Seokmin pasó sus dedos sobre su cabeza. Esto era una mierda. ¿Cómo infiernos había terminado de esta forma? Él era un correcto estudiante de A. Un buen chico. ¿Cómo su mundo había colapsado tan duro? Frotó su mano en el brazo mientras paseaba en el departamento, sosteniendo esa pequeña caja negra, desearía que no estuviera vacía. No. Le agradaba que estuviera vacía. ¡No... joder! Quizás una más. Solo una más.
Seokmin se angustiaba sobre lo que debería de hacer. Habían pasado tres días desde su última dosis. Solía ser capaz de aguantar semanas entre dosis, entonces eran solo un par de semanas, entonces cada semana, pero ahora él luchaba con una base diaria que no cedía en pedirla. Su cuerpo hormigueaba, su pecho se oprimía y su corazón dolía. Solo una más. Él podría detenerse después de eso. Solo un viaje más a 'la villa del olvido' y él podría regresar a su vida normal. ¿Cuál era su vida normal? Tenía un pequeño fondo fiduciario para vivir, pero con ese hábito se estaba yendo rápidamente.
Tomando su chaqueta se dirigió al centro comercial de Midway. Seokmin maldijo su debilidad, sintiéndose totalmente avergonzado. No debería estar aquí, no quería estar aquí, pero eso lo llamaba, lo seducía. Solo una vez más.
Seokmin vio al chico en patinetas que siempre rondaba el área de comidas entreteniendo a su peanut gallery1. El chico era un imbécil pero era el único que Seokmin sabía que podría ayudarlo. Viéndolo, Seokmin inclinó la cabeza a un lado haciéndole saber que lo necesitaba.
—Qué sucede, Seokmin.
Dios, él odiaba cuando Mike decía su nombre. Lo hacía sonar sucio. Era suficientemente mal que él estuviera aquí buscando a esa nefasta persona. Siempre le hacía recordar por qué Seokmin estaba aquí.
—¿Sufriendo?— Mike preguntó.
—Si, ¿Qué tienes?
Ellos entraron en un baño público y salieron dos minutos después, Mike se dirigió al área de comidas y Seokmin a su casa. Su cabeza estaba girando. Ahora que tenía lo que necesitaba, su corazón se aceleró con la anticipación. Pronto, pronto, podría estar bien.
—Hey, chico.
Seokmin se giró para ver a un hombre asentir hacia él. ¿Un policía? ¿Sabría lo que tenía? Aumentando el ritmo rápidamente se dirigió a la salida, entonces empujó la puerta y salió a la luz del sol. Metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta, Seokmin caminó rápido, cortando a través del estacionamiento.
Seokmin vio hacia atrás para ver si el tipo lo seguía. «Mierda». Su caminar rápido se convirtió en correr. Casi había llegado a la calle cuando unas manos circularon su cintura y lo levantaron.
—Deja de joderme. —Seokmin pateó y movió los brazos furiosamente.
—Tranquilo, chico. No voy a lastimarte. —El tipo sostenía con un fuerte y feroz agarre a Seokmin, que pensaba en lo que tenía en su bolsillo.
—¿Estoy bajo arresto?— No quería ir a la cárcel. Podrían comérselo vivo en un lugar como ese. Los tipos de la prisión amaban a los chicos como él. Tenía el cabello castaño, ojos café dorado, medía un metro sesenta y ocho y era delgado, una perra de prisión. Infiernos no.
Seokmin luchó más duro para escapar, pero el tipo jaló la espalda de Seokmin hacia su pecho sosteniéndolo más cerca. La mano de Seokmin fue hacia el bolsillo, encontrando el paquete y sosteniéndolo.
—No soy policía. Cálmate.
—Si no eres policía, quita tus malditas manos de mí. ¿Tratas de secuestrarme o algo así? No estoy en esa mierda, Suéltame. —Seokmin movió su codo hacia atrás e hizo contacto con el abdomen del tipo. ¿Estaría usando un chaleco contra balas o algo así? El tipo ni parpadeó.
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Manada Park #4
FanfictionSeokmin era un diligente y correcto estudiante de 'A' hasta una noche en que su ex - novio vio algo en él que no debería de haber visto. Los secretos de Seokmin lo llevaron a una vida de drogas y dolor, y el camino para la recuperación es muy lar...