TOM
Abrí los ojos lentamente tratando de no cegarme con la luz del sol que entraba por esa gran ventana que tenía enfrente de mi.
Me removí en la gran y suave cama blanca que había en el gran y lujoso cuarto de hotel que David me había asignado para quedarme.
Estire mi cuerpo sentándome en ella, mi vista se alzó al reloj de la pared mostrando que eran las nueve con diez minutos.
El clima era frío, estaba recién empezando el invierno aquí en Alemania y en la mañana hacia demasiado frío, tanto que aveces ni la calefacción ayudaba del todo.
Mire a mi lado, a la cama que estaba alado de la mía.
Su piel blanca perlada sin ninguna imperfección, sus piernas largas y finas acomodadas de manera delicada en el cubrecama blanco, sus rastas negras con blanco esparcidas por la esponjosa almohada, su rostro sin ninguna gota de maquillaje en el reluciendo su belleza natural.
Su nariz perfectamente respingada, sus labios carnosos y rosados entre abiertos soltando suspiros de lo profundamente dormido que se encontraba.
Nada en el era erróneo, nada en el era malo ni feo, todo lo que se trataba de él era hermoso, delicado, fino y perfecto.
Me levanté de la cama yendo al baño, quería una ducha con agua tibia para estar más tranquilo.
Entre al gran baño que tenía esa habitación de hotel, prendí el agua para que se calentara mientras lavaba mis dientes, deje todo lo que necesitaría usar para después del baño.
Regule el agua y entre estremeciéndome al sentir las gotas de agua viajar por mi espalda mojando todo mi cuerpo.
Lave mis trenzas cuidadosamente, enjabone mi cuerpo tratando de olvidarme de lo que mi mente me proyectaba, pero era inevitable, los recuerdos de esa noche llegaban a mi mente sin poder evitarlo, cada detalle, cada mirada, cada gemido y suspiro que salían de él, no los podía olvidar, quedaron grabados en mi cerebro de forma permanente y nunca...nunca podrán salir de ahí, por más que yo quiera que eso pasara y que todo volviera a hacer como antes.
Salí de la ducha mirándome al espejo, los recuerdos me invadían cada vez mas.Seis meses atrás...
—Gus as visto a Bill?!
Estábamos en New York con los chicos, habíamos ido a una fiesta a celebrar después de un concierto que tuvimos, la fiesta estaba que reventaba de gente, Bill se me había perdido, eran más o menos las cuatro de la mañana y no lo había visto hace un par de horas.
—Lo había visto bailando con un chico hace un rato pero ahora no se donde se encuentra! —Dijo alzando la voz ya que la música estaba demasiado fuerte—
Le asentí y fui a buscarlo, fui a la barra y no estaba, a los baños y tampoco estaba, en la discoteca habían unos cuartos en donde se podía ir a pasar el rato si tenías ganas de sexo.
Fui por cada cuarto, de vez en cuando interrumpiendo a parejas pero por la música no se daban cuenta que alguien los había mirado.
Hasta que llegue al último cuarto, una puerta grande de madera café brillante, un escalofrío me recorrió el cuerpo, abrí la puerta y lo primero que vi me dejó sin aliento.
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my forbidden love
De Todo¿Por que? ¿Por que de él? ¿Por que no de otro? ¡POR QUE DE ÉL! ¿Por que la vida me hizo enamorarme de él? ¿Por que me tuve que enamorar de mi propio hermano? ¡De mi gemelo!