¡Bienvenido a Wattpad! ~Taegi~ PAUSADA

25. Sin vuelta atrás

Yoongi dormía.

Tendido de lado, con las manos bajo la mejilla y la respiración tranquila. Taehyung cerró cuidadosamente la puerta y bajo la templada luz de la lámpara de noche, lo observó.

Las pupilas dilatadas y un huracán en sus entrañas.

Todo se estaba saliendo de control demasiado de repente, en un contexto sin normas claras, sin fronteras discernibles y eso solo le daba mas carnaza al monstruo insaciable que dormía en lo mas oscuro de su libido. Ese que despertaba y rugía cuando sus ojos se posaban en Yoongi. El que daba ya por hecho que ese chico pequeño y precioso era suyo, de su propiedad.

Una extensión de él mismo que podía manejar a su antojo y a Taehyung le asustaba. Le daba miedo porque ese monstruo y él eran uno mismo y era aterrador lo que podía llegar a pensar. Como en aquel preciso momento, mientras le observaba dormir.

Quería perderse en él, tomarlo, probarlo, cuidarlo, quería ensuciar toda esa pureza, meterse tan dentro suyo que jamás pudiese pertenecerle a nadie mas.

Se encontraba pensando en él todo el día, todos los malditos días.

Y viéndolo ahora, tirado en la cama, dormido y vulnerable le estaba jodiendo la cabeza de un modo enfermo. Se perdió en su figura, relajada y expuesta sobre la cama y las entrañas de Taehyung se apretaron, consciente de toda la inmaculada piel pálida a su disposición. Porque Yoongi había decidido descartar los pantalones del pijama y quedarse con una infame camiseta negra.

Siempre había adorado el contraste del negro contra su piel, era su color.

Vete. Vete ahora, se rogó asustado de los pensamientos que atacaban su cabeza enfermiza.

Pero antes de que pudiese poner un pie fuera, la voz suave y adormilada de Yoongi le hizo estremecerse.

—¿Por qué te vas?

Taehyung se obligó a mirarlo fijamente. Tenia que tener la fuerza para poner los ojos en él sin hacer una barbaridad.

Pero su rostro suave e inocente, aun mas abultado por apoyar la mejilla en sus manos lo sacudió violentamente. Del mismo modo que aquella media sonrisa lo puso al filo. Los ojos de Yoongi lo miraban, entrecerrados por el sueño pero había un brillo tortuoso que los gobernaba, la chispa de anticipación le secó boca.

—Pensé que dormías.—su voz sonó ronca y contenida.

—Dormía.—confirmó el chico, estirándose perezosamente. Taehyung espió como la sábana enredada se desprendía de sus piernas y deseó que no lo hiciese. Se sentía capaz de devorar cada centímetro de piel destapada. Yoongi quedó boca arriba y giró la cara para mirarle de nuevo con esos ojos desconcertantes.—Pero ya estoy despierto.

Él trabó la mandíbula, ejerciendo toda la fuerza necesaria porque sintió que todas las ideas sucias y espeluznantes que asolaban su cabeza, se posicionaban en fila, listas para salir. Y Yoongi… Joder, Yoongi lo miraba como si desease que salieran.

Sintió durante un instante que él sabía todas las mierdas turbias que se le ocurrían cuando veía su piel descubierta. Sintió que quería que las llevase a cabo.

—¿Querías algo?—el rapero preguntó finalmente, asaltando el silencio prolongado que se había impuesto. Taehyung prefirió no hablar por temor a lo que pudiese salir de sus labios, así que negó lentamente con la cabeza, sin apartar un instante sus ojos dilatados de Yoon. Este amplió sus sonrisa, convirtiéndose en un gesto indecente.—¿No? ¿Y por qué has venido?—a ese punto el cuerpo de Tae temblaba, presa de la contención, de todos sus instintos mas salvajes que trataba desesperadamente de controlar. Pero Yoongi le estaba provocando, sus ojos viciosamente brillantes se lo decían.—¿Por qué no te sientas?—acarició el colchón con una suavidad de doble sentido, ilusoria y hechizante.—Hazme compañía.