Nueva Yugork era un lugar triste, melancólico y de dónde carecían las esperanzas...
Los únicos realmente satisfechos y gozosos de aquella vida eran los cinco miembros de "El Consejo del Caos"
Ellos creían tener el mundo perfecto, pero no sabían l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El zorro y el erizo se encontraban en un callejón del distrito del Dr. Done it... Trataban de ser lo más cautelosos posibles para no ser vistos por ningún Eggforcer.
Las púas azules de Sonic estaban cubiertas por su pañuelo marrón, mientras que su compañero se mantenía con su capucha puesta y la mirada baja.
Sonic: No me siento cómodo con esto...
Mencionó el mayor, al tiempo que dejaba a la erizo rosa sentada con su espalda contra uno de los contenedores de basura.
Nine:Hey, no podemos tenerla... Al menos hasta que perfeccione algo. Y mañana por la mañana la van a encontrar, seguro el consejo se la llevará de nuevo... No le pasará nada.
Mencionó el más chico, quien ayudaba a su compañero, acomodando las piernas de la joven.
A los pocos segundos, estaban listos para irse... Razón por la cual el cobalto tomo al joven zorro entre sus brazos, cargándolo como se cargaría a un bebé... El contrario simplemente se acomodo y tampo sus oídos con sus manos, ya sabía que él más grande haría eso, ahora esperaba que lo llevar corriendo a su guarida otra vez. Pero no fue así.
El erizo corrió, lo suficientemente rápido para no ser visto o detectado por algún Eggforcer, más no demasiado para marear a Nine. Y cuando estuvo apunto de llegar a la estación de trenes, siguió de largo. El zorro le sorprendió ver qué no se sé detenía, pero no le dijo nada.
Se alejaron demasiado, saliendo de los límites del pueblo, aún si todavía estaban Nueva Yugork. Pasaron al distrito de Mr. Dr Eggman... Alejandose completamente de la ciudad, subiendo por una colina que aún no estaba del todo afectada por máquinas y construcciones, tal vez un proyecto futuro o algo que dejaron sin terminar... El suelo ya era de concreto, pero no tenía nada más.
Al llegar a la cima de la colina, el más chico quedó perplejo al ver aquel mástil clavado en el suelo, el cual tenía un par de enormes alas de Búho en sus costados y una cabeza clavada en la punta.
El cobalto dejo a su compañero con los pies el en suelo, quien se mantuvo quieto, observando al mayor caminar en dirección al poste... Con pasos lentos y pesados. Al estar de frente, extendió una de sus manos, acariciando el suave plumaje de aquellas alas.
Nine: ¿Quien es?
Por un instante, el silencio fue abrumador... Solo se podía oír la fuerte respiración del azulino, y los pocos jadeos que su garganta comenzaba a soltar. Finalmente, su voz entrecortaba fue capaz de hablar.
Sonic:Es mí madre...
Aquella confesión le congelo la piel al joven de nueve colas, erizando cada uno de sus cabellos. Su compañero no había terminado de hablar cuando su llanto se apoderó rotundamente de él, cubrió su rostro con sus manos, tratando de retener aquellas lágrimas, entre jadeos y sollozos.
