¡Bienvenido a Wattpad! ~Taegi~ PAUSADA

12. Taehyung, el chico de campo

El Namjoon os pide que le donéis 100 estrellitas 🌟 pa comprarse unos libros.

…

Yoongi durmió fatal esa noche.

Y eso desencadenó en que por la mañana no se encontrase en su mejor estado mental. Tampoco es como si de normal estuviese muy cuerdo pero la falta de sueño y los nervios a flor de piel lo estaban desquiciando.

Llevaba una hora despierto y media de ella decidiendo si salir de la habitación o quedarse allí para siempre y plantar un huerto en su armario para no morirse de hambre.

Las ganas de golpearse la cabeza contra una pared eran casi irrefrenables.

Se sentía absurdo. Llevaba meses anhelando que Taehyung le hiciera caso mas allá de lo amistoso pero ahora no sabía como afrontar su suerte. Quería hacerlo, joder que si quería. Pero no sabía cómo.

¿Se ponía en plan femme fatale? ¿Hacía alguna insinuación a ver si Tae le seguía el juego? ¿Se ponía adorable y pestañeaba como una colegiala en su dirección?

Yoongi se frotó la cara y decidió que lo mas razonable era meterse a la ducha y vestirse. Así ganaría tiempo y por lo menos se presentaría bonito y aseado a desayunar. Al llegar la hora de elegir ropa, optó por vaqueros y una camiseta oversize, porque el no era imbécil.

Sabía la pinta que tenía y que la ropa grande lo hacía resaltar.

Se tomó la molestia de peinarse y a paso firme, se dirigió a la puerta. Con una mano en el pomo, tomó aire, sonrió para darse confianza y abrió.

Hoy era su día.

Taehyung estaba en medio del pasillo rascándose la cabeza despeinada y al escuchar la puerta abrirse, lo enfocó con sus ojos adormilados.

Yoongi emitió un gritito de pánico y cerró de un portazo.

Quería llorar.

Eres una basura Min Yoongi. Deshonra para tu vaca.

Alguien tocó suavemente y Yoongi se erizó. Miró la puerta asustado y con el cuerpo rígido.

A la mierda la vaca, que se muriese por la vergüenza si quería, porque el no pensaba abrir.

Pero Taehyung no estaba esperando ninguna respuesta en absoluto, así que sencillamente aguardó unos segundos para abrir la puerta y entrar.

—¿Estás bien?—preguntó, parpadeando desconcertado hacia Yoongi, paralizado en medio de su habitación como un ciervo frente a los faros de un camión.

Este asintió rápidamente, con los ojos desmesuradamente abiertos y los labios apretados. Taehyung le echó un vistazo e inconscientemente, se lamió los labios resecos.

—¿Ya te has vestido?

No, me eché a dormir engalanado, bebé, pensó

A cambió, dijo.

—No tenía sueño.

Taehyung asintió y al contrario de lo que Yoongi pensó que haría, es decir marcharse y dejarlo solo en su pequeño ataque de pánico, cerró la puerta y avanzó hacia él.

Los hombros de Yoongi dolían por la tensión y contuvo la respiración cuando lo tuvo en frente. Taehyung lo miraba desde arriba y cuando la nuez de Yoongi se movió, él no se lo perdió.

Sonrió de medio lado y envolviendo al despistado Yoongi, los lanzó a ambos a la cama. El rapero gritó antes de impactar contra su cama revuelta pero los brazos de Taehyung lo atraparon en un abrazo y sintió como le echaba una pierna por encima, como si fuese un maldito oso de peluche.