Julieth Montague, una chica de 17 años que vivió casi toda su vida en Los Ángeles, se muda a Colorado junto a su madre y hermana, después de varios problemas familiares que tuvieron. Allí, en Silver Falls, se reencuentran con el mejor amigo de su m...
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Julieth Montague.
Al día siguiente, me levanté temprano muy emocionada; era el juego de Parker por el que estuvo practicando toda la semana y no quería llegar tarde. Tanto Emery como yo estábamos emocionadas por verla jugar a algo que se veía que amaba.
Al llegar al lugar donde sería el juego, nos encontramos con Katherine, Lee, Isaac y Nathan, quienes ya estaban allí sentados en las gradas esperando a que el juego comience. La ausencia de Cole se me hizo extraña, pero supuse que estaba en el baño o hablando con Parker antes del incio del partido.
Mamá, Emery y yo nos unimos a ellos y los saludamos con entusiasmo. Mi hermana y yo nos sentamos al lado de los hermanos Garcia, mientras que nuestra madre se sentó junto a Nathan y Katherine.
—Oye, Isaac, ¿dónde está Cole? –pregunté después de unos veinte minutos al ver que no aparecía. El juego comenzará en diez minutos, y desde donde estábamos, podíamos ver a Parker llena de nervios. Necesitaba a su hermano mayor.
—No sé, no volvió a casa anoche, y la tía Katherine ha estado llamando sin recibir respuesta —contestó.
Fruncí el ceño, confundida. Cole nunca dejaría plantada a su hermana menor. Lo conozco muy bien y sé que no lo haría nunca en su vida.
—¿Dónde lo vieron por última vez ayer? ¿Les dijo dónde estaría hoy? —inquirí.
—No, nada —acotó Lee.
—Creo que yo lo sé —intervino Emery, uniéndose a la conversación. Todos nos volteamos a verla, excepto las adultas y Nathan, que estaban metidos en otra conversación—. Anoche, Jackie y Sheyla lo invitaron a cenar con nosotros para agradecer lo de la subasta. Él llegó al lugar, pero terminó yéndose con Erin.
—Entonces, ¿las dejó plantadas por Erin?
—Exactamente –confirmó.
—Probablemente se quedó a dormir en casa de Erin —agregó Isaac—. A veces lo hace.
Hubo un breve silencio en el que nos quedamos pensando. Admito que me decepcionó que Cole se haya olvidado de su hermana menor por estar con Erin, pero en este momento no podía permitirme pensar en eso. Cole debe estar aquí, o yo no sería la única que decepcionará este día.
Me levanté de mi asiento sin decir nada y me acerqué a mamá, los chicos y mi hermana me miraron extrañados por mi repentina acción.
—Mamá, ¿podrías dar las llaves del coche? Olvide de darle unas cosas a Sheyla que me prestó y lo necesita ahora —pedí.
—Pero el juego comenzará pronto.
—Lo sé, estaré de vuelta lo más rápido posible —insistí—. Lo prometo.
Ella suspiró antes de entregarme las llaves.
—No llegues tarde —me advirtió.
Le aseguré que no lo haría y pase rápidamente junto a los chicos, pidiendoles que le dijeran a Parker que su hermano llegaría pronto y que no se preocupara. Corrí a la salida y me metí en el coche de mamá, comenzando a conducir rápidamente.
