-Entre nosotros dos, deja de fingir; porqué no te creo ni una mierda.
A Oh Sehun lo transfirieron al internado más importante de Suiza, si estabas ahí, era solo por dos cosas: tus calificaciones son de las mejores del país o naciste en cuna de oro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día empieza normal hasta que cometo el peor error de mi vida, responderle a un maestro.
Es gracioso porque creo que ya pueden adivinar a quien fue, y lo que es más gracioso es que ni siquiera parecía molesto.
No le dije alguna grosería o algo. Simplemente pedí con una pizca de amabilidad que reconsiderara mi calificación, la amabilidad fue lo que me falló.
Fue algo así:
—¿Estás insinuando que me equivoque? Sabes que estoy aquí porque soy un experto en mi trabajo, ¿cierto?
—Solo estoy pidiendo una segunda opinión. —Dije firmemente, tomo mi autorretrato, se colocó sus lentes y expresó:
—Pareces un ogro. Esto no merece otra calificación que no sea un 5.
—¡Pero! —Volví a objetar.
—Te estoy dando otra oportunidad, Sehun. No deberías desaprovecharla. — Utilizó mi nombre, nunca me llamaba así, y eso que ya habíamos tenido esta conversación. —No doy segundas oportunidades, para que lo sepas. No quiero que desapruebes esta materia, soy comprensivo porque se que no habías llevado artes antes, como asignatura o al menos no tan práctica, como lo son mis clases.
—No necesito una segunda oportunidad. — Lleve mi retrato a un lado de mi cara.— ¡Lo ve! Nos parecemos.
—Si te gusta parecerte a un simio...
Su comentario no me hace gracia, el que parece simio es él, casi lo digo, pero me contuve.
Arrugue la hoja, la hice una bola y la arrojé a su escritorio, claro que esperaba que cayera al contenedor de basura que estaba a un lado...
—Vaya insolente. —Dijo, me estremecí por dentro. — No te confundas, me agradas, eres interesante. Pero parece que necesitas una reprimenda. Mira el aula, deje que el autorretrato fuera estilo libre, muchos usaron pintura y acuarelas. Ven después de clases a limpiar las mesas y el piso. Y para el viernes espero tu autorretrato, uno donde si te veas normal.
Doy media vuelta y me voy, no estoy de humor como para fingir gratitud, soy un pésimo dibujante, como si eso no hubiera quedado claro, me piden que lo siga intentando. ¿Porque debo seguir si no soy el mejor? O sea, soy mediocre, porque me piden que lo intente, si hay muchísimas personas mejores.
Intento no desanimarme, soy bueno en muchas cosas. Pónganme a realizar ecuaciones integrales o pregúntenme cualquier cosa sobre la historia, en eso soy bueno.
Por lo menos hoy no tengo práctica. De hecho estoy mejorando muchísimo, eso me alegra. El próximo mes habrá una competencia, deseo que me elijan para relevos o alguna carrera.
Guarde todo mi resentimiento para la hora del almuerzo.
No se que tan gracioso soy porque mis amigos se están riendo de mí en mi propia cara.
