Contemplate you

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—¡SONIC, TOMA MI MANO! —Shadow gritó con todas sus fuerzas a su compañero erizo que perdía el poder y conocimiento de su cuerpo a cada segundo que caía del espacio a la tierra.

El color dorado de las púas de Sonic volvió a su característico azul. Sin ese poder, no había nada que lo protegiera del calor de la caída. El erizo estaba siendo incinerado vivo. Sólo por unos segundos pudo ver cómo su amigo Shadow lo seguía en la caída, mientras le extendía su mano para intentar salvarlo. Sonic le mostró una sonrisa aún con todo ese dolor por el fuego que lo quemaba, su alegría era genuina, ya que en sus ojos verdes estaba viendo todo. Vio el pasado, presente y futuro de todos los universos que habían sido salvados.

Gracias a él y a Shadow, los Sonic's de diferentes mundos, sus amigos de otras realidades y todas las posibilidades estarían a salvo.

Ver esa visión lo hizo sentir mejor, incluso le hizo pensar que su sufrimiento valía la pena.

Todo por salvar a los demás...

En cuanto a Shadow, pensó que podría salvar a su amigo calcinado a tiempo. Pero no, ya era demasiado tarde, se había convertido en polvo de estelar frente a él.

—So-Sonic... ¡¡SONIC!!

Shadow despertó a gritos. Su cuerpo se levantó temblando y sus ojos rojos se sintieron pérdidos. Su cuerpo se levantó temblando y sus ojos rojos se sentían perdidos, un ataque de estrés se estaba apoderando de él, mientras más gritaba su compañera de cuarto murciélago despertaba por aquellos ruidos. Rouge abrió sus alas, que la mantenían arropada boca abajo. Un poco cansada y fatigada, se obligó a ayudar a su compañero erizo.

Ella descendió volando para llegar a la cama de abajo y llamar su atención. —Shadow... Shadow estoy aquí. —ella lo apoyó de una manera tranquila y muy amable. —Tranquilo estás aquí, todo está bien. Relájate y respira...

El erizo oscuro volvió a respirar con normalidad, gracias a las palabras de Rouge y su mano que le acariciaba la espalda para pasar su ataque.

—... Rouge... Ah, lamento despertarte tan tarde otra vez... Yo...

—No te disculpes lindo, ya estoy adaptada. —la murciélago lo interrumpió y ayudó a su compañero a levantarse de la cama. —Entiendo que no puedes superar la pérdida de él. Para eso están los amigos, para ayudar se en el peor momento. —Rouge escapó un pestañeo coqueto para él.

.  .  .  .

La hora de dormir terminó y comenzó la hora del almuerzo para el erizo oscuro.

Sin la intención de variar en la comida, agarró el plato típico de siempre: Un nutritivo sándwich con la receta ARK, un vaso de agua y granos de café ; los cuales comía como si fueran simples palomitas de maíz.

Shadow quería mantenerse despierto y bien alimentado, por las posibles misiones que le encargaría el jefe de G.U.N o los ataques imprevistos del Dr. Eggman que tendría que evitar. En lugar de recibir una misión o un ataque, recibió lo contrario. Días libres por su superior y el Dr. Eggman no hizo una sola aparición con sus máquinas en toda la mañana y tarde.

Incluso si le dieron días de descanso, Shadow no quería relajarse y aunque Rouge le recomendaría irse de vacaciones en un barco de lujo, ir a un masajista o al menos intentara socializar más con los demás. Él se negó a todo y simplemente se fue a correr con sus Air Shoes, para sentir el viento en sus púas e imaginar que estaba haciendo una carrera con otro... Con tal erizo azul que ya no estaba.

«¡Hey Shadow! »en su mente recordó la voz de su contrincante. «Una carrerita hasta la cima de la colina, el perdedor es un erizo dormido. »

Un rastro naranja quedó detrás del erizo oscuro mientras aumentaba su velocidad para llegar a la colina, esquivando cada rama de árbol y piedra para finalmente llegar a la cima. Su respiración se volvió dificultosa y su cola se movía ansiosamente de un lado a otro. Se había emocionado demasiado y tenía que controlar esas emociones, ya que no había ganado ninguna carrera.

Solo había competido en contra del viento y un viejo recuerdo.

—Relájate, ten la mente aquí... Ya no está... Ya no está... El ya no está... —Shadow repitió sus dolorosas palabras para sí mismo. —Mente tranquila, mente tranquila...

El erizo recuperó nuevamente la compostura y levantó la mirada para ver el cielo ahora nocturno.

Vio la luna, la variedad de estrellas y si fuera posible tener en ese momento un telescopio podría ver la colonia espacial ARK. Sus ojos rojos miraban todo el cielo, que lucía igual que ayer. Casi igual, ya que había dos sistemas planetarios cercanos que nunca habían estado a la vista del cielo. Shadow miró aquello con gran duda y como una posible amenaza los dos planetas que parecían lunas coloridas.

—Debo informar esto y conseguir rápido las esmeraldas del caos en el camino... —cuando se dio la vuelta y casi dio su primer paso, las gemas antes mencionadas aparecieron flotando frente a él. —¿Qué? ¿Pero cómo aparecieron?

Shadow no pudo decir nada más ya que las siete esmeraldas lo transformaron, dejando atrás sus púas oscuras al dorado y obligándolo a abandonar el suelo para volar hacia arriba.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué no puedo controlar el vuelo? —preguntó desesperado.

El erizo intentó tomar el control del poder de las gemas milagrosas y fracasó, ellas tomaron el control de su cuerpo para abandonar su mundo e ir a los lejanos planetas gemelos.

—Con que me llevan ahí... ¡Entonces iré!

Shadow aumentó su poder en todo su cuerpo y púas doradas. Su vuelo liberó un rastro de energía amarilla a través del espacio por el que pasó. Cada vez podía ver mejor esos sistemas de formas inusuales que curiosamente no eran circulares, en realidad tenían forma de un par de ojos.

—Que... ¿Qué mierda es eso?...

Al mover su mirada hacia distintos lados, Shadow pudo comprender que lo que veía era parte de un cuerpo gigantesco, uno que brillaba con la fuerza de mil soles y con su par de ojos multicolores.

El gigante sonrió al pequeño espectador y dijo unas palabras que resonaron en un eco infinito. —Hola pequeño amigo.

Shadow aún volando en el espacio, se quedó adorando con sus ojos rojos a aquel gran gigante de figura reconocible, un tanto abstracta... Y tan dolorosamente igual que él.

—Hola Sonic...

Celestial SonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora