Bienvenido de vuelta 3.

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—Esto es un festín de mierda —masculló Wayne, la lluvia había cesado, la niebla no se había disipado del todo. Era menos densa.

Había sombras en todo el pueblo, cuerpos inmóviles con ojos rojos y sostenían pistolas al igual que oscuras que sus cuerpos. Estaban en los techos de las casas, sentados en los cuerpos muertos de las personas del pueblo. Observandolos.

Había silencio sepulcral, solo el viento frío se asomaba.

—¿Quiénes son? —Preguntó Thomas.

—Sombras de identidad, antiguos Forjamundos.

Thomas detectó que Wayne ya no sonreía, se mantenía con una cara inexpresiva y con el seguro quitado de su revólver. Las sombras solo se limitaban a observarlos en la distancia, Thomas sintió una punzada de miedo, era realmente un ejército.

Con un ejército así... —Pensò Wayne—. Destruirìa este mundo.

Wayne caminò siguiendo la fila de los Forjamundos corruptos, Thomas caminò junto a él, Wayne habìa creído que las cosas quizàs eran menores. Que las arreglarìa y seguirìa buscando a más como èl... Y si, lo hizo, estaba Thomas Fenn (que seguro no sabria que realmente es una encarnación, tendrìa que explicarle luego eso), habia contacto con aquellos niños y había conocido a unos posibles candidatos cuando...

Thomas lo tomó por el hombro.

Las sombras se arrodillaron en cuando El Hombre de Negro se presenciò saliendo de las alcantarillas. Como la jodida rata que es. Pensó Thomas.

—-Bienvenido de vuelta, Thomas —-dijo el hombre de negro, mostrando un vertice en donde debìa estar su boca. Observó a Wayne y negò con la cabeza—, ¿un forjamundos vivo? Un desperdicio.

El Hombre de Negro alzò sus brazos y se elevò al cielo. Thomas apuntò con el arma mientras El Hombre de Negro ascendia. Wayne se colocó alerta mirando alrededor, sus antiguos compañeros emprendieron un coro, no sabía que decía pero no auguraba nada bueno.


Entonces la oscuridad llegó.

Thomas sintió un frío atroz, el vapor en su aliento se notò, observò a Wayne que seguìa con la mirada inexpresiva con la cara pálida ¿Quizàs tendrìa miedo también? Thomas no descartó esa posibilidad al fin de cuentas eran humanos.

La luz del sol los cegó. Ahora no estaban en el pueblo, era una formación circular de roca con grabados en forma de sol, el horizonte era pintado de montañas bañadas en nieve, el viento ululaba.

—-Debe ser una broma —-Dijo Wayne abriendo los ojos como platos y por fin mostrando una expresión en su rostro.

Miedo.

Mientras El Hombre de Negro descendìa, Thomas notò al hombre encapuchado sentado en un viejo y destruido trono de marmol, su cara no se podia ver pero sus ojos se proyectaban en una estela verde. su cuerpo estaba completamente tapado por una túnica y sus dedos apenas visibles. Estos últimos parecían moribundos.

—-Mi amo será testigo de su muerte y como he fallado —-Su tono era de admiración, estaba al lado de su amo. Wayne apretò los dientes, era él, Cellius hermano de Justicia.

—-Matalos y tráeme sus cuerpos —-Tosio—-. ¡Ahora!

Wayne previò el ataque y empujò hacia un lado a Thomas, las garras del Hombre de Negro cortò el aire. Thomas cayó de bruces, un segundo más y se hubiese quedado sin cara. No obstante se levantó rápidamente y disparó.

La bala se curviò hacía fuera del círculo y a continuaciòn El Hombre de Negro se mueve demasiado rapido y corta la mejilla de Thomas... ¿Solo la mejilla? si, Thomas sintió la sangre caliente y volteó la cabeza y Wayne lo había vuelto a empujar. Era rápido.

Thomas Fenn: Sombras de Identidad (Thomas Fenn #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora