Capitulo 5

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Chanyeol salió a su reunión con el nuevo Alfa, preguntándose si el tipo sería un gran imbécil como Jackson. Esperaba dentro del Café con Jongin, y Jongdae. Kris, Jeonghan, Leeteuk y Sehun estaban escondidos en los edificios del rededor, observando.

Chanyeol se puso de pie cuando un increíblemente gran hombre cruzó la puerta. Decir que era alto era poco. Tuvo que inclinar la cabeza para cruzar la puerta. El hombre vio a Chanyeol y asintió. Ellos tomaron asiento para iniciar la conversación.

—¿Cuáles son tus planes para la manada?— Chanyeol necesitaba saber si el nuevo Alfa iba a ser un aliado o un enemigo. Si Seung Cheol iba a ser su enemigo él iba a necesitar reunir más centinelas. El tipo era demasiado calculador e inteligente. No era como la mierda de Jackson.

Una docena habían sido el número de Centinelas en la manada Park por siglos. Una docena era todo lo que se necesitaba. Ellos eran guerreros feroces, con habilidades sin paralelo. Esos lobos grises dependían de su número. Los lobos de Chanyeol dependían de su fuerza.

—Poner orden en mi manada. Jackson era descuidado y perezoso. La manada sufría por eso. No deseo que seamos enemigos. Deseo una alianza entre nuestra gente —Seung Cheol estableció confiado.

Ellos discutieron sobre los límites territoriales, miembros de la manada y cosas aburridas de las que hablan los Alfas, mantenían su conversación en murmullos inaudibles a oídos humanos.

Cuando ellos se estrecharon las manos y dejaban el Café, Jeonghan llegó al lado de Chanyeol, viendo al enorme Alfa de la manada del Este. Seung Cheol pasó sus nudillos bajo la cara de Jeonghan mientras Leeteuk le gruñía, con rabia tomó a Jeonghan de la cintura y lo jaló hacia él, colocando protectoramente al pelirrojo detrás de él.

Seung Cheol le gruñó al Centinela. —¡Mío!

Chanyeol giró los ojos. —Joder.

Leeteuk sostenía a Jeonghan en sus brazos, sentados en el sofá del estudio. —¿Es realmente tu pareja, Jeon?— El corazón de Leeteuk se desgarraba en su pecho. Ellos habían sido los mejores amigos y amantes durante dos siglos. Aunque sabían que no eran pareja, nadie podía decir eso.

Lágrimas bajaban por la cara de Jeonghan cuando asintió. Él no entendía por qué el destino no había hecho a Leeteuk su pareja. Las parejas eran un par unido porque se necesitaban y tenían compatibilidad. Leeteuk lo conocía como a su mano. Él era su mejor amigo, su amante, su todo. Esto era una jodida mierda.

Jeonghan apoyó la cabeza en el pecho de Leeteuk mientras pensaba en su futuro sin su hombre.

Seokmin contestó la puerta en el segundo toquido.

—¿Puedo ayudarle?— Se quedó viendo al alto hombre con el oscuro cabello corto y una insignia de detective alrededor del cuello. Le cerró la puerta en la cara al tipo. ¿Por qué estaba un detective aquí? ¿El papá de Seokjin lo habría reportado desaparecido? ¿Era porque él usó drogas? ¿Qué quería?

Tocó de nuevo. Seokmin corrió al estudio, gritándole a todo el mundo que se escondiera. Jaló las mangas de su camisa rezando porque las marcas desaparecieran. Corrió hacia Baekhyun y Kyungsoo jalándolos detrás del sofá.

—Hey, tranquilo, Seokmin. Solo dile a Sehun qué te molesta. —Seokmin señaló con el dedo la puerta del frente mientras saltaba.

—¡Policías! Escóndanse.

Sehun se rió ante el chico con los ojos café dorados que se mordía las uñas. ¿Qué infiernos lo tenía tan nervioso? Oyó que tocaban en la puerta del frente y fue a responder, sacudiendo la cabeza.

Manada Park #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora