Teacher's pet.

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Estaba harto de ser un sucio y pecaminoso secreto, en eso se había convertido era la definición de lo que era, en lo que Sergio lo había convertido.

Y todo empezó con pequeñas charlas inocentes y llenas de dudas que Max hacía después de clases nunca pensó en querer tener un romance tan oscuro teniendo solamente diecisiete años con su profesor de veinte ocho, eso era ilegal y lo peor de todo era que no le disgustaba para nada.

Inicios del invierno antes de todo.

-Viste que el trabajo es grupal Max? No puedes hacer todos los proyectos solos el profesor Sergio te puede bajar la calificación-. Lando su amigo le mostró la rúbrica de calificación a Max en su teléfono.

El rubio le dio una leve mirada, y no le dio importancia.

-Lando hacer trabajos grupales contigo y con Charles significa que literalmente yo haré el trabajo completo y ustedes se llevarán el crédito sin haber hecho nada los conozco muy bien-. Mientras le decía unas cuantas verdades a su amigo ordenaba en su casillero sus libros viendo su horario de clases para el resto del día.

Todos se burlaban diciéndole que era un maniático por el orden pero no le molestaba en absoluto, que los demás tuvieran todo desordenado y perdido era algo estúpido.

El de rulos miró a su amigo totalmente ofendido, siempre incluía a Max en todo porque no tenía más amigos y sentía que debía despejarse del infierno que pasaba en su casa, pero su amigo siempre encontraba la manera de hacerlo sentir mal y ya no estaba aguantando más los niveles de superioridad de Max.

-Si tienes razón, no es mi culpa que seas un dolor en el culo y que nadie en la clase y ni siquiera en el instituto quiera ser tu compañero de trabajo-. Arrojó su mochila a su casillero y sacó su billetera y teléfono.

Le dio la cortada a su amigo yéndose del lugar.

-Lando tú sabes lo que quise decir no lo tomes a mal-. Lo siguió por el pasillo frente los diferentes salones de clases.

-No Max se lo que quisiste decir, pero puedes pensar antes de hablar sabes?, sabes que mejor no me busques ni me hables-. Le dio una última mirada y se fue hacia la cafetería dejando al holandés con un pequeño puchero.

Ya da igual después se le pasará pensó. Agarró algunas carpetas para su siguiente clase lo confundió que Lando se largara sabiendo que su clase con el profesor Sergio de literatura iniciaba pronto.

Vio su teléfono y vio varios mensajes de su padre.

Jos
Hoy no te podré y ir a buscar tengo asuntos de la empresa.
Tampoco esperes despierto llego mañana, llama solo para emergencias no para tonterías.

¿Que mierda?, estaba cada vez más harto del comportamiento de su padre sabía que tenía diversas compañías de una sola noche pero por qué siempre lo dejaba solo en casa.

Y en qué se iría a casa? Lando estaba enojado y claramente se negaría a llevarlo a su casa. La lluvia se aproximaba.

Algo se inventaría, vio la hora y faltaban siete minutos para que su clase empezara. Fue directamente al salón sin cruzar miradas con algunos compañeros le daban.

Sabía que era raro, no le molestaban las miradas le daban igual.

La puerta del salón estaba cerrada pero no con el seguro no se molestó en tocar y entró.

Apenas puso un pie en el aula vio a su profesor sentado en su escritorio con unas gafas y su camisa media arrugada acompañado de sus pantalones de mezclilla.

Al oír el ruido de la puerta el hombre mayor dejó la vista de su libro y vio a su alumno.

-Señor Verstappen no esperaba verlo tan pronto en el salón todavía falta para que inicie la clase-. Miraba su reloj en su muñeca y dirigió la mirada el rubio el cual se encogió de hombros.

One~ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora