Capitulo 8

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Soon Young corrió por los pasillos cuando oyó que vidrios se quebraban y madera se astillaba. Eso fue en la oficina de Chanyeol.

Las parejas.

Cuando rodeó la esquina, Jongin y Jongdae se unieron a él, Namjoon no iba muy atrás de él. Ellos atravesaron la puerta y encontraron el vidrio de la ventana en mil pedazos, las cortinas volaban y el marco estaba quebrado.

Sus parejas no estaban a la vista.

Aullidos hicieron eco en la oscuridad.

—Vamos, dulzura. Minseok te tiene. —Minseok abrazaba a Baekhyun fuerte a su costado mientras ellos recorrían ese laberinto. El túnel de madera era lo suficientemente ancho para una persona. Minseok caminaba de lado para mantener a Baekhyun cerca.

Seokmin sostenía fuerte a Kyungsoo. Su pequeño cuerpo temblaba mientras él lo sostenía. Seokjin guiaba el camino.

—¿Dónde crees que termine esto?— Minseok le preguntó a su hermano.

Seokjin solo se encogió de hombros.

Había una pequeña luz parpadeando cuando abrieron el librero y se reveló el pasaje. Minseok se sentía como un monstruo forzando a Baekhyun a entrar en el pasillo. Sabiendo sobre el secuestro de Baekhyun y su cercana experiencia con la muerte, sabía que él estaba lastimando mentalmente al pequeño en este momento al hacerlo atravesar por esto. Pero sus entrañas le decían que tenían que salir inmediatamente de la oficina. Después de estar en las calles había aprendido a escuchar a sus instintos.

—¿Cuánto más crees que falta?— De nuevo, su hermano solo se encogió de hombros—. ¿Podrías decirme algo? Algunos de nosotros necesitamos consuelo. —Minseok apretó más cerca a Baekhyun. A él no le importaba los problemas que Seokjin tuviera, Baekhyun y Kyungsoo estaban aterrados y necesitaban que alguien actuara como si supiera lo que estaban haciendo.

—Qué jodidos sé. Nunca llegué tan lejos —Seokjin gruñó sobre el hombro.

—No tienes que ser un imbécil sobre esto. —Minseok estaba realmente tratando de evitar que su hermano vertiera más ira sobre gente inocente. Este no era el momento para que mostrara lo que se había convertido en una conducta normal en él. Las parejas estaban aterradas y necesitaban saber lo que estaban haciendo. Minseok estaba aterrado pero se mantenía calmado para que los otros no estuvieran totalmente perdidos.

—Como sea.

—¿Qué infiernos te sucede, Seokjin? En un tiempo tú me buscabas para que te mantuviera seguro y te mantuviera feliz. ¿Qué te sucedió para volverte tan amargado?— Minseok no podía aguantarlo más. Quería a su hermanito de regreso. No le gustaba el chico frente a él. Ese chico frío, amargado y cruel.

Seokjin se giró y enfrento a Minseok. —¿Qué crees que me sucedió? ¡Papá me sucedió! Me dejaste en las manos de un monstruo. Tú. El hermano que se suponía que tenía que preocuparse por mí. El hermano que me protegía me dejó sin protección. —Seokjin se giró y continúo. Ellos aumentaron el ritmo para seguirlo.

Minseok le gritó:—¿Crees que fue mi elección? ¡Me lanzó a la calle! Traté de hablar con alguien. Traté de hacer que alguien me escuchara. A nadie le importó una mierda. Si no me importaras, no hubiera mandado a Jongdae por ti. Me importas, Seokjin. Me importa mucho lo que te sucedía. Me desgarraba saber que estabas con él. —Minseok ahora estaba llorando. Él había tratado de contener todo el dolor que sentía, trató de mantener las malditas barreras altas. Pero la amargura en las acusaciones de Seokjin las derrumbó.

—Como sea. Pudiste haber regresado y llevarme contigo ―Seokjin gruñó.

—Qué, ¿a las inclemencias de la calle? ¿Estás loco? ¿Sabes lo que tuve que hacer para sobrevivir? Oh, sí. Lo sabes. El señor sabe que te aseguraste de lanzármelo a la cara. —Minseok tenía que calmarse. Primero ellos estaban gritando y eso no era bueno cuando trataban de esconderse. Segundo, Kyungsoo estaba llorando.

Manada Park #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora