Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Kyoto Animation.
Nueva actualizacion!!
Originalmente, esta parte era mucho más corta, pero decidí que necesitaban una mejor dosis de lemon *muere avergonzada*. No sé si ya lo dije, creo que sí, pero es la primera vez que escribo un fic yaoi, así que tenganme paciencia. Lo hice con todo el amor de mi alma.
Espero que les guste, hagánmelo saber, y si no les gusta, también. Cualquier opinión es más que bienvenida.Please, enjoy it!
ADVERTENCIA: Esta parte del fic contiene lemon.
** PARTE III **
—¿Qué... me... produce?— sus ojos denotaban algo de nerviosismo, pero habían recuperado aquel brillo particular en ellos— Haru... yo...
Haru alzó su otro brazo también al cuello de Makoto, y, muy lentamente, lo acercó hacia él. La distancia entre ellos cada vez era más corta. Sólo milímetros separaban sus rostros, sus bocas. Makoto apoyó su frente contra la del otro chico
—¿Haru...?— dijo rozando sus labios.
Haru eliminó esa mínimo distancia con un beso.
Sintió todo su interior explotar como fuegos artificiales. Su corazón latía fuerte y velozmente, temía que saliera de su pecho; y en su estómago disfrutaba de una sensación de cosquilleo extremadamente agradable. Todo era extraño. Nunca se hubiese imaginado estar besándose con su mejor amigo. Pero ahí estaba, besándolo, primero lento y delicado, pero segundo a segundo se volvía más intenso. Quería sentirlo, probar su sabor. Sus lenguas batallaban para conocer las cavidades del otro, sin dejar ni un espacio librado al azar. Makoto sabía a óxido y a sangre. Su sangre.Le gustaba que Makoto sea dulce y tierno, pero Haru quería más que eso. Haru quería todo de Makoto. Sus labios, sus besos, su piel, su cuerpo, su alma. Quería su amor. Quería pertenecerle y que él le pertenezca.
Dejó sus labios para centrarse en su cuello, a la vez que revolvía su cabello con los dedos y Makoto exhalaba su nombre. Aprovechando tal momento de debilidad, Haru lo empujó y lo hizo girar para quedar encima de él. Makoto lo miraba con sorpresa, al parecer no esperaba esa actitud de Haru. A éste no le importó, o mejor dicho, le gustó. Sorprender a Makoto de esa manera era satisfactorio. Haru estaba sentado en su regazo, se agachó y lo besó en los labios a la vez que le sacaba la remera. Una vez que esta prenda estuvo fuera, Haru volvió sus besos al cuello de Makoto y paseó las manos por todo su abdomen, su pecho y posó una de ellas en el pezón del chico. Éste, por el asombro, no pudo contener un gemido. Haru sintió algo en su entrepierna, pero no se detuvo.—Ha-Haru... bas-ta— balbuceaba Makoto.
—¿Por qué? Si esto te está gustando— Haru pellizcó delicadamente el pezón de Makoto y volvió a gemir. Bajó sus besos hacia él, lamiéndolo, mordiéndolo. Makoto se retorcía de placer incitando a que Haru siga, pero éste quería conocer todo su cuerpo. Siguió bajando por su abdomen, su ombligo, hasta encontrarse con el borde de su jean.
—Haru, ¿qué-qué estás...?— Haru levantó la vista para mirar a Makoto pero no le respondió. Desabrochó el botón y el castaño de retorció.
—No te he hecho nada aún— dijo Haru inexpresivo, como de costumbre—. No hay razón para que te muevas tanto.
—Pero Haru...Haru abrió el cierre y lo despojó del pantalón, dejándolo sólo en unos bóxers negros, que dejaban a la vista la erección que el chico le había causado.
El chico de ojos azules se bajó de la cama y se paró frente a él. Lo tomó por la parte trasera de las rodillas y lo atrajo hacia el borde. Makoto era más alto y grande que Haru, pero éste también tenía fuerza.—¡HARU!— exclamó.
Haru le abrió un poco las piernas y se arrodilló frente a él.
—Haru... ¿Qué haces?— musitó.
—Sabes que nunca lo he hecho— miró hacia un lado al mismo tiempo que acariciaba el miembro de Makoto por sobre la tela de la ropa interior y éste se contraía y apretaba sus sus dientes para no gritar—. Así que quiero que me digas si te gusta o no.
—¿Q-qué? ¿Qué dices? ¿De qué hablas?— trató de incorporarse.
—Quédate así— le ordenó a su amigo—. Acostado.Haru llevó ambas manos al elástico del bóxer, alzó la vista hacia los ojos de Makoto y comenzó a quitar a prenda.
—¡HA-HARU! N-no...
Haru sacó la prenda; Makoto tuvo un rápido reflejo y se tapó con ambas manos. Haru, con la misma tranquilidad de siempre, lo tomó con firmeza por las muñecas y las apartó, dejándolas a los lados del cuerpo de su amigo.
—Mantenlas ahí— dijo suave—. No te tapes.
Makoto decía cosas inentendibles tratando de lamentase. Haru, haciendo caso omiso a eso, tomó el miembro de Makoto con su mano derecha y comenzó a masajearlo pausadamente de arriba a abajo. Makoto gemía el nombre de su amigo y se agarraba de las sábanas con mucha fuerza.
—¿Te gusta?
Makoto no respondía, solo se escuchaba como contenía sus gemidos.
—Esta vez sí quiero que me digas si te gusta.
Haru detuvo los movimientos de sus manos y, aún sosteniéndolo, acercó su boca al miembro de Makoto, que se alteró cuando sintió su aliento en aquella zona.
Al parecer quería replicar, detenerlo, pero fue tarde cuando Haru lamió el glande y Makoto no pudo decir palabra alguna, sino simplemente ahogar un gemido y retorcerse en la cama.
Haru volvió a lamer el glande y luego toda la longitud del miembro.—¡Ah! Haru... nh...
—Dime si te gusta, Makoto.
—Ha-Haru... ¿qué dices?— desvió la mirada y con la mano trataba de ocultar su rostro— Esto es muy vergonzoso...
—Makoto...— no sabía si continuar o no con su actuar.
—Pero... no te detengas— musitó con timidez—. Me... Me gusta si tú lo haces.Haru sintió que en su boca se formaba una leve sonrisa. Lo que su amigo le estaba diciendo lo hacía sentir bien, seguro.
Volvió a acercarse e introdujo el miembro erecto en su boca. Con movimientos ondeantes, ascendía y descendía su cabeza, saboreando casi toda su longitud. Lo hacía lento, tranquilo. Se tomaba su tiempo para lamerlo a su antojo, dedicando, a veces, algunas miradas a Makoto para ver su rostro extasiado de placer.—Haru... Nghh... detente. Estoy a punto de...
Haru continuaba metiendo y sacando el miembro de su boca. Quería que Makoto se viniera.
—Enserio... mmh... Si lo hago, no... ngh... no podremos seguir— se incorporó, recargando el peso en sus codos y miró a Haru, que se detuvo un momento para escucharlo—. Perderé la sangre que he bebido y, por ende... la... la erección— miró a un lado.
—Es verdad— afirmó Haru—. La erección se forma por la acumulación de sangre en el miembro. Es decir que si no tienes sangre, no puedes lograrlo— dijo meditabundo.
—Po-por eso... ¡Ah, Haru!Haru volvió a agarrar con firmeza el miembro de Makoto y lo devoró nuevamente con su boca. Sin embargo ahora los movimientos eran más rápidos y bruscos, pero no menos excitantes.
Le encantaba escuchar cómo Makoto hacía su mayor esfuerzo por contener sus gemidos, y disfrutaba aún más cuando no podía lograrlo.—Basta... Ahh... Detente... No podré contenerlo.
Haru levantó la vista hacia los ojos de Makoto, tratando de comunicarle que él quería que se viniera.
Y así fue, Makoto se vino en su boca, llenándola de su sabor.—¡Haru!— exclamó sobresaltado al ver que éste se tragaba su fluído— Ha-Haru... Perdón, perdón, yo no quise. Yo t-te advertí que no podría contenerme por más tiempo y... y lugo me miraste d-de esa manera...y verte desde aquí... fue tan...— hablaba rápido porque estaba muy nervioso. Al parecer creía que eso le había molestado a Haru, pero su pensamiento era erróneo.
—Makoto— lo interrumpió—, bebe mi sangre.
—¡¿Qué?!
—Que bebas de mi sangre, otra vez.Haru se puso a horcajadas sobre su cuerpo. Relamió su propio labio inferior y lo besó, suave y pausado.
—Quiero más— susurró sobre su boca.

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Red Temptation
Fiksi Penggemar[MakoHaru] Haru daría cualquier cosa con tal de salvar a su mejor amigo. Incluso, algo que jamás se hubiese imaginado. (Dedicado a Levi :3 que si no fuera por ella, no lo estaría publicando!)