—¿Sabes? Me gusta el aire fresco de este bosque, es tan… —hace una pausa, respira y finalmente dice— refrescante. Me gustan estos días de sol, me gusta la lluvia y olor a tierra mojada, me gustan las luciérnagas y también tu cama, una pila de cuero y pieles ajenas.
La figura delante de él camina, sus pasos son temblorosos y débiles, parece que tambalea en una danza agonizante, demasiado frágil para sostener su propio peso y dando la impresión que en cualquier momento se va a caer.
Bakugou lo distingue, gruñe y se acerca corriendo, con prisa, demasiado asustado.
—¡Shōto!
—¿Sí? —responde a su llamada, llevando sutilmente la cabeza, estaba muy cansado—. Te ves bien, eso es bueno.
—¿Por qué suena como una maldita despedida, mitad-mitad? —Bakugou se enoja, tiembla, ve la condición moribunda de Todoroki y no sabe cómo sostenerlo para que no se desplome. Pero ya nada tiene remedio—. ¡Joder!
—¿No lo es? Pensé que estaba siendo claro, mi error.
El delgado tobillo de Shōto pierde fuerza y cae, Bakugou lo atrapa, dejando que la criatura chupasangre descanse en su regazo. Necesita parar el sangrado, pero al observar con detenimiento, la herida está en el pecho, como un hueco gigante y vacío.
Todoroki se enfría, su tacto es más frío de lo normalmente que es, casi helado y tenso, sus dedos ya no parecen moverse ni doblarse, rígidos.
—¡No lo es, carajo! —Bakugou reclama, sus ojos pican y su visión es nublada, muerde su labio inferior y grita—: ¡Dijiste que podías, que eras más fuerte que ellos, que regresarás para festejar la victoria, que eran pocos y te podía hacer cargo, ¿Dónde quedaron esas promesas?! ¡No te hubiera dejado ir si no hubiera confiado en ti, maldito mentiroso!
Bakugou decide no perder tiempo, muerde su brazo fuertemente, sin importarle arrancar piel y desgarra una arteria. En su boca siente el sabor metálico y vital, no le importa. Lo único que importa es Shōto.
—Regrese, cumplí mi promesa —murmuró Shōto, negando con la cabeza. Luchando con la muerte, perdiendo, pero, todavía, muchas cosas que decir—. Eran demasiados y todavía eres muy joven, Katsuki. No es tu culpa.
—¡Deja de decir tonterías! —Bakugou presiona, su voz se rompe. Nadie de los lobos se acerca. Vuelve a presionar, presentando su herida a los labios de Todoroki. La cálida sangre se desliza por esa cara, sin ser consumida— Si todavía tienes energía para decir puras mierdas, muérdeme. ¡Chupa toda la sangre que puedas, haz lo de la otra vez, cúrate!
—Kats… cuando se apunta al corazón, todo se acaba —hace una caída, desenfocado la vista—, todos mueren sin… su núcleo.
El lobo es terco, no lo acepta. Nega desesperado, no lo acepta. No acepta el fin, no acepta la muerte de Shōto. El vampiro todavía está vivo, agonizando y débilmente hablando, había resistido hasta llegar aquí y ahora se desaparecía lentamente. Era cruel. La vida de Shōto era como agua entre sus dedos, imposible de atrapar. Tan impotente, qué demonios podía hacer.
—Acéptalo, demonios —Shōto apenas resista y Bakugou está muriendo por dentro. Presiona nuevamente su herida, no hay reacción— ¿Por qué? ¡Shōto, cúrate! ¡Joder, hazlo, la otra vez pudiste!
Los ojos de Shōto ya no parpadean, vacíos, los bonitos colores están intactos y las pupilas están quietas. El pecho sube y baja, lentamente, aterradoramente lento.
—Kats, realmente —susurra, casi inaudible, como un suspiro— me gustabas esa noche.
—¿Agh? ¡No lo digas ahora, idiota! ¡Ésto no es el fin, vas a estar bien! —grita, ruega y reclama, ya no sabe qué decir— ¡¿Cómo te atreves a dejarme con esas palabras, ah?!
Sin embargo, Shōto no responde, tieso y malditamente muerto.
Y cómo las gotas de una tormentosa lluvia que se pegan en la ventana, lágrimas gruesas se liberan y caen por las mejillas del lobo. Llora, grita y se aferra al cuerpo frío cubierto de sangre. Lobos se acercan, sus presencias son como la neblina. Todo se siente irreal, una pesadilla; pero no lo es.
Todo se acabado.
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Estantería de Drabble's |BKTD/ TDBK
FanfictionToc, toc. ¿Quién es? ¡Un montón de drabble's! O también un montón de One-shot's. →Un drabble es una obra literaria de ficción extremadamente corta, de exactamente 100 palabras, aunque se suele aceptar como drabble cualquier historia corta de menos d...