Capítulo 8.

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Cierro la puerta del auto, él baja la ventanilla del auto.

—¿estas segura que no puedes pasar un poco de más rato conmigo?—hace un puchero, este hombre me tiene loca.

—no, Iván ya te dije tengo un examen importante—le digo me estiro un poco y él hace lo mismo, le dejo un beso en los labios y me voy. "Estas preciosa"

—pero... pensé que mañana ibas a llegar a casa, que me creo que pronto tendré un sobrino—dice Nat, con una mueca en el rostro. Me río un poco, no se si tomarlo bien o mal ese comentario

—buenos días también para ti hermanita—le digo con una sonrisa, ese mañanero me dejo una sonrisa en el rostro

—buenos días—gruñe un poco, paso mi brazo sobre sus hombros pensando—por favor dime que si usaste condón—suplica

—tranquila no vas a ser tía tan pronto, aparte tomo pastillas, que a veces las odio pero bue...— Nat pone los ojos en blanco, me quita mi café de la mano y le da un sorbo. Suelta un gemido de satisfacción

—uy si eso te hizo el café, no quiero imaginar lo que te provocara William—subo y bajo las cejas, con una mirada pervertida

—oye...— me regresa el café y se va, me río un poco de ella- te veo en un rato, si puedes con ese examen, tengo una chingonería de hermana- me grita alzando las manos en las cuales tiene, unos guantes

—te quiero—le grito, ella me grita "yo igual".

Camino hacia la entrada de la uni, en la cual están unos aparatos los cuales leen el código de barras de la credencial, le doy el ultimo sorbo a mi café. Me siento en mi respectivo lugar, la licenciada comienza a entregar los exámenes.

-bien a partir de ahora tienen 40 minutos, pueden comenzar-deja su cronometro en la mesa y... Mierda voy a reprobar.

40 minutos después. 

Comienzo a hacer cuentas en mi cabeza, pensando si es que paso.

—¿Cómo andas, Babi?—Victoria una chica guapa de cabello negro, blanca. Vestido rojo, con gabardina negra y tacones. Mi amor, con ella.

—Bien pensando si es que me fue bien en el examen, no tiene piedad. ¿Tú cómo andas?—la miro, la media abrazo. Porqué no le gusta tanto el contacto físico como a mí.

—La mejor de las suertes para ti, bebé—me dice tiernamente, pasa a nuestro lado su novio la ve, se sonríen mutuamente y se va.

—¿Peleados?—le interrogó, ella niega con la cabeza

—Solo estamos un poco distanciados, ya sabes lo mejor para la pareja y dejar de ser monótonos—sentencia con seguridad y con una sonrisa, que a los segundos desaparece

No opino nada , la abrazo por los hombros y vamos juntas caminando.

—¿Sabes qué es lo bueno de todo esto?—me interroga con una sonrisa mientras caminamos a la salida de la uni, despidiéndonos del policía de la entrada.

—¿Fiestas, pijamadas, viajes, pedas masivas?—contesto un poco emocionada

—En parte de eso querida amiga, es la libertad—dice mientras abre la puerta, saliendo nos recibe el gloriosos aire. Ah caray, eso fue de pelicula. Me despido de ella con la condición de mandarnos mensaje.

—Holi—habla mi hermanita a mi oído, provocando que de un brinquito

—Mierda Noah, casi me matas—pongo una mano en mi pecho, agarrándola del hombro

—Mierda así debes de tener la conciencia—habla con mala cara, haciéndome quedar como pervertida o algo por el estilo, bueno si hablamos de esconder algo pues si lo hacemos

LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora