dos.

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Recibo un mensaje de whatsapp que me saca de la canción que estaba escuchando. No tengo el número guardado. ¿Será...?

'Hoola, Martin. Soy Juanjo, de los chicos del otro día.

Vamos al parque del otro día, y después a alguna terraza. ¿Te unes?'

'Hola! Justo estoy aquí. Os espero!'

Joder, pues vaya pintas llevo para ir de terrazas. Bah, da igual. Suena Amaia en mis auriculares mientras me llevo un bollo de mantequilla a la boca. Una de las cosas que más me gustan es desayunar escuchando el piar de los pájaros y el sonido del estanque. A esta hora no suele haber casi nadie. Suelen llegar sobre las doce para empezar el picnic, pero a mi me gusta disfrutar del silencio de la naturaleza, y por eso llevo aquí desde las nueve de la mañana. Voy a pegarle otro bocado al bollo cuando escucho que me llaman. Este sitio es mío, pero me apetece compartirlo, por lo que les hago una seña para que bajen aquí a la orilla. Vienen cargados, guitarra, cerveza, timbales, juegos de cartas, mantas...

-¿Habéis traído la vitrocerámica también? Porque es lo que os falta...

-No seas exagerado, después lo soltamos en el coche de Violeta y vamos a tapear algo. Como ayer no nos presentamos bien todo el grupo, te voy a hacer una presentación buena, pero primero a sentarnos- Álvaro extiende una manta en el suelo y los demás me tienden un botellín de cerveza. No soy cervecero, pero no la rechazo. Una de ellas coge la guitarra y comienza a tocar una canción que reconozco al momento.

-Ala, me encanta. 'dime qué es lo que puedo hacer, cómo te puedo tener...'- me acuerdo que no estoy en mi grupo cercano de amigos y me entra la vergüenza. Agacho la cabeza, pero Álvaro me la sube.

-Cantas super bien, Martin. Qué voz tan bonita... Después la cantamos todos, te voy a presentar primero. Mira, Ruslana está tocando la guitarra. Es ucraniana, pero lleva un tiempo aquí en España. Tiene 18 años. A su lado está Violeta, la chica que te dije ayer que está trabajando en la tele local. Lleva en TeleMadrid medio año. Después le sigue Juanjo -me sonríe tímidamente, pero aparta la mirada muy rápido. Casi que no me da tiempo a verle el color de los ojos-. Es de Magallón. Estudia ingeniería naval. Es de las voces más impresionantes de la orquesta, ya verás cuando lo escuches cantar. Paul. Paul es mi mejor amigo. Estudia piano, y a la vez está consiguiendo mucha fama por su canal de Twitch. Después está Bea, mi otro pilar. Es de un pueblecito de Madrid y trabaja con niños y con la música. Es una persona increíble. Y después estoy yo. Álvaro Mayo, soy de Sevilla y mi ocupación, aparte de ser tonto las 24 horas del día, a tiempo parcial soy estilista y guitarrista. Todos cantamos, la verdad. En la orquesta vamos rotando por todos los instrumentos, pero sobre todo cantamos. Te toca

-Bueno -tengo 12 ojos mirándome fijamente, y estoy nervioso. No me gusta ser el centro de atención-. A ver... Yo... yo soy Martin, tengo 18 años y me dedico a la producción musical. Llevo trabajando para una discográfica un año y medio, pero me gustaría poder hacer algo por mi propia cuenta. Me gusta cantar, aunque no creo que se me dé bien. Y nada.. no sé qué más decir.

-¿Te fuiste a Madrid por el trabajo, por amor...?- vaya, se notaba que era periodista. Me incorporo un poco y noto que estoy tenso porque los hombros no puedo casi que bajarlos.

-Por amor. Y por desamor. Me enamoré de un chico dos años mayor que yo, y me creí con el poder de poder enfrentarme a cualquier obstáculo que me viniese si estaba con él. Hace un mes me dejó. El primer día del año. Llovía muchísimo y me dejó sin ninguna explicación, en el portal de mi casa. he venido a poder despejarme del bucle en el que estaba cayendo. Tampoco tenía allí a nadie.

-Eso era antes. En unos días nosotros estaremos allí en Madrid, y siempre que lo necesites, nos puedes llamar.

-Eso es, podemos hacer un grupo y quedar. Además con Juanjo no te va a faltar la marcha, porque pasa más tiempo en las terrazas que en el piso.

-Oye, no te pases, que tampoco es tanto. Solo los fines de semana. Martin, los fines de semana, si no quieres quedarte en casa, puedes llamarme.

-Muchas gracias, chicos. Siento que habéis hecho más por mí que mis amigos. Que los amo, pero están fuera y no es lo mismo...

El resto del día pasa entre cervezas, que ya no me parece que esté tan fea, y risas. Son todos un encanto, pero con quien más he hablado es con Ruslana. Y con quien más conecto miradas es con la voz más impresionante de la orquesta.

Aguasal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora