Lisa
Había terminado mi libro y no tenía nada más que hacer.
Eso es lo que me dije a mí misma, una y otra vez, mientras observaba descaradamente la sesión de fotos de Jennie y Eunwoo. Me había pasado la mayor parte del día ignorándola, o intentándolo. En un momento dado, levanté la vista y la vi trepando por el cuerpo de Eunwoo, con el culo al aire y las manos deslizándose por el estómago de él.
La tuve dura todo el día. Ella estaba radiante y sexy como la mierda. Pero yo seguí mirando hacia abajo, obligándome a leer. Era un esfuerzo inútil torturarme. Además, habíamos tenido una conversación real esta mañana y ella no había mencionado ni una sola vez el poema que le había dejado.
Probablemente Jennie se avergonzaba de mí, se reía con Alison de mi estúpido crush con ella y, por pura amabilidad, había decidido no mencionarlo. Yo sabía cuándo debía cortar por lo sano, lo había hecho con innumerables mujeres, innumerables veces.
Me dije a mí misma que solo miraría un segundo. Luego daré un largo, largo... largo paseo por el bosque hasta que terminen.
Me recosté contra un árbol, esperando que mi erección no fuera totalmente obvia, y contemplé la escena. No podía ver el cuerpo de Jennie, excepto una parte de sus muslos tonificados, expuestos entre la parte superior de sus botas y los deshilachados extremos de sus shorts. Me pregunté cómo sería follarla solo con esas botas. Imaginé la sensación del cuero, sus piernas sobre mis hombros.
La parte inferior de sus shorts se deslizó más arriba y pude distinguir la curva de su culo. Ray le dio algunas indicaciones y ella ladeó la cabeza, dejando al descubierto su hermosa garganta. Miró hacia abajo y hacia otro lado, y luego hacia arriba, directamente hacia mí.
Le sostuve la mirada-que Dios me ayudé- se la sostuve. No pensé en lo avergonzada que me sentiría más tarde, ni en que tendría que disculparme incómodamente. No pensé en las docenas de mujeres que me habían rechazado a lo largo de los años. No pensé en nada de eso, porque estaba operando por puro instinto.
Deseaba a Jennie Kim. Y no en el sentido de 'hey, mira que modelo tan sexy'. No se trataba de una oportunidad o una obsesión con su fama. Simplemente la deseaba.
Reconocí la pureza de ese deseo en ese momento, la forma en que me imaginé en la posición de Eunwoo. Él le acariciaba con los labios su cuello y yo me imaginaba haciendo lo mismo. Me pregunté a qué sabría su piel bajo mi lengua. Quería sentirla temblar.
Mis dedos subiendo por sus muslos y deslizándose bajo los hilos deshilachados de aquellos shorts, casi rozando los labios de su coño.
Pero conteniéndome.
Haciéndola esperar.
Jennie siguió sosteniéndome la mirada mientras yo dejaba que las imágenes que había bloqueado los últimos días se desataran por fin en mi mente. Debió de notarse en la forma en que la miraba, porque había algo... exhibicionista... en su reacción hacia mí. Se mordió el labio. Agarró el pelo de Eunwoo. Lamió su bíceps. Levantó los brazos por encima de su cabeza y se arqueó dramáticamente, casi exhibiendo sus pechos.
Me tragué un gruñido. No había ni la más remota posibilidad de que Jennie estuviera haciendo esto a propósito: era sólo una modelo sedienta de fama, hambrienta de la atención de una solitaria inepta socialmente.
Pero no me importaba.
Giré sobre mis talones y me alejé en dirección al bosque, un sendero por el que corría una vez a la semana. Ojalá hubiera traído zapatillas de correr, ya que necesitaba la distracción de un esfuerzo físico intenso, algo hacia lo que orientar mi cuerpo.
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Almas Libres - Jenlisa | G!P
General Fiction❝Estoy hambriento de tu risa resbalada, de tus manos color de furioso granero, tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas, quiero comer tu piel como una intacta almendra. ❞ ─ Pablo Neruda Dos almas, unidas bajo un cielo feroz... La pulcra y ordena...