Seokmin estaba sentando viendo a Baekhyun vencer a Seokjin en otro juego. Esos dos chicos vivían aquí, él pensó que el chico, Seokjin, era un poco extraño con todos esos piercing. Baekhyun parecía agradable.
Habían pasado cuatro días desde que despertó en esa casa, desde que Soon Young cambió su vida.
Jaló los puños de las largas mangas de su camisa, un hábito nervioso que había desarrollado para esconder sus brazos. Los pensamientos sobre escapar seguían presentes pero cada vez que lo intentaba alguien lo detenía. Seokmin se puso de pie, quería regresar al cuarto de Soon Young. No le gustaba estar entre todos esos extraños. No le gustaba el hecho de que todos esos fueron testigos de su vergüenza.
—¿Seguro que no quieres jugar, Seokmin?
Seokmin se detuvo, se giró para ver a Baekhyun que extendía el brazo, sosteniendo el control. Él no estaba dentro de los juegos de video, mucho menos con todos en el cuarto viéndolo. Seokmin se sentía como un bicho bajo el microscopio, todo el mundo vigilaba cada uno de sus movimientos.
—No, gracias. —Seokmin salió del estudio, vagabundeando sin ánimo por la enorme casa. Se detuvo a estudiar unas pinturas, niños jugando en un parque de una antigua ciudad. Una en particular atrapó su atención. Dos lobos, uno frente al otro, acariciando sus cuellos, el bosque rodeándolos y la luna iluminando los hermosos colores de su pelaje. La pintura capturó su total atención. Levantó la mano ligeramente tocando el pelaje que parecía real como si realmente pudiera tocarlo.
Seokmin quería ser uno de esos lobos. Quería que alguien lo viera de la manera en que se veían la pareja. ¿Quién iba a querer a un drogadicto? ¿Quién iba a querer a alguien con todos los problemas que él cargaba? Incluso si Soon Young tenía éxito en limpiarlo, su cuerpo estaba marcado, siempre llevaría las señales de su humillación. Él estaba cansado de sufrir, cansado de luchar. Ya no quería hacer esto más. —Si solo fueran reales— Seokmin murmuró a la pareja. Siguió caminando con los brazos alrededor de su cintura, sosteniendo el dolor. Si solo pudiera regresar el tiempo, antes del día fatal que arruinó su vida.
—Hey, ¿necesitas compañía?
Seokmin levantó la vista, saliendo de sus reflexiones y se encontró con un joven chico de negro cabello, sus ojos café naranjas llenos de compasión. Él no quería compasión, solo quería estar solo. Sin contestar, siguió caminando.
Seokmin se detuvo, apoyó la espalda en la pared y se deslizó hacia abajo. Jaló las rodillas a su pecho y las abrazó, se sentía malditamente perdido.
Despertó sobresaltado cuando sintió que alguien se sentaba a su lado. ¿Se habría quedado dormido? Vio a su derecha. Soon Young estaba sentado en silencio en la misma posición que él, abrazando sus piernas. Sin decir una palabra.
—Te levantaste de las cenizas y eres un hombre fuerte por eso. ―Soon Young rompió el silencio.
Seokmin apoyó su mejilla izquierda en su rodilla, viendo la fuerza que él quería tener, la confianza que solía poseer. —Yo— La voz de Seokmin quedó atrapada. Se aclaró la garganta y trató de nuevo—. Sabes, no siempre fui de esta manera. Realmente era un buen estudiante, un buen chico. —Seokmin se limpió la lágrima que logró escapar. Él estaba luchando con detener las lágrimas y el dolor, ahora solo quería paz.
Seokmin exhaló y entonces continúo. —Al principio fueron pastillas para ayudarme a dormir. Sufría de insomnio. Descubrí que mi tolerancia era alta. Tomaba la mayor dosis y aun así seguía sin relajarme, sin dormir. Estuve escalando, necesitaba algo más fuerte, algo que funcionara. Entonces una noche en una fiesta, yo y esto...—Seokmin vaciló, viendo a Soon Young antes de continuar—, el chico con el que salía en ese momento, bueno, solo diré que él vio algo que no debió haber visto y después de eso, él hizo todo lo que pudo para destruirme. Mike es un traficante. No lo sabía en ese momento. Él me dio algo que me ayudó a dormir y entonces me dio algo más fuerte y eso continuó. Hasta que llegué a donde estoy ahora.
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Manada Park #4
FanfictionSeokmin era un diligente y correcto estudiante de 'A' hasta una noche en que su ex - novio vio algo en él que no debería de haber visto. Los secretos de Seokmin lo llevaron a una vida de drogas y dolor, y el camino para la recuperación es muy lar...