Es demasiado largo...

3.3K 376 298
                                    


Le lanzó una almohada a Ryuzaki, molesto se levantó de la cama y se estiró para desentumecerse un poco, habían estado en este colchón las últimas doce horas, ni sabía cómo podía ponerse de pie aún.

—Eres un maldito enfermo—. Se quejó, llevando su mano al bolsillo de su pantalón para sacar su celular.

—¿Ya es hora de que Light-kun se queje con papi?— Sonrió de lado, estirando su mano para tomar el tazón de galletitas que tenía sobre la mesita de noche para esperar otro escándalo armado por el joven, que en las semanas que llevaban juntos ya eran muchos.

—Tú cállate panda—. Espetó, caminando de un lado a otro con el celular pegado a su oreja, escuchándolo sonar.

—¿Bueno?— Se escuchó la ronca voz de Soichiro del otro lado, haciendo que Light diese un brinquito porque había pensado que su padre estaría muy ocupado para atender.

—Papá, sé que la oportunidad de trabajar junto a los mejores detectives solo se la dan a muy pocos alumnos, que no debería desaprovechar la oportunidad, pero quiero irme, papi—. Se quejó haciendo un puchero al final, con una prisa que hasta Soichiro tuvo que pegar más la oreja al aparato para no perder detalle

—¿Y ahora que ha ocurrido?— Se masajeó el puente de la nariz, preparándose para cualquier cosa por la que su hijo fuese a hacer drama esta vez.

—¡Que el detective que me tocó es un enfermo! Papá yo no me había fijado lo largo que era.

Soichiro comenzó a sudar del otro lado, siempre había visto a su hijo muy "delicadito" y que estuviese encerrado en un apartamento con un hombre mayor no lo dejaba más tranquilo.

—¡La otra vez dijo que ni lo iba a sentir, que luego de unos días ya no  iba a ser tan difícil! ¡Pero aún dos semanas después yo no me acostumbro, me sigue doliendo el culo siempre que terminamos!— Se quejaba agitando los brazos, dedicándole una sería mirada al detective que le había lanzado un beso desde la cama.


—¿Pa-papá?— Se alejó el teléfono de la oreja al escuchar el sonido de la llamada desconectada.

—Si Light-kun ha terminado de quejarse puede volver ya a mi cama—. Palmeó el colchón invitando al menor a acompañarlo, mordiéndose los labios al ver la cara de enojo una vez su padre le había cortado.

—Mi mami si me escuchará...— Masculló, moviendo sus dedos a gran velocidad sobre la pantalla.

—¿Si?

—Mamiiii, papi me ha vuelto a desconectar la llamada—. Se cruzó de brazos haciendo un puchero, como si la mujer pudiese verlo.

—Bueno cariño, lo tengo a mi lado y dice que estas conversaciones es mejor que las tengas conmigo. ¿Qué ocurre, bebé?— Sachiko tomó asiento en la silla del comedor, creyendo que estas conversaciones solo las tendría con Sayu algún día, pero ya que su hijo pedaleaba para atrás, tenía que ser buena madre y apoyarlo.

—¡Es que cada vez es más largo mami, solo de verlo se me acalambra el culo!— Le sacó la lengua al insomne detective, quien comía sus galletitas de panda muy divertido.

—Bueno hijo, yo te acepto como seas, así que te daré unos consejitos, ¿está bien? Primero, intenta respirar bebé, el dolor no será para siempre, relaja el cuerpo y permite que entre todo. Si te duele mucho, grita fuerte, eso los motiva a seguir... aunque claro, si es garganta profunda puede que se te complique por las arcadas y...

—¿Mamá?— Interrumpió Light rápidamente, pasándose los dedos por el cuello de su camisa nerviosamente.

—¿Si, mi niño?

—¿De qué hablas?

—Bueno... ¿De qué hablas tú, amor?

—De los largos informes que Ryuzaki me da sobre sus casos, esos que nos mantienen sentados por horas y me deja con un dolor de culo y espalda insoportable.

Caminó más por la habitación, dándole la espalda al detective una vez lo escuchó burlándose. Y es que a Ryuzaki le hacía gracia todo lo dramático que el menor era, pero estaba seguro que esta vez sus padres no habían sido de ayuda.

—¡Ay, mi niño, yo pensé que hablabas de algo más! Perdón cielo—. Rió desde el otro lado, alejándose el teléfono por un momento para decirle a su esposo de lo que hablaba su hijo todo este tiempo.

—No entiendo, mamá—. Estaba muy confundido, ¿por qué escuchaba a sus padres riendo del otro lado? Principalmente ¿por qué hasta Ryuzaki se reía?

—Bueno, pero solo por si acaso... ¿quieres mis consejos para que aparte de larga la sientas gruesa?— Sachiko se mordió el labio del otro lado, ganándose una desaprobadora mirada de su esposo, pero se alejó el aparato una vez escuchó que la llamada había sido desconectada.

—¿Light?

-_-_-_-_-_-

—¿Pudo Light-kun encontrar una solución para el dolor en sus posaderas?— Le guiñó el ojo, palmeando nuevamente el espacio del colchón donde debería estar el culo del castaño.

—¡Tú cállate, cara de búho!— Espetó, sentándose molesto sobre la cama, tomando su laptop para continuar con el cansino trabajo.

LawLightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora