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Llegaron al lugar destinado luego de haber madrugado, en realidad ninguno de los tres había podido dormir correctamente después de tantas emociones desbordadas durante la noche anterior. Desamor, tristeza y algo de decepción eran el sazón que acompañaban el desayuno que terminaron comiendo mientras caminaban, tratando de evitar la charla innecesaria y apresurandose a llegar cuanto antes y volver de la misma manera. Batallaron para encontrar al demonio, experto en esconderse y razón por la cual necesitaban de sus habilidades, el escurridizo y horrible demonio con apariencia de reptil tenía una habilidad parecida a la que poseía Nezuko, cambiando su tamaño continuamente pero de manera exagerada, logrando confundirse fácilmente con alguna alimaña propia del lugar y resultando todo un reto el acabar con el ya que, como resultado de su desintegración grupal y la falta de sueño sus fuerzas habían comenzado a mermar. El estrés que cargaban encima también les había jugado chueco, discutiendo e intentando superarse entre ellos en todo momento en una especie de competencia entre el Alfa y el Beta que, aun después de haber terminado la pelea, continuaban en un absurdo intento por desquitar su mal humor hasta ya entrada la noche. El Omega, harto de escucharlos discutir y pensando en que les haría bien hablar en privado, tomó la caja de la pequeña Nezuko y la llevó lejos del lugar para que no escuchara la sarta de tonterías que probablemente estaban a punto de decirse ese par de idiotas.

- ¿En algún momento te cansarás de joderme? - reclamó el Beta - no haz hecho nada más que molestar desde que salimos de la finca -

- ¿Y qué te molesta tanto? Sabes que no fuí yo quien empezó con esto Zenitsu -

- ¿De qué estás hablando? ¡No te he hecho nada! -

- ¡Sabes bien lo que hiciste "Nenitsu"! - reclamaba Tanjiro, esperando que el rubio pensara un poco mejor y de algún modo admitiera que era su culpa, sabía que no era así pero el enojo y los celos que sentía en ese momento no le dejaban pensar con claridad - ¡No finjas no saberlo! ¡Sabías que había algo entre Inosuke y yo y aún así te metiste entre nosotros! -

- ¿Así que todo esto es por Inosuke? ¡Tu tuviste la culpa de eso, no necesitaste de mi ayuda para echarlo todo a perder! - el Alfa trató de recriminar ese comentario pero la falta de argumentos y la culpa que sintió al escuchar eso lo llevaron a quedar acorralado, teniendo que guardar un amargo silencio ante los comentarios que seguían viniendo del rubio y que parecían haber estado acumulándose en el desde hace tiempo - aún no puedo creer lo que hiciste, seguías buscándolo solo para satisfacerte, te aprovechaste de lo poco que podía entender la situación y lo usaste a tu favor, no te detuviste a pensar en cómo lo hacía sentir, tú solo lo alejaste y yo no tuve nada que ver - bajó la voz, pasando de un grito autoritario a un reclamo, y después a un sermón - te concentrarse tanto en tu propio placer que te olvidaste de que tiene sentimientos, sentimientos que apenas empieza a conocer y que no entiende del todo, lo usaste y lo alejaste como si nada pasara, Tanjiro, si de verdad sientes algo por el entonces trata de no olvidarlo otra vez, no voy a volver a ceder y terminarás perdiendolo para siempre así que por favor cuídalo bien - dijo agachando la mirada y poniendo ambas manos sobre sus hombros para después alejarse en la dirección en que se habían ido el azabache y la pequeña demonio - no sé si de verdad son celos de amor o solo son celos territoriales, el mudo de los Alfas y Omegas es tan diferente al mío... solo espero, que por el bien de Inosuke sea amor, no vuelvas a lastimarlo o esta vez tendrás que vertelas conmigo - ese último comentario dejó helado al pelirrojo, sabía que como Alfa su lado posesivo saldría y se mostraría de la peor manera posible pero no se había detenido a pensar en eso antes, "celos territoriales", era algo bastante probable tomando en cuenta la forma en que se desarrollaron las cosas, el rubio lo había hecho dudar de lo único de lo que se sentía seguro hasta entonces, sus propios sentimientos, obligándolo a analizar más su reciente comportamiento. Al regresar Nezuko con Zenitsu e Inosuke la tomó en brazos y la alejó del fuego con el pretexto de hacer la siguiente guardia, cubriéndola con su haori para llevarla lejos de ahí, buscando algo de privacidad, dirigiendole una sonrisa al azabache frente a el antes de retirarse y evitando hablar sobre nada hasta estar seguro.

- Me preocupa que Zenitsu tenga razón ¿Tú qué piensas Nezuko? - preguntó después de hablarle sobre la conversación o más bien la discusión que habían tenido unos minutos atrás, la pequeña miró al mayor con algo de tristeza y le acarició la cabeza en señal de consuelo, no podía hablarle pero el tacto le era suficiente a Tanjiro para no desmoronarse en esos momentos - ¿Y tú? No creas que no me dí cuenta, estás igual que yo ¿No es así? Extrañas a Zenitsu - soltó su cabeza y se giró, fingiendo indignarse por la acusación pero agachando su cabeza después para confirmarlo, se recargó en su hermano en busca de consuelo y terminaron suspirando al mismo tiempo, el mal de amores había afectado en igual medida a los hermanos que ahora se buscaban entre ellos para intentar mitigar un poco el dolor en su pecho - sabes Nezuko, creo que al igual que tú yo realmente me enamoré, aunque me dí cuenta bastante tarde y tal vez no haya mucho que hacer para solucionarlo, tal vez ambos perdimos nuestra oportunidad o tal vez aún podemos intentarlo una vez más, solo espero que no sea demasiado tarde - la tristeza en las palabras de Tanjiro era demasiada, desbordaban el sentimiento que creía no merecer de tal manera que Inosuke los había percibido hasta donde estaba, y temiendo le sucediera algo se acercó pero sin llegar hasta el, alcanzando a escuchar parte de su conversación y ocultándose para escuchar el resto por mero impulso.

Inosuke volvió a dónde estaba la fogata, Zenitsu hacía rato que estaba acostado aunque no sabía si realmente estaba dormido, a Tanjiro le tocaba la primera guardia así que podía dormir con total libertad pero no pudo hacerlo, la conversación que escuchó le hacía pensar no solo en el y Tanjiro, si no también en la pequeña hermana del Alfa que pasaba por lo mismo, pese a ser un demonio, conservaba todas sus emociones humanas, sentimientos que parecía tener por el Beta que se le había confesado de aquella penosa manera. Ahora había una enorme maraña en su cabeza y su pecho que llegaba hasta su estómago y le quitaba el apetito, haciéndolo pensar de más y evitando que durmiera de forma tranquila.
A la mañana siguiente, la tensión parecía disiparse de a poco conforme iban caminando, la "charla" del día anterior parecía haber funcionado, enmendando las cosas parcialmente y entablando una conversación normal entre ellos por primera vez en mucho tiempo, volviendo por unos momentos a antes de saber que era un Omega, antes de su primer celo y antes de tantos problemas, logrando disfrutar del resto del camino de forma normal, dedicándose entre ellos algunas miradas en las que parecía venir una disculpa explícita. Inosuke se sentía feliz por volver a ver a sus amigos de ese modo, todo parecía ir bien, al menos hasta que llegaron de vuelta a la finca de las mariposas para encontrarse con una extraña situación en la entrada, situación en la que no pudieron evitar interferir.

- Soy el dios de los festivales y de los vistoso, el pilar del sonido Tengen Uzui -

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Qué pensará el marranito del distrito rojo ahora que entiende a qué va toda esa gente 🤭 ojalá y hubieran pasado un poco más de sus reacciones en lugar de dejar que nos las imaginemos

Hasta aquí el capítulo de hoy, recuerden votar gente bonita, chao

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