ME ATRAPASTE-Radioapple (Mini Historia)

VII

¡¿Pero por qué no puedo ir esposo?!

Hablaba un pequeño crío entre lágrimas, no quería quedarse solo otra vez, ¿Qué tal y el ciervo se tardaba más? O ¿Ya no regresaba?, no quería quedarse solo.

Amor...Ya te dije que puede ser muy peligroso, solo será una hora, él supermercado demoniaco esta a veinte minutos caminado.

Pero si esta tan cerca como dices ¿Por qué no puedo ir contigo?.

Lu, por favor cariño deja de hacer un escenario, voy, compro, y regreso, facil, solo te pido que te quedes aquí como acordamos, ¿Recuérdas cariño?.

El ciervo estaba irritado por los lloriqueos del menor, se la an pasado hablando media hora sobre lo mismo, y ya se esta cansando, no es un demonio de mucha paciencia pero no quiere ser brusco con el angelito.

P-pero no q-quiero que me dejes Alastor...

Sintió una punzada en su pecho, de todo el tiempo que llevaba con el nunca lo había llamado por su nombre, lo hacía en diminutiva, como Al o Ali; Esta es la primer vez que le desagradaba que el soberano lo llamara por su nombre.

Dió un suspiro pesado para acercarse tomando sus manos, pego su frente a la del más bajo para cerrar los ojos mientras que el menor lo veía con confusión.

Amor, yo no te dejare, te prometí cuidarte ¿Recuérdas?.

S-si...

Entonces, ¿Por qué dudas de la palabra de tu esposo?.

N-no es eso cielo...

Un alivio recorrio su cuerpo, ya dejó de llamarlo tan indiferente.

E-es que no quiero quedarme solo...

Cariño...¿Qué hay de Francisco...? No me digas que no te gusta su compañía...

Claro que si cielo, y adoro jugar con el igual, pero no es lo mismo a que me des mimos...

Te prometo comprarte algo ¿Te parece?

¿Comprarme algo? Y ¿Que sería?

Es una sorpresa pequeñín.

Paso su garra juguetonamente por la nariz del pequeño que solo reía por su accion, sonrió tomando el rostro de su amado con sus pequeñas e angelicales manos.

Esta bien esposo...Pero solo si le compras algo a Francisco también.

Tomo una de las manos en su rostro depositando un beso en la palma.

¿Quién soy yo para negarme a los pedidos de mi amado?.

Sin más el serafín rió para abalazancer a besar los labios de su esposo, el mayor lo tomo de la cintura y sin acabar el beso le dió vueltas en el aire, el pequeño al sentir eso extendió sus alas moviendo las al ritmo del aire.

Terminaron el beso y aun en esa posicion se sonrieron, bajo lentamente al querubín para depositar un beso en su frente para empezar a caminar a la puerta.

Amor vuelvo pronto...No le abras a nadie ¿Esta bién?.

Claro amor, ve con cuidado, te estare esperando...

El ciervo sonrió para salir de la cabaña, empezo a caminar rápidamente al supermercado, no quería demorarse tanto, quería aprovechar los últimos días con su amado antes de ser destruido por su otra versión.

Su cestas ya se encontraba llena con lo necesario para los dos días y medio que le quedaba con el rey, se dirigió al area para pequeños demonios tratando de buscar un juguete o algo lo bastante descente para un angel, ya que los juguetes que vendian no eran para ningun mortal y menos para un angel, estos son peligroso, pero a nadie le importa eh igual los compran para que sus hijos jueguen.

No vió nada decente, se rindió, iba a pasar a otra tienda en el camino, caminó hasta la caja registradora donde vió una sección de descuentos, salio de la fila dirigiendose hasta ahí, en este estaba un colgante con dos alas como dige. Lo analizo un poco era bastante lindo, de todos modos cuando el rey despertara podría tirarlo, pero estaba seguro que a su angel le encantaría.

Hola...Maldito traidor.

Dió un suspiro para poner el dige entre sus cosas y voltear de mala gana.

¿Ahora me seguirás a todos lados Lilith?.

Quiero saber, ¿Dondé esta mi esposo.?

Oh~ ¿Te refieres a mi esposo~?.

Lo miro de mala gana y en especial a esa engreída sonrisa que poseía.

Alastor, esto no era parte de la tregua, quiero a mi marido con migo, y si no...te destruíre frente a todos los demonios para que aprendan a respetarme...

Dime una cosa "su majestad" ¿Por qué no lo has hecho aun?.

Porque no se me da en gana.

Se rió en alto cosa que irrito a la rubia.

¡Oh vamos Lilith! Ya puedes dejar de mentir, sin tu marido dandote poder eres mucho mas debil que la nueva perra de Asmodeus...Bueno que al menos a el, Asmodeus si lo trata como nunca te trato a tí, como un rey~ Si, es un niño mimado pero lo hace feliz, y eso te va arder siempre...Que a la unica persona que llegaste amar prefirio a un niño sobre la reina...Y te dolera más saber que solo fuiste una aventura para el...Nunca debiste arriesgar tu vida estable con Lucifer con alguién que desde un principio te dijo que no sentía nada por ti...

Sintió una cachetada pero igual rió desafiando a la exreina, levanto la mirada egosentrico.

¿Qué sucede su majestad....? ¿Le duele la verdad~?

Se dió la vuelta para dirigirse nuevamente a la caja registradora para ver como la exreina salia del supermercado de mal humor, rió victorioso para pagar la cuenta y salir del lugar, obviamente no iba a ser tan tonto de caminar a su cabaña, esa desquiciada lo estaría esperando para seguirlo, se teletransporto a diversos lugares hasta que se sintió seguro regreso a la cabaña, abrio la puerta encontrando a Luzbel jugando con Francisco algo realmente tierno en su opinion, bajo las compras mientras cerro la puerta llamando la atención del contrario que rapidamente se levanto del suelo corriendo hacía el con los brazos extendido, el mayor rió extendiendo los brazos para recibir el fuerte abrazo del cerafín que econdía su rostro en su pecho, con una mano continuaba el abrazo y con la otra acariciaba el cabello dorado de su amado.

Esposo...¿Como te fue?

Todo me fue bien cariño....¿Qué tal aquí? ¿Hubo algun inconveniente?

No, para nada amor, escuche ruidos afuera pero cuando me acerque a la ventana no había nadie...

"Eso explica los cadáveres que encontre en el camino"  Penso nuestro protagonista para sonreírle a su amado.

Debió ser un pajaro, tranquilo cariño, nada te pasara.

Lo se amor...Se que me cuidaras siempre.

Se puso de puntas para besar a su amado el cual recibió su beso más que contento.

Amor...Y... ¿Qué nos trajiste?

Sus ojos brillaban esperando la respuesta de su amado.

Bueno para Francisco compre este lindo moño azul que se lo puedes poner como collar.

Se le iluminaron los ojos tomando el moño para ponérselo al nombrado, lo levanto con mucho entusiasmo mientras le enseñaba al mayor como le quedaba, este sonrió acariciando la cabezada del pequeño animal.

Amor...¿Y para mi?.

Saco la pequeña caja entregandosela, este la vió dejando a Francisco en la cómoda del sofá, la abrio iluminandose sus hermosos ojos azules, brinco a los brazos de su amado que por poco no lo atrapa llevándose un pequeño susto, más al ver la sonrisa de su amado mientras le exparcia besos por su cara no tenía precio, sin duda, el día apenas iba acomenzando y a excepción del mal rato con la exreina se veía que iba a ser un día prometedor.