Julieth Montague, una chica de 17 años que vivió casi toda su vida en Los Ángeles, se muda a Colorado junto a su madre y hermana, después de varios problemas familiares que tuvieron. Allí, en Silver Falls, se reencuentran con el mejor amigo de su m...
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Julieth Montague.
El dolor que me da la despedida se aferra a cada rincón de mi cuerpo mientras nos alejamos del lugar que me vio crecer. Me despido de las calles por donde alguna vez caminé con mis amigos que se quedan aquí y de aquellos de los que apenas pude despedirme. También le digo adiós a los parques en los que paseaba con Emery y mamá, a los vecinos tan amables que tenía por donde vivía y a todos los recuerdos que se quedan aquí.
Creo que mudarse es algo difícil cuando se tienen tantos recuerdos increíbles en un lugar y debes irte sin previo aviso. No es una tarea nada fácil dejar atrás el lugar que te vió crecer en tantos aspectos y experimentar tantas emociones, desde la alegría hasta la tristeza. Que te vió vivir felizmente con tus amigos y familia, momentos fantásticos que nunca olvidarás. Todo eso es como sufrir una gran pérdida que no se puede superar fácilmente, mucho más cuando irte no es por elección propia.
Eso me pasó a mi. De un día para otro, dejamos Los Ángeles, mi querido hogar, para mudarnos a Colorado. Aunque conozco Silver Falls, el lugar al que vamos, y siento un poco de emoción por volver, el dolor de dejar todo atrás es más intenso que eso.
La idea de dejar mi hogar entristece, pero a pesar de eso, me resulta molesto el hecho de no tener razones concretas para dejar todo así como así. Sin explicación alguna, un día mi madre simplemente nos dijo que hiciéramos las maletas, guardaremos nuestras pertenencias en cajas y que nos despidieramos de los amigos que pudiéramos, sin que le preguntemos absolutamente nada sobre su decisión. Solo eso.
¿Qué pasó para que este inesperado cambio ocurriera? La verdad es que mi hermana menor y yo no tenemos idea de la razón exacta de este cambio, pero tenemos una teoría. La historia de lo que pasó antes es muy larga para contarla ahora, pero creemos que fue porque mamá quería dejar atrás ese lugar que le recordaba constantemente a mi papá.
La casa en donde vivíamos estaba repleta de recuerdos de él. Cada rincón te recordaba momentos junto a él y se nos dificultaba estar allí, ya que eso hacía que lo extrañáramos mucho más. En parte entiendo si la decisión fue por esa razón. Sin embargo, no entiendo porque teníamos que dejar Los Ángeles en lugar de mudarnos de casa sin pasar por esto.
No es que cuestione o juzgue su decisión, al contrario, pero si me hubiera dado a elegir en lugar de simplemente ordenarnos lo que debíamos hacer, prefería haberme quedado en mi hogar con mi amigos y mi vida allá. Aun así, este no es el caso y aquí estamos, en Colorado, apunto de empezar una nueva vida.
—Llegamos —anunció mamá al detener el coche, sacándome de mis pensamientos que me acompañaron durante todo el camino.
Observe la casa frente a mí con atención. Es extraño estar nuevamente aquí después de tanto tiempo. Se siente diferente a como se sentía antes, quizás es porque ya no soy la niña de doce años que venía aquí cada verano de su vida. Puede que también sea porque todo cambió durante nuestra ausencia. Por ejemplo, la persona que solía recibirno al llegar, ya no está, y es extraño venir con la casa vacía.
