°Capítulo 14: Un resfriado y una pelea°.

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¿Recuerdan cuando Katherine nos advirtió sobre la lluvia y el riesgo de enfermarnos? Pues, eso es exactamente lo que me sucedió a mí

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¿Recuerdan cuando Katherine nos advirtió sobre la lluvia y el riesgo de enfermarnos? Pues, eso es exactamente lo que me sucedió a mí.

Mi sistema inmunológico no respondió como debía en ese momento, y ahora estoy enferma. Debo decir que atribuyo eso a que mi cuerpo se desconfiguró luego de ese beso con el rubio. De hecho, creo que aun sigo en ese estado.

Sin embargo, eso no es lo importante. Seguro se preguntan qué ocurrió después de ese beso bajo la lluvia; pues bien,yo les diré.

Desde ayer he estado viviendo en una nube de felicidad y emoción. Admito pensé que las cosas se volverían incómodas entre nosotros después de ese beso, pero en cuanto nos separamos y nos miramos, entendí que no sería así. Había amor en su mirada, y no solo amistad.

En ese instante, no sé como terminó sucediendo ,él me confesó sus sentimientos por mí, y yo hice lo mismo después de escucharlo. Fue el momento más feliz que tuve en los últimos días y el más romántico de mi vida entera. ¿No están de acuerdo en que todas las chicas sueñan con un momento romántico bajo la lluvia? Bueno, al menos las que somos igual de románticas.

Ahora, después de todo lo bueno que sucedió ayer, estoy aquí, en la casa de los Walter. Me encuentro en mi cama, la cual está en la habitación de los mellizos, rodeada de pañuelos, abrigos y ganas de morir. Debo decir que la nariz tapada y la tos no son algo que disfrute.

Vi la taza entre las manos de mi tía y negué con la cabeza. Ya era como la quinta que me traía en el día. Estoy harta del té.

—No quiero tomar más té —me quejé.

—No quiero tomar más té —me quejé.

—Tienes que hacerlo, cariño. Te hará bien a la garganta —insistió mi tía Kathy—. Por Dios, les dije que vinieran temprano ayer, ¿por qué tardaron tanto? Solo son jóvenes no personas inmunes a cualquier enfermedad.

Casi me atraganto con mi propia saliva al escuchar su pregunta. Rápidamente, antes de que ella dijera algo más, formé una sonrisa falsa y tomé la taza de manos de mi tía para darle un gran trago evitando contestar a su pregunta. Ella me miró confundida por mi reacción repentina.

—Pensándolo mejor, tomaré un poco más de té. No quiero que estés insistiendo todo el día y descuides tus ocupaciones, tía —le dije—. Ya puedes ir a ver a los animalitos y curarlos, nos vemos.

Ella me miró aún más confundida, pero obedeció. Se acercó a la puerta de la habitación y, antes de irse, dijo algo.

—Tu y yo hablaremos más tarde, niña —advirtió.

Solté un suspiro en cuanto se fue. Ni mi tía ni mi tío sabían lo que había pasado ayer, y no pensaba contarles nada por ahora. Aún no sabía bien qué éramos Cole y yo exactamente después de ese beso y esas declaraciones, ya que ni siquiera habíamos tenido tiempo de hablar de ello. Ayer, en cuanto llegamos, cada uno se fue a cambiar y luego cenamos rápidamente antes de irnos a dormir.

My Walter boy  - Cole WalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora