Elle estaba molesto, cansado, harto. Gruñó cuando su dedo volvió a quedarse pegado en el papel, el cual tuvo que hacer puño y mandarlo al cesto de basura.
Llevaba dos semanas intentando hacer una estúpida flor de papel y cada intento le salía peor que el anterior. Para colmo de males se estaba quedando sin tiempo, necesitaba esa flor lista esa misma noche porque mañana debía llevarla a la escuela.
Debió llevarle chocolates a Light el catorce de febrero. De verdad quería hacerlo, apenas comenzaron a congeniar las vacaciones pasadas pero lo considera su amigo, el mejor y el único realmente. Pero creyó que llevarle chocolate podía ser raro.
Ese gesto podía haberse interpretado correctamente como un "me gustas". Y sí, le gustaba Light, quizá sus capacidades sociales no eran las mejores pero no era tonto, entendía muy bien lo que era la atracción, y eso debí ser amor o taquicardias. Se inclinaba más por la primera opción, Light-kun era muy bonito como para no fijarse en él, pero le gustaba más la amistad que tenían. Así que desistió de la idea de llevarle chocolates.
¿Y saben qué fue lo peor? ¡Que Light si le llevó chocolates! Claro, son amigos, era el día del amor y la amistad, ¿qué de raro podía tener que dos amigos chicos se regalaran chocolates?
Si él no se hubiera hecho un lío mental por algo tan bobo, quizá mañana hubiese sido suficiente un simple abrazo junto a un «feliz cumpleaños, amigo».
En cambio ahora tenía que compensar su error y la maldita flor de papel parecía cualquier cosa menos una flor.
Si de algo le habían ayudado estas dos semanas era a tener claro lo que quería ser de grande. Se iba a encargar de poner tras las rejas a todos esos estafadores de internet. La chica de ese canal de YouTube ya encabezaba su lista. «Tutorial fácil para hacer una flor de papel perfecta», malditos títulos que solo servían de cebo. Si llevaba dos semanas y más de una resma de papel, era porque el título era un vil engaño.
ooo
Light suspiró viendo las muchas tarjetas y regalos que había sobre su pupitre. Todos sus compañeros eran muy amables y se encargó de agradecerles en general el gesto, pero no veía rastros de la única tarjeta que podía interesarle. Creyó que cuando Elle le dijo en el patio principal "hey, debo ir al baño, te veo en el salón, ¿va?", era una trampa para distraerlo e ir a dejar su obsequio como lo habían hecho los otros, pero no hay nada. Ya revisó hasta las bolsas de regalo qué hay en el suelo y nada.
Y él que todavía le dio chocolates el catorce de febrero. No se arrepiente pero si le daba vergüenza, hasta se atrevió a decirle la frase más cursi que se le pudo ocurrir: "dudo que este chocolate sea la mitad de dulce de lo que tú eres".
Todavía podía sentir las mejillas calientes y rojas de solo recordar esa frase, ¿cuándo Light Yagami diciendo esas cosas? Él estaba acostumbrado a que lo cortejen y a rechazar, hasta perfeccionó sus excusas con el tiempo. Esto debía ser algún tipo de karma, porque justo cuando alguien le gusta realmente, el otro no parece captar sus señales, ¿porque saben que le dijo Elle Lawliet? "Dudo ser más dulce que un chocolate. De hecho soy muy salado cuando no me baño"
En serio, ¿qué le gustaba de ese chico? Ah sí, sus bonitos ojos grandes y boquita pequeña.
Todo había empezado en las vacaciones pasadas. Antes de eso jamás se le hubiera pasado por la cabeza que ellos dos podían llevarse tan bien. Había que admitirlo, Elle podía ser bastante... rarito. Pero una vez comenzaron a hablar la conexión fue innegable. El pelinegro era tan inteligente, interesante y hasta divertido en su peculiar forma de ser.
Sin embargo, por más señales que le mandara, Elle no parecía entenderlas o simplemente no estaba interesado. Cosa que dudaba porque su amigo a veces tenía atenciones hacia él que solo harías por alguien que te gusta.
La incertidumbre lo iba a terminar matando. Sin embargo a él le daba mucha pena ser más directo, ya lo dijo antes, él estaba acostumbrado a ser cortejado, no a cortejar.
—Compruebo de nuevo que Light-kun es muy querido en este salón.
La repentina voz a su espalda le hizo dar un respingo, pero aún así volteó sonriendo, su corazón aleteando ansioso por el dueño de esa voz profunda.
—Pensé que habías decidido saltarte la clase.
—No — negó con la cabeza, llevándose las manos a los bolsillos—. Solo tenía que hacer algo.
Light asintió, sin saber qué más decir. Estaba a punto de decirle que tomaran asiento uno al lado del otro porque el profesor estaba a nada de llegar, cuando se repente Elle se sacó algo del pantalón.
—Feliz cumpleaños, Light-kun.
El aludido parpadeo, viendo la figura de papel. Su corazón explotó y no supo cómo no se desmayó ahí mismo.
—... Elle —se mordió los labios, quería llorar de emoción—... me hiciste un sapo de papel.
Lawliet hizo un puchero, frunciendo el ceño. —Es una flor.
Silencio.
Y luego, una carcajada.
—¡Por supuesto que es una flor! —le dio una suave golpe en el brazo a manera de juego— solo estaba bromeando, tonto.
Eso parecía un sapo, no había duda, pero no importaba lo que pareciera, estaba encantado con el gesto, sobre todo al ver a Elle sonreír, sus labios delgados formando una línea.
—¿Entonces te gustó?
—Me encantó.
No mentía, esa "flor" de papel era el mejor regalo que le habían dado ese día, mucho más que los audífonos inalámbricos con orejas de gato y luces que le regaló una compañera. Hacer esa comparación le confirmó lo que ya sabía: él ya era un caso perdido.
Sacudió la cabeza al darse cuenta que se había quedado viendo a Elle como un bobo y procedió a tomar asiento en su pupitre.
Elle mientras tanto se mantuvo en silencio, pero era porque no podía hablar. Tenía el estómago hecho nudo y el corazón saltando de alegría. Ojalá tuviera el valor suficiente de decirle a Light que esa flor la hizo no solo por su cumpleaños, sino como un gesto de cariño más allá de la amistad.
—Oye... —el castaño se inclinó hacia un lado para acercarse a su amigo que estaba sentado a la par. Quería que lo que iba a decirle quedara entre ellos— Mi mamá horneó un pastel por mi cumpleaños y me dijo que podía invitar a unos amigos.
—Oh... —Elle arqueó las cejas— ¿Y a quienes piensas invitar?
—Realmente solo a ti —le dijo con una sonrisa ladina—, no pienso decirle a nadie más, ¿sabes lo que eso significa?
Dijo lo último como un ronroneo coqueto. Por más que se negara a no ser tan directo, se daba cuenta que las cosas nunca avanzarían si solo las dejaba en manos de su amigo.
—Por supuesto que sé lo que significa. —Contestó en un susurro igual de pícaro mientras entrecerraba los ojos.
A Light casi se le sale el corazón, ¿acaso Elle había entendido su señal? ¿Su indirecta de que al no invitar a nadie más podían pasar la tarde ellos solos? Volteó hacia el pizarrón por miedo a dejar en evidencia lo que estaba pensando, y sonrió satisfecho.
Por otro lado, lo que Elle entendió es que Light-kun quería que el pastel fuera solo para los dos. Y sonrió, porque a él le gustaba mucho el pastel, tanto como le gustaba Light-kun.
——
Feliz cumpleaños mi diva hermosaaaaa
Aquí tu fiel defensora!
Eres lo mejor que le pudo haber pasado a este mundo y yo sé que cometiste algunos poquitos, muy poquitos asesinatos pero solo era porque estabas aburrido mi vida!!!
Espero que tú y L estén viviendo felices en una casita de campo rodeado de árboles con muchos hijos un perro y dos gatos >.< no pido nada más!
Y bueno, volviendo a ser una persona normal. Si tenía una idea para este día, claramente no era esta, esta me la saqué de la manga hoy porque me negaba a dejar pasar otro cumpleaños sin un regalito, va en contra de mi religión.
Cuídense mucho y gracias por leer!

ESTÁS LEYENDO
LawLight
Fiksi PenggemarTítulo sujeto a cambios. Si es que se me ocurre algo bueno :/ Capítulos cortos (tal vez) de esta hermosa pareja intentando soportarse mutuamente, donde los celos y situaciones dramáticas de estos dos me da vida. Aquí no hay finales tristes ni depres...