PROTECTOR

CAPITULO -0

Joker dormía en la dura cama de su celda, si es que a ese pedazo de tabla se le puede llamar cama, cuando la alarma lo despertó.

–¿Un motín? ¡Ja! Esto se va a poner divertido –

Veía a los guardias correr de un lado a otro gritando que debían ir a diferentes lugares para controlar el motín, escuchaba perfectamente los disparos y los gritos, una sonora carcajada salió de él y resonó por todo Arkam. Solo era cuestión de tiempo para que Harley viniera hasta su celda y la abriera, luego saldría y armaría un terrible caos en el manicomio para después escapar y volver a sus planes para Gotham.

Pero Harley no llegaría, ella ya había Sido neutralizada por alguien más, y ese alguien fue quien llegó a la celda.

Joker lo vió llegar, y luego llegaron los otros, en total fueron 6 hombres quienes estuvieron en su celda esa noche.

No tiene idea de cómo lograron robar las llaves a los guardias, ni le interesa saberlo.

–¿Es esto una intervención?– preguntó, burlón como siempre.

Uno de los hombres llevaba una varilla de metal, el resto llevaban Bates y otros utensilios que seguro habían robado de la cafetería.

– Hoy pagarás todo, todo el dolor que causaste–

– Hey, yo te conozco – Joker apuntó al hombre de la varilla – ¡Sí! Eres el tipo al que le volé la cabeza su esposa–

Luego rió, rió como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo, el hombre apretó los dientes y gruñó, luego los demás también lo hicieron.

Todos estaban ahí porque el Joker les había quitado algo, dinero, propiedades, reputaciones y seres queridos. Todos tenían una sola cosa en mente.

Venganza.

Todavía Batman se pregunta por qué decidieron vengarse de esa manera, siempre se imaginó que cuando alguien se vengara del Joker lo haría torturandolo lentamente, a golpes, con armas o lo que sea, pero nunca pasó por su mente que alguien pensara que abusar de él fuera una venganza.

Joker se defendió como pudo, pero eran seis contra uno, y ellos tenían armas para defenderse, él no tenía nada. Dió buena pelea, eso Batman lo reconoce, pero según el expediente Joker no logró vencerlos y terminó bajo las garras del abuso en esa asquerosa celda.

Joker no sabe cuántas horas fueron las que estuvo gritando, luego sus gritos se ahogaron cuando sus abusadores decidieron que su boca también era un buen agujero para profanar, solo recuerda el dolor, un dolor que no disfrutó en ningún momento.

Él solía disfrutar el dolor, era algo masoquista y siempre reía cada que Batman le daba un buen golpe, se acostumbró al dolor. Pero no a este tipo de dolor, un dolor que lo desgarraba por dentro y por fuera.

Recuerda intentar cerrar sus piernas mientras dos de esos tipos las sostenían para mantenerlas abiertas mientras un tercero lo profanaba, también recuerda sus horribles risas burlándose de él mientras todas esas manos lo recorrían, todo su cuerpo terminó lleno de mordidas.

Sintió a la perfección líquido saliendo de él y embarrando el piso, no sabe si fue orina o sangre, o sí fueron sus propias eses saliendo de él luego de que su ano se rompiera por completo, pero algo salió de él y no fue su esperma, ya que en ningún momento disfrutó nada.

El abuso duró todo lo que duró el motín, hasta que los guardias regresaron a la celda y vieron lo que estaba sucediendo, pero incluso viendo todo no avisaron a la autoridad de inmediato. Ellos también odian al Joker después de todo.

La agonía duró más tiempo cuando esos guardias decidieron no avisar hasta media hora después, solo para sentirse satisfechos. Los abusadores fueron llevados a sus celdas y Joker a la enfermería, dónde tuvo que ser operado de emergencia para controlar una hemorragia debido al desgarre sufrido.