le quedaban. Se había puesto una blusa de manga larga, para que la pelinegra no se diera cuenta por sí misma. Siyeon aún no sabía cómo sacar el tema.

SuA observaba lo minuciosa que SiYeon estaba siendo mientras limpiaba su herida. Juraría que estaba demasiado cerca, pero realmente no le molestaba. Su respiración se agitó un poco al sentirla tan cerca. Le había comentado a Yoohyeon lo que había pasado por la tarde, cuando saludó a Siyeon, la felicidad que se apoderó de ella cuando la tocó, sus piernas temblaban y su única y misteriosa cicatriz ardía con fuerza. Pero esta nueva herida no sabía cómo había sucedido, simplemente sintió una gota de sangre recorrer su brazo y el dolor comenzó a hacer su efecto. Intentaba buscar alguna pista en el brazo de Siyeon, pero debido a su larga y holgada blusa, no pudo encontrar nada.

–Lo siento. –escuchó a la pelirroja decir.

SuA la miró extrañada, por primera vez capturando su mirada.

–¿Por qué?

Siyeon se levantó la larga manga izquierda, dando a conocer una perfecta réplica de lo que había estado ayudando a limpiar. SuA veía la herida en el brazo de SiYeob, aún sin procesarlo del todo, sabía perfectamente lo que significaba. Ambas lo sabían. Cuando Siyeon terminó de vendar la herida de SuA, SuA se abalanzó sobre SiYeon.

Y ahí comenzó. Una ráfaga de sentimientos se adueñó de sus cuerpos. Ambas sentían su corazón salir, su pecho subir a bajar y comenzaron, por alguna extraña razón a llorar. Las heridas comenzaban a arder ligeramente. Miles de mariposas revoloteaban en sus estómagos. Finalmente, SuA se separó y pegó su frente con la de Siyeon.

–Realmente no puedo creer que tú me hayas hecho esa herida en el muslo, tienes que darme una explicación.

Siyeon rio.

–Luego te lo contaré, SuA-ssi. –depositó un beso en la frente de la pelinegra.

–Me hiciste pasar vergüenza en el colegio, Siyeon. Todos pensaron que me había llegado la regla o algo así.

–Lo siento, no era mi intención. De haber sabido que las almas gemelas existían, hubiera salido todos los días cubierta en almohadas, y probablemente hubiera dejado de hablarle a MinJi.

–Hubiera sido lo mejor. Aún no podía curar un raspón en las rodillas cuando tú ya te habías hecho otros veinte alrededor. Mis padres incluso me llevaron al hospital pensando que mis piernas habían dejado de funcionar o algo así. Ambas rieron ante la confesión de SuA. Era cierto, Siyeon era muy brusca jugando y solía hacerse un millón de rasguños, raspones y moretones, era sorprendente que sólo tuviera una cicatriz.

–Bueno, SuA, es hora de dormir. Mañana te ayudaré a acomodar el resto de tus cosas y saldremos por ahí. –dijo SiYeon, recostando a la chica en la cama. Acomodó una almohadilla al lado del brazo herido de SuA y se pasó al lado contrario.

SuA volteó su cara hacia Siyeon, quedando frente a frente, de nuevo. Quedando ambas en silencio, bajo la luz de la luna, que solamente iluminaba sus rostros.

–Te estuve esperando. –susurró SuA.

–Yo a ti no –confesó Siyeon–. Pero eres una bonita sorpresa.

Silencio. Ambas intentaron dormir. Siyeon se mantuvo despierta por un rato más.

–En realidad, eres la más bonita sorpresa que he tenido. –musitó, acercándose lentamente a los labios de SuA, besándolos con sutileza.

Sorprendiéndola de nuevo, SuA respondió a su beso.

–¿Siyeon?

–¿Sí?

–Te quiero.

SCARS |JIYOO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora