𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 9

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Por segunda vez, JongIn tuvo la oportunidad de apreciar sus pecas color caramelo suave, las manchitas de sol en su nariz, el brillo radiante de su piel, y por encima de ello sus rosados labios. Una tentación tallada por el mismo cupido.

―Un chef ha de probar muchos sabores en su vida, pero, para mí, tus labios han sido lo más adictivo que pude saborear hasta ahora.

Mencionó JongIn, embriagado con tan magnífica visión. El omega, mirando directo a sus ojos, logró ver que el alfa en verdad carecía de alguien a quien amar. El cariño que no pudo dar parecía ser inmenso, sus orbes cafés reflejaban la necesidad de adorar y ser adorado por igual. El pelirrubio también era consciente de la fascinación creciente dentro de él, KyungSoo le fascinaba.

―Contigo soy un comensal probando un gran plato por primera vez, me pregunto si debería probarte despacio, o deborarte sin pensarlo,― habló KyungSoo, paseando su mirada en el rostro ajeno. ―dudo, preguntándome si es bueno querer más o es mejor esperar, sufro sintiendo que es algo incorrecto. ―suspiró, ―Aún así, tengo hambre, sigo con hambre de ese plato, y haga lo que haga no puedo detenerme.

―No tenemos que detenernos, solo disfrutemos este extraño y adictivo sabor que descubrimos. ―sonrió el alfa.

JongIn aprovechó la cercanía en la que se encontraban y cargó a KyungSoo en sus brazos. Bajando con él hacia donde estaba preparada la cena.

Tal como la noche anterior, alfa y omega chocaron sus copas de vino tinto, entregados a su destino.

[...]

―No lo sé, Baekhyun, él se porta extraño conmigo, nunca fue así. ―Sehun acomodó su cabello hacia atrás con histeria.

Le costaba comprender el cambio radical en su amado esposo. Con la pelea por teléfono y las historias del gerente no se sentía tranquilo. Si de él dependiera cancelaba todo y volvía, pero Baekhyun le insistía en esperar un poco más.

―¿Llamaste a Yixing? Digo, según KyungSoo él lo envió, entonces debe saber. ―esas palabras encendieron una alarma en Oh.

El omega castaño claro tenía razón, ¿Quién más sabría sino Yixing? No perdía nada con molestarlo unos minutos.

Tomo el teléfono y marcó, esperando oír una contestación del otro lado.

―¿Hola?

―Hyung, soy Hun ¿podemos hablar? ―lanzó.

En ese instante Yixing pudo adivinar, haciéndose una idea de las intenciones del menor.

―Si, que sea rápido, Jun y yo acompañaremos a Min al hospital. ―contestó.

El pretexto era cierto, JunMyeon preparaba el auto mientras Yixing buscaba la carpeta con los exámenes médicos del alfa mayor. Su pierna estaba peor que la última vez, al parecer podría necesitar algo más drástico.

―Oh ¿Qué le sucedió a Min hyung? ―en el fondo, mentiroso y todo seguía siendo buena persona.

―La pierna, necesitará un yeso. Ahora dime ¿En qué puedo ayudarte?

Forma sutil de decir "Apresurate que no tengo todo el día para tus pendejadas".

―Llamé a casa pero Soo no me contesta, solo estoy preocupado, entró en celo hace unos días ¿Sabes como está?

Hun no podía ser obvio, por supuesto que debía lograr que le contara por si mismo.

―Si, el esta bien, en este momento me informó que la cena con el gerente de Busan esta en orden.

El alfa menor respiró aliviado del otro lado, todo era cierto según Yixing. Quien no pudo evitar caer a la tentación y añadir algunos detalles.

―Dijo que todo va muy bien, el gerente es joven, está encantado con KyungSoo, mejor no lo esperes despierto, dudo que llegue a casa temprano.

Escupió reteniendo la tensión en sus cuerdas vocales. Un incómodo silencio se hizo presente, la respiración de Sehun pesó como un yunque.

―Ya, gracias.

Respondió en seco y colgó. Dejando el teléfono sobre la cama. Creyó que estaría tranquilo, pero esa llamada le puso los nervios de punta, ¿Con qué encantado? ¿Joven? El alfa pelinegro soltó un gruñido. Sabía muy bien que merecía toda esa frustración, pero a nadie le gusta recibir una cucharada de su propia medicina.

[...]

Si alguien desconocido los viera, no creería que JongIn y KyungSoo eran corazones despechados buscando un consuelo, se veían como una pareja llena de planes y un sexy romance.

Tras la cena decidieron entrar al camarote, JongIn le mostró una ventana mediana que cuando se abría mostraba el cielo estrellado. Debido a que el yate no era tan grande en realidad, podían tener esos lujos, igual que las ventanas más pequeñas a los lados.

―La noche es hermosa. ―mencionó KyungSoo, recostado en la cama.

El alfa asintió con un pequeño "ujum". Observando el tenue brillo de la luna contrastar con la pálida piel. Volvió la vista en la misma dirección que el omega, es decir, hacia arriba con el cielo estrellado.

Lento, su mano tocó la contraria, deslizándose por la palma desnuda hasta los dedos, para entralazarse con ellos al final. Una descarga eléctrica estremeció sus cuerpos, tan placentera.

―¿Puedo contarte algo? ―pidió JongIn.

―Claro, te escucharé ―KyungSoo miró sus manos unidas y levantó el rostro hacía el menor.

―Nunca he hablado de esto con nadie, ―inició nervioso, ―Mi matrimonio con Baekhyun es una farsa. Nunca hubo sentimientos, al menos no de su parte.

KyungSoo se sorprendió por esta confesión, acomodó el cuerpo de perfil, para observar mejor al contrario quien replicó su posición. Sin romper la unión de sus extremidades, se miraron atónitos.

―¿Los obligaron a casarse? ―preguntó.

―Yo amaba a Baekhyun cuando teníamos veinte, pero, él se casó conmigo mientras amaba a alguien más.

𝕴𝖓𝖋𝖎𝖉𝖊𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉 → кαιѕσσDonde viven las historias. Descúbrelo ahora