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Domingo por la mañana, Mark se vistió con sumejor traje, peinó su corto y lacio cabello conun poco de gel

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Domingo por la mañana, Mark se vistió con su
mejor traje, peinó su corto y lacio cabello con
un poco de gel. Al terminar se miró al espejo,
sonriendo por lo bien que se veía.

Minho somnoliento se asomó por la puerta de
la habitación de su padre. Soltó un bostezo al
mismo tiempo que tallaba su ojito con su mano.

— ¿A dónde vas, papi? — preguntó entrando.

— Saldré con el maestro Lee — sonrió.

— ¿Y yo? — se puso frente a su padre alzando su
brazos para que lo cargara.

Mark sonrió y lo tomó entre sus brazos.

— Tú irás con la abuela, ella te cuidará hasta
mañana o ¿prefieres quedarte con la niñera?.

— La niñera es divertida — sonrió — Pero quiero
ir con la abu, ella me hace galletitas.

— De acuerdo, iremos con la abuela — sonrió.

Media hora más tarde salieron rumbo a la casa
de sus padres. Minho dormía profundamente
en el asiento para niños. El mayor veía por el retrovisora su hijo, sonrió por lo tierno que se veía.

Llegaron a la casa de sus padres, bajó del auto y
con cuidado desabrochó el cinturón de seguridad de la sillita de niños. Cargó a Minho entre sus brazos, el pequeño recargó su mejilla en el hombro de su padre aun dormido.

Mark caminó hasta la puerta de la entrada, tocó
el timbre y unos segundos después su hermana Eunji abrió la puerta.

— ¿Qué haces aquí?

— Quiero que cuiden a mi hijo, saldré con Donghyuck.

— ¿Donghyuck? ¿El maestro de Minho? — el
asintió — Vaya que van en serio — sonrió.

— Hoy es un día especial.

— De acuerdo, dame el niño — Mark le pasó el
niño y Eunji lo cargó con cuidado — Espero que
se diviertan, lleva condones, no quiero otro
sobrino.

Mark se sonrojó y le sacó el dedo de en medio.

— Cuídalo bien.

La rubia asintió, Mark regresó a su auto manejó hasta el departamento de Donghyuck. Subió las escaleras hasta el tercer piso, tocó la puerta y Taeil abrió comno era costumbre no portaba algo que le cubriera la parte superior del cuerpo.

— Hola Marca — sonrió.

— Hola, Lucrecio — sonrió falsamente — ¿Y Donghyuck?

— Está cambiándose — se apoyó en el marco.

— ¿Puedo pasar?

— No, puedes esperarlo ahí en el pasillo — sonrió.

Mark rodó los ojos con fastidio, por lo cual esperó pacientemente a Donghyuck en el pasillo
hasta que éste salió.

Kindergarten  ➛ MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora