6. Show de talentos

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Es temprano por la mañana, estoy corriendo por la pista de atletismo

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Es temprano por la mañana, estoy corriendo por la pista de atletismo.
Anoche no pude pegar un ojo.

Después de entregar mi trabajo el viernes, el profesor dijo que se veía horrible, pero más aceptable que antes, me puso un 87 de 100, es algo aceptable, sabiendo que pude haber sacado un 50.

Hoy es la presentación de Ivy, Jovana y Lila.
No se si quiero ir, se que lo prometí pero me estoy sintiendo abrumado.
Por eso mismo estoy corriendo, es mi forma de intentar no pensar, aunque justo ahora no me está funcionando muy bien.

Ayer al llegar al dormitorio después del entrenamiento de atletismo vi a Sky, estaba sentado en un escritorio, llevaba audífonos y estaba dibujando, al verme llegar cerró con fuerza el cuaderno, no pude ver bien que era, pero parecían ser dibujos de él mismo, me asombra demasiado el hecho de que es realmente bueno.

Decido parar cuando el sudor que cae por mi frente empieza a ser desagradable, aunque el sol ya salió no hay muchas personas afuera, todo está muy silencioso.

Volví al dormitorio para tomar una ducha, no quise hacer mucho ruido para no despertar a nadie, los muchachos suelen dormir hasta tarde.
Al entrar vi a Sky sentado en su cama, hablaba por teléfono, parecía frustrado, a pesar de no llevar mucho tiempo conviviendo, puedo identificar los gestos de Sky, es una persona muy expresiva, sus cejas casi siempre lo delatan al igual que su mirada, me recuerda un poco a mi.

—Está bien, papá. Adiós. — Lo vi colgar la llamada, levantó el rostro y me miró, huí para que no pensara que estaba escuchando a propósito.


Salí del baño y todos seguían dormidos, claro a excepción de Sky, que ahora estaba de vuelta en el escritorio, pase a un lado de él y vi como arrancaba cada hoja de su cuaderno de dibujo y las arrugaba, podía escuchar como murmuraba algo indescifrable, quise hablarle, porque estoy intentando cambiar y ser mejor persona, pero me acobarde.
Me di vuelta, dándole la espalda y fingiendo que nunca lo vi, pero lo que sea que balbuceaba ahora era más fuerte, al igual que el sonido de las hojas arrancadas, decidí hablarle, pues supuse que realmente necesitaba una distracción.

—¿Irás a la presentación de Lila? Ivy me dijo que participaría. — Me posicione atrás de él, de inmediato guardó silencio, así como apartó la vista de las bolas de papel sobre el escritorio y me miró, parece que olvidó que no estaba solo.

—Si iré, ¿Desde cuando hablas con Ivy? — Su voz se escuchaba muy lejana.

—Ah, el otro día nos cruzamos en el aula de arte, por un castigo. ¿No te dijo?

—No... un momento, ¿Castigaron a Ivy?

—Solo a mi, Ella por alguna extraña razón estaba ahí. — Le dije, un poco dudando de mi respuesta.

Se quedó callado y luego miró a mi cabello, que se encontraba húmedo.

--¿Saliste?

—Salí a correr, hace un rato.

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