Corazón Rebelde (En pausa)

Capitulo 3

Después de la pequeña discusión que tuve con Lily decidí subir e ir al balcón.

Por suerte no había nadie, así que tenía el lugar para mí solita.

Estuve ahí por un buen rato, y cuando vi la hora ya eran las once y treinta de la noche.

La verdad no sentía nada de sueño, ya me acostumbré a estar siempre en fiestas o pasar la noche entera leyendo libros, la verdad me encanta leer libros, es mi pasión, mi sueño es algún día ser una gran escritora.

Mi mamá y Alejandro siempre me dicen que me van a ayudar. Pero la verdad no quiero que lean mis libros porque soy la hijastra de unos de los hombres más ricos de Estados Unidos.

Quiero que los lean porque les gusta.

Estuve en el balcón como media hora más, estaba tranquila viendo las estrellas hasta que escuche unos pasos, escuche como se acercaban y después se quedaron parados detrás de mí

— ¿qué pasa?

— Nada, solo subí al balcón, pero no esperaba que estuvieras aquí.

— ya veo. — dije mientras miraba hacia el cielo.

— oye Vic, perdón por lo de la bañera y lo del jardín.

— no te preocupes, que esto quede entre nosotros, no quiero que nadie, absolutamente nadie se entere ¿Me escuchaste?

— sí, claro y fuerte.

— está bien.

Después de esa pequeña charla, o lo que haya sido, nos quedamos en silencio, era un silencio incómodo, bueno para mí era incómodo, pero al parecer para Leo no era incómodo.

Quería hablar para que no fuera incómodo, pero las palabras no me salían, estuve a punto de hablar, pero Leo me interrumpió.

— Y… ¿Que harás en estas vacaciones? —me pregunto mientras miraba el lindo cielo estrellado.

— bueno... No sé, lo mismo de siempre. — dije mientras como él también miraba hacia el cielo.

— ¿No piensas intentar algo nuevo? — me preguntó para dejar de ver las estrellas y mirarme a mí.

— ¿Cómo qué? — pregunté para después dejar de ver las estrellas y ver sus hermosos ojos.

<<¿Pero qué mierdas dices?>>

No sé qué me está pasando, creo que me estoy volviendo loca, si eso es, de seguro me afectó algún golpe que me di en la cabeza, no hay otra explicación, ¿Qué más podría ser?

— No sé, talvez enamorarte. — dijo sacándome de mis pensamientos.

— ¿Enamorarme? ¿Yo? - dije mientras me apuntaba a mí misma con mi dedo índice y comenzaba a reír.

— ¿Que tiene de malo?, Todos algún día se van a casar.— dijo mientras me miraba con inocencia, algo que claramente no tiene este idiota.

— Todos menos yo. — dije sería, a lo que él solo levanto una ceja, ese gesto lo hace ver sexy.

<<¡¿Qué me está pasando!?>>

Me estoy volviendo loca, ¡completamente loca!

— Algún día te vas a casar, ya verás, y me voy a reír de ti. — dijo sonriendo juguetonamente.

— ¿Qué tramas?, Esa sonrisa yo la conozco. — dije mirándolo acusatoriamente.

— Quien sabe, talvez y tu futuro esposo sea yo. — dijo con una sonrisa pícara.