Advertencia: Este episodio tiene contenido que puede llegar a ser sensible; como abuso sexual, relaciones íntimas, o faltas de consentimiento.
-Carajo- un murmuro jadeante salió de los labios de la chica; gimoteo, mientras ponía sus palmas en el pecho del hombre, intentando separarlo -Es... es suficiente- Pidió, empujándolo levemente.
El hombre de cabello oscuro tarareo -¿Por qué?- Cuestionó, sin parar su andar,aún tocando su cuerpo femenino, e incluso dejando su cuello húmedo.
-Señor Nishimura...alguien nos acaba de ver, y...- fue interrumpida, cuando los labios varoniles, golpearon contra los suyos iniciando otro beso, subido de tono, hasta que ella, lo volvió a empujar -Lo digo en serió...-
-Eso que importa, soy dueño de todo esto- Comentó, volviendo a ir directo a sus labios, sin embargo, una mano en su boca lo detuvo.
-Por favor... Le he dicho que no me gusta hacerlo afuera del departamento, ya tengo una muy mala reputación y..- el hombre jadeo, soltandola con fastidio, rodando los ojos.
-¿Por qué te importa eso? Esa gente no es por la cual estas viviendo gratis en mi apartamento- La chica rubia arrugó su ceño, al verlo molesto.
-Si, pero- fue interrumpida.
-Cuando rentaste ese departamento, no tenías nada, tu y yo hicimos un trato-
-Si, y el trato era, que podía hacerme lo que quiera, adentro de él, nunca he tenido objeciones con eso, pero no puede besarse afuera, usted tiene esposa-
Él hombre, masajeo su entrecejo, molesto por la actitud tan "mustia" de la joven.
-De acuerdo, entonces, tanto como tu estas modificando el contrato, yo también tengo derecho a hacer algunas clausulas - Comentó, cruzándose de brazos, logrando que la chica lo viera con duda.
-¿Cómo qué?- Cuestionó, con el ceño levemente ceñido a uno de preocupación; sin esperar que el hombre, la mirará con cierto aire de autoridad.
-Cómo... si mientras tenemos sexo, tu empiezas de niñita quejumbrosa, tendré que aumentar lo poco que gastas en luz y agua ¿de acuerdo?- la tomó delicadamente del mentón, casi, como si sus palabras, no fueran tan frías.
-Ese no era nuestro trato- Renegó ella, viendolo con cierta angustia.
-Si.. pero, tu no has sido muy justa- apretó un poco entre sus dedos, sosteniendo con más firmeza el rostro de la chica. -Antes no decías ni pío, pero ahora, te estás volviendo una pollita muy insolente- su voz se escucho con una tonalidad ligeramente ronca y desgastante -"me duele la cabeza" "tengo mi periodo" "No hagas esto porque duele" "Hoy no tengo tiempo"-Imitó una voz ligeramente chillona -Pero se te olvida, quien es tu dueño- subió un poco sus dedos, hasta quedar en sus mejillas y aplastarlas con un poco más de fuerza, dejando que estas se hundieran, mientras la rubia, intentaba sostener su mano.
-Señor Nishimura...-Llamo, susurrante, suplicando a que la soltara; cerro los ojos con fuerza, al sentir el miedo en esos ojos azules tan penetrantes y oscuros. -Lo siento... haré lo que me pida- se rindió.
-Mhm - la soltó, no sin antes, dejar un beso en sus labios ligeramente levantados -Tienes suerte de ser bella, porque si no, estarías en la calle-Comentó, pasando sus manos hacia atrás -Bueno... me tengo que ir, te veré pronto- Comentó, despidiéndose con la mano, un poco infantil para un hombre de su edad.
Fumiko lo miro yéndose; pensando en sus palabras; miro al suelo, apretando sus puños, enterrando sus uñas en sus palmas.
"Tienes suerte de ser bella"
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Humo
FanfictionFumiko, una chica joven, que no aparenta su edad, ni su forma de ser; tiene una inesperada e irritable causalidad, cuando una familia pequeña decide mudarse al lado de su departamento. Odiar es una palabra muy fuerte, al igual que amar, aunque, es c...