Nueva Yugork era un lugar triste, melancólico y de dónde carecían las esperanzas...
Los únicos realmente satisfechos y gozosos de aquella vida eran los cinco miembros de "El Consejo del Caos"
Ellos creían tener el mundo perfecto, pero no sabían l...
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El joven zorro estaba sentado en el suelo... Junto a él tenía una caja de herramientas, las cuales usaba para reparar aquellas colas que tenía tenía en sus manos. Debía arreglar la tres rotas, también pensó en reforzar las siete para evitar que vuelvan a quebrarse, y quería implementar unas mejoras... Algo que les daría mas utilidad.
Nine: Esta será la mejor versión del proyecto número nueve...
Le confesó de manera divertida el joven a su pequeña rata, quien estaba comiendo un pedazo de pan a un costado del niño.
Los cuidados y hábitos del amarillento habían mejores desde el día que se quitó las colas mecánicas... No era aún lo más sano, pero ya había comenzado a comer un poco más, se lo escuchaba hablar con la rata y no se la pasaba mirando a la nada. Algo positivo tenía, aún así, estaba sufriendo.
El joven tomo su computadora para analizar los nuevos planos que estaba realizando. Le tomo unos tres días poder planear todo y encontrar entre toda la basura que guardaba algunas piezas nuevas que le harían falta, más el esfuerzo estaba valiendo la pena. Solo quedaba revisar que el chip de comunicación funcione perfectamente. Coloco un pendrive en su computadora, el cual tenía el chip encargado de mover las colas... Busco sus funciones y movimiento, y comenzó.
Nine: Okey... Veamos. C.1 izquida...
Hablaba para si mismo mientras presionaba varias teclas, la primera cola del lado izquierdo se movió, de una lado al otro, arriba a abajo, flexionando y estirando... Una vez confirmo que todos los movimientos eran parejos, paso a la siguiente. Estuvo así por una hora, hasta confirmar que todo estuviera en orden.
Estaba listo para continuar, solo debía ponérselas... Pero había trabajado todo el día, estaba un poco cansado. Decidió dormir una pequeña siesta... Abrazo sus rodillas, colocando sobre estás sus colas biologícas y luego su cabeza, usando sus colas como una almohada... Algo que hacia de niño cuando tenía miedo o hacía mucho frío en las calles.
Al despertar, estaba listo para la tortura. Estaba solo en ese momento, pero estaba seguro que podía hacerlo, no es como que no lo haya hecho antes.
Volvió hasta aquella silla/sillón que había usado hace unos días para quitarse las colas, estaba listo para ponérselas otra vez. Se acomodo de la misma forma que aquel día, de espalda a la máquina, con su computadora de frente y las piernas sobre el apoya brazos.
Lo primero, inyectarse unos 20 mililitros de metal líquido en la columna. Presionaba el teclado, mandándole las ordenas a la máquina, se fijaba detenidamente por las pantallas que la aguja estuviera en la posición correcta. Una vez todo listo, está penetró la piel del menor, llegando a pocos centímetros de su esqueleto, libero el líquido, el cual género un leve ardor en el cuerpo del niño, pero cerro los ojos, mordió labio inferior, respiro profundo y fue fuerte. Cinco segundos después, su espalda fue liberada.
