Falling into you

Vingt-trois

Hyukjae

Donghae órgano la primera fiesta de cumpleaños de Danielle en enero, horneando un pastel y decorando todo con globos. Mi familia vino a la hora del té.

Danielle ya había dado sus primeros pasos y seguía a Dongahae como un cachorrito. Era demasiado joven para recordar a su madre. Para ella, solo estaba Donghae.

Kangin, su esposo y sus dos hijos también fueron invitados. Se unió a mi en un momento tranquilo.

-Consiguió que Felix volviera a hablar.

Asentí, siguiendo a Donghae con los ojos. Enderezaba el girasol en el cabello de Danielle. El vestido de mi hija también tenía estampado de girasoles.
Se veía adorable, así que deje de protestar.

-Así es. Es bueno con los niños.

-Y bueno contigo- dijo Kangin con una sonrisa sugerente. Estreché mis ojos-. Vamos, Hyuk. Es como si hubieras caído en la fuente de la juventud, y eres menos irritable que en el pasado. Estoy feliz por ti.- No dije nada-. Tu padre se me acercó.- Por el cambio en la voz de Kangin, supe que no me gustaría lo que tenía que decir.

-¿Que quería?

-Me pidió que te convenza sobre tener un hijo con Donghae. Piensa que deberías estar preparado para cualquier eventualidad.

-¿La eventualidad siendo que Felix no es mi hijo?- me queje enojado.

Kangin se encogió de hombros.

-No quería entrometerme. Por eso te lo dije. Pero tu padre no se dará por vencido tan fácilmente. Está preocupado.

-Si aceptará que Felix y Danielle son mis hijos, podría dejar de preocuparse.

-Tu díselo.

Me dirijo a mis padres, quien estaban hablando con Karina, acunando a su bebé recién nacido en sus brazos. Se veía exhausta.

-Basta, padre.

Sabía a lo que me refería sin tener que dar más detalles.

-Estoy intentando pensar en tu futuro.

Hice un gesto hacia Felix, quien sostenía la mano de Danielle ya que todavía estaba en poco inestable en sus piernas.

-Ahí está mi futuro. Fin de la historia.

Madre tomó mi antebrazo.

-Los amamos, pero...

-Sin pero.

Intercambiaron una mirada y luego asintieron a regañadientes.
Karina me dio una sonrisa orgullosa.

Esperaba ir el asunto se resolviera de una vez por todas. Cuanto más cavara padre, más probable era que saliera alguna palabra sobre esto.

Después que todos se fueron, Donghae y yo jugamos una ronda de billar. Necesitaba la distracción, y el se había vuelto bastante bueno distrayéndome.

-Tienes que llevar mañana a Felix a una orientación preescolar. Hice una cita hace unos días.

Donghae se congeló, inclinado sobre la mesa. Luego se enderezó.

-¿Que? ¿Por qué?

-Quiero que esté con otros niños. Este preescolar solo acepta niños de nuestro círculo o nuestros socios comerciales. Felix estará cerca de sus futuros soldados. Aprenderá a afirmarse entre los otros niños. Si solo está a tu alrededor, podría volverse demasiado blando.- La irá cruzó su rostro. Sacudí mi cabeza-. Es un hecho. No puedes evitarlo. Y solo paso las tardes y fines de semana con el. Necesita pelear y conocer niños rebeldes.