Supernova (Oshi no Ko x M! Reader)

Capítulo 0: Prólogo

Calles de Tokyo.

Entre toda la marea de gente caminando por las calles de la gran ciudad, dos personas, un adolescente y su sobrina caminaban juntos, dando una no tan pequeña vuelta. La chica, llamada Kei, miraba llena de emoción las pantallas publicitarias las cuales mostraban al famoso grupo de idols B-Komachi. Pero, la atención de la chica estaba dirigida hacia la chica "líder" del grupo, Ai.

—¡Ai-san es genial! ¡Siempre tan brillante! —la chica dijo mientras sus ojos derrochaban la misma emoción que antes, dando pequeños saltos emocionada.

TN sonrío al ver a su sobrina así de emocionada, luego acarició la parte superior de su cabeza mientras sostenía su sonrisa.

—¿Estás contenta con lo que compraste? —cuestionó mientras miraba la bolsa que Kei llevaba, la cual era de una de las tantas tiendas oficiales de merchandising de B-Komachi.

Kei sonrió y asintió enérgicamente, sonriéndole de oreja a oreja a su tío.

—Bien. Entonces vamos a casa, Koshiro debe llegar a casa pronto y será mejor que estemos ahí a tiempo —habló el chico para luego comenzar a caminar en dirección al departamento donde vivía junto a su hermano Koshiro. 

Tras una caminata de varios minutos, ambos llegaron a su departamento, donde Kei corrió a su habitación para poner su nueva pieza de merchandising junto a todo lo demás que tenía de Ai y B-Komachi. Por su parte, TN se dirigió a la cocina y comenzó a preparar algo para su hermano. Al cabo de una hora la puerta del departamento se abrió y un hombre de alrededor en sus treinta y pocos entró al departamento.

—Estoy de regreso —Koshiro habló mientras dejaba sus zapatos en la entrada.

—Bienvenido, hermano. Ya estoy por servir la comida —TN respondió desde la cocina mientras movía la sartén en la hornalla. 

El joven sirvió la comida en tres platos, llevando dos a la mesa del living y poniéndolos sobre la mesa. Uno de ellos lo dejó frente a su hermano y el otro lo colocó a su lado.

—Gracias —dijo el hermano mayor, luego tomó sus palillos y se llevó un trozo de la comida, saboreándolo y disfrutando —. Sabes, deberías anotarte a una universidad de cocina... Tienes futuro, puedo pagar tu matrícula así puedes dejar tu trabajo...

—No es necesario por el momento... Estoy bien. Además, el dinero no me viene mal —respondió TN con una sonrisa, luego se dio media vuelta y fue hasta la habitación de Kei, llamó a la chica para comer y luego se sentó en la mesa.

4 AM. Bar de Tokyo.

Tras terminar de limpiar las mesas y guardar los vasos, TN suspiró y se sentó en uno de las sillas que había en la barra. Así, el chico sacó su celular y comenzó a navegar a través de Twitter.

«La idol Ai en hiatus... Hmm... Kei no va a estar contenta por esto.» pensó el chico mientras leía los encabezados de los artículos que salían en su inicio.

—No sabía que eras fan de las idol o de Ai —dijo uno de sus compañeros mientras observaba la noticia que el chico leía en su celular.

—En primera, eres un metiche —TN habló con una leve sonrisa bromista mientras apagaba la pantalla de su celular —. Y en segunda, no soy fan, esa es mi sobrina.

 —Si si, lo que digas —respondió el otro chico con la misma sonrisa burlona.

—Oh, jódete —dijo TN mientras reía levemente —. Bueno, mi turno terminó hace unos minutos, así que con tu permiso, me retiro —habló TN nuevamente mientras iba a la parte trasera del bar para cambiarse y posteriormente salir del establecimiento.

TN caminaba por las tranquilas calles nocturnas de Tokyo, pensando en qué iba a comer cuando llegase a su casa cuando sintió algo extraño a su alrededor, algo estaba perturbándolo.

Volteando disimuladamente, notó como una figura encapuchada lo seguía. Tratando de no ser tan obvio, comenzó a desviarse de su camino usual, tratando de confirmar si el sujeto realmente estaba siguiéndolo o solo era una idea suya.

Para su mala suerte, el tipo realmente lo estaba siguiendo, por lo que TN no tenía otra opción que tratar de despistarlo. En un movimiento desesperado, el chico se adentró en un callejón, pero para su mala suerte este no tenía ninguna salida. Al voltear para intentar salir, se encontró con el encapuchado en la entrada.

Sin muchas opciones, TN solo comenzó a retroceder lentamente mientras el sujeto se acercaba más y más.

—¿Qué quieres, amigo? —preguntó, tratando de mantener la calma.

—Tu celular. Ahora —demandó el hombre mientras sacaba un cuchillo del bolsillo de su sudadera.

Viendo el arma, el cuerpo de TN se tensó y levantó sus manos levemente.

—Tranquilo, no hay necesidad de ponerte agresivo.

—Dije que me des el maldito celular —replicó el ladrón mientras se acercaba más y más a TN.

Al estar lo suficientemente cerca, TN no lo dudo y se abalanzó contra el tipo, tratando de quitarle el cuchillo. Ambos comenzaron a forcejear, cayendo en el suelo en el proceso. El encapuchado no soltó el arma, logrando asestar un par de cuchilladas en el abdomen de TN. 

Por la adrenalina del momento, el chico no las sintió, por lo que golpeó al tipo en el rostro  repetidamente hasta que finalmente soltó el cuchillo y este cayó al suelo. TN lo tomó y sin dudarlo le devolvió las puñaladas al tipo un par de veces en el pecho hasta que este dejó de moverse.

Con su corazón aún palpitando rápidamente, se levantó y dio un par de pasos, trató de cubrir sus heridas con su mano izquierda, con la derecha desbloqueó su celular listo para llamar a su hermano cuando sus piernas dejaron de responder y cayó de bruces al suelo, soltando el celular.

Usando las pocas fuerzas que le quedaban, estiró su sangrienta mano izquierda y tomó el celular. Este seguía en el inicio de Twitter, con la noticia del hiatus de Ai.

«Koshiro... Kei... Lo siento...» pensó el chico mientras su mirada se desvanecía poco a poco, al mismo tiempo que soltaba el celular, el cual quedó totalmente cubierto de su sangre.

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Los ojos de TN se abrieron nuevamente, siendo enceguecido por una brillante luz blanca. Luego de unos segundos, se acostumbró a la luz. Sin entender la situación, el chico bajó su mirada, notando que sus manos eran demasiado pequeñas a comparación de antes.

Mirando al rededor, notó que estaba en una habitación de un hospital junto a dos bebes y una mujer de ojos y cabello morado.

Sin entender del todo lo que sucedía, unas enormes ganas de llorar lo invadieron. Sin poder evitarlo, lágrimas comenzaron a caer de sus pequeños ojos.

La mujer de cabello morado lo tomo entre sus manos y lo elevó levemente hasta tenerlo frente a sus ojos.

—¿Qué sucede, Jadeite? —preguntó al mismo tiempo que lo bajaba y comenzaba a abrazarlo contra su pecho —Tienes los mismos ojos que yo... —dijo Ai en un tono tranquilo.