Capítulo 10.

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Narrados omnisciente.

Se podía sentir la mirada de odio de dos pares de ojos, dirigidos a dos hombres, los cuales tocaban y pasaban un buen rato con las cuales eran sus ex novias. Se podría deducir a kilómetros que los ex's querían asesinar a los ahora novios de las dos pelirrojas. 

Pero ellos estaban tan entretenidos que no sentían esas dagas que eran dirigidas a ellos.

Había tres chicos sentados en la mesa, mirando todo el panorama, viendo cada movimiento, solo que uno de ellos veía con cierto tono de sarcasmo en su mirada. 

Ya que por su mente pasaba los "No ni al caso, nunca andaría con una de las dos raritas". Ja como las cosas cambian, ya que ahora los dos estaban por asesinar a los doctores. 

―Juro que si no deja de tocarla, lo asesino ahora―Su voz salía con tanto odio que habría la posibilidad de que saliera veneno de su boca.

―Ja mira como la toca, que se consigan un cuarto. Uy esa mano árbitro, tarjeta roja―Decía Ezequiel con burla mientras que codeaba a Bruno, él cual no le agradaba para nada la vista que estaba teniendo.

―Te callas o te reviento la cabeza―Parecía más una advertencia y a la vez que una amenaza. El doctor Iván tocaba el inicio de los senos de Babi, provocando mucha ira en nuestro querido Bruno el cual reventó su vaso.

La camarera al ver esto, llegó furiosa y a la vez preocupada, ya que se podría haber cortado.

―¿Esta bien, joven?―pregunto pero al no recibir respuesta, se enojo―Bueno le comento que lo tendrá que pagar.

―Llamala se está haciendo tarde y no tenemos tiempo para ridiculeces―Ezequiel solo asintió ante el pedido de su amigo. Aparte de que era verdad no tenían tiempo que perder.



...


Mientras tanto con Nat, estaba jugando con los chicos volleyball. Escucho el timbre de mi teléfono, uy llamada. 

―Esperen, salgo. Tengo una llamada―Corrió hasta su teléfono, vio que se trataba de Samael y se preocupo.

―Bueno, ¿Qué paso?―Espero a ser respondida del otro lado, mordiéndose las uñas.

―Noah, ellos llegaron. Es completamente seguro, no se que quieren pero estén muy atentas―Decía el señor del otro lado, por el cariño que les había tomado ya que se habían vuelto verdaderamente sus hijas.

―Bien entendido―Veía como su hermana se retiraba del medico para ir al restaurante, bien de aquí la veo, pensaba ella. 

―Creo que Nic ya lo sabe, le mando mensaje uno de los mejores amigos, algo más pasa aquí. No te preocupes, nosotras lo descubrimos― Antes de escuchar respuesta, colgó.


...


―Como quisiera acercarme, decirle que no la abandone, que la quiero besar, que me vuelva a decir que me quiere, tocarla.―Se le podrían ver los ojos llorosos.

―Ya lo sé, pero recuerda que debemos de saber si todo está seguro. En este momento nos pudimos acercar porque el perímetro es seguro, pero recuerda están en peligro.―Su tono de voz era triste, él también se quería acercar a la chica que hacia que su corazón saltará como loco.

Bruno veía a su hermano, le palmeo la espalda en señal de apoyo, los dos tenían el mismo sentimiento.

―Señor perímetro asegurado al igual que la choza―Se escuchó por la oreja de Bruno y Carlos. Con la choza se referían a la casa que estaban alquilando Babi y Nat.

―Perfecto cuando regresen interceptamos e informamos―Verificó Carlos. Los dos se mostraban tranquilos ante los demás, pero estaban preocupados en su interior.



...



Unas horas después.

Llegaban a la casa los amigos, después de un largo día de playa el cual unos habían disfrutado, dos pelirrojas por otro lado no tanto.

―Bueno vamos a cenar muero de hambre― Decía Jasper, mientras sonaba su estómago todos rieron por eso y asintieron para ir a preparar la cena.

―Tenemos que hablar, chicos en un momento regresamos―Noah tomo de la mano a Nic para que la siguiera.

Estando ya en el garaje, se dieron cuenta de todo, estaban donde los dos hermanos querían que estuvieran.

―Haber que recuerdas que los Díaz tenían propiedades en todos lados, bueno pues estamos en una de ellas―Le conto Noah a Nic, mostrándole los papeles de la casa la cual habían alquilado, con el paso del tiempo se había hecho una master en la tecnología y podía hackear lo que se propusiera.

―MIERDA― Solo eso le quedo decir a la otra hermana.

―Y como siempre las dos me sorprenden, son el mejor dúo, por eso deben de estar con el mejor dúo.―Se escuchó una voz ronca.

―Que obviamente somos nosotros―Esa voz, Babi la conocía a la perfección haciendo que la piel se le erizara.


―No me jodas―Fue lo único que salió de su boca. 

LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora