Si serás pendejo?

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-Oh..Dios mío eso fue increíble-. Un Max de 16 se bajaba del regazo de su novio de 17 respirando frenéticamente por la actividad que acaban de hacer.

Sergio se recostó en su cama exhausto y extendió su brazo para que Max se recostara en su pecho y poder descansar cómodamente y tranquilizarse.

-Creo que debemos para de saltarnos las clases estoy seguro que pronto se enterarán-. Dijo el rubio mientras hacía círculos en el pecho de su novio, habían estado saliendo desde que Max tenía 14 y Checo 15 fueron ambos sus primeros besos y claro que ambos hicieron su primera vez juntos y desde esa vez no pararon como adolescentes hormonales que eran.

El problema es que no tenían dónde, en la casa de Max Checo no era muy bien recibido, y en la de Checo no dejaban que ambos adolescentes se quedaran en casa.

Así que al mexicano se le ocurrió la idea de que cuando sus padres fueran a trabajar, y sus hermanos fueran a la universidad él fingiría ir a la escuela y luego se quedaría en casa e invitaría a Max.

Llevaban haciendo eso dos semanas, y ambos juraban que nunca serían descubiertos.

Checo acarició su espalda.

-Dudo mucho que eso pase, ahora estoy sobornando a Carlos para que le diga a la maestra que estamos de vacaciones-. Checo le explicó sonriendo de su magnífico plan.

Ambos rieron y siguieron hablando de cosas triviales hasta que sintieron un ruido en el piso de abajo.

Ambos se miraron y rápidamente se pararon abruptamente de la cama tratando de no hacer ruido para escuchar, Max se puso sus pantalones del uniforme sin encontrar su camisa.

Checo hizo lo mismo, puso su oreja en la puerta y escuchó los pasos de su madre, teniendo padres estrictos había desarrollado una habilidad para poder diferenciar sus pasos, los cuales subían rápidamente por la escalera.

-Rápido escóndete en el clóset-. Sergio le ordenó susurrando nerviosamente a su novio, no quería que lo encontrara en esa situación.

Max se hubiera ofendido pero esa situación era de vida o muerte sería absolutamente vergonzoso y humillante que su suegra con la cual había cenado y tenido su confianza lo viera en ese estado, con los grandes chupetones que le había dejado su hijo.

Rápido se escondió entre las prendas y veía a su novio tratando de ordenar la habitación y acostarse como si nada hubiera pasado.

Y Justo en ese momento la puerta de su habitación se abrió de golpe, mostrando a su suegra roja de la furia.

-MICHAEL PÉREZ MENDOZA, ME ESTÁS VIENDO LA CARA HIJO DE LA CHINGADA-. La mujer lo apunto con su dedo mientras inspeccionaba el cuarto del adolescente.

Checo decidió actuar normal, mientras que Max no sabía que había dicho su suegra pero por el tono que lo dijo predijo que fue un insulto.

-Mami no se de que estás hablando?, a qué te refieres-. Se paró de la cama tratando de no mostrar el desastre que había en esta.

-No te hagas el pendejo, tu maestra preguntando cuando volvían tu y Max de las vacaciones, fíjate yo le contesté y le dije que no estaban en ningunas vacaciones, pero un compañero tuyo te a estado cubriendo-. Marilú tenía la vena en su frente y Checo sintió un miedo interno.

-Me dijo que Max estaba también de vacaciones, y yo no soy ninguna pendeja y le pedí al vecino las grabaciones de su patio que justo apuntaban a nuestra casa, a si que Sergio tienes cinco segundos para decirme dónde está Max-.

En ese momento el rubio en el clóset padecía, rezo para que su novio no fuera tan idiota.

Lo cual fue porque por instinto miró hacia su clóset.

One~ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora